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Cocina economica y transiciones posteriores

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A menudo se ha aprovechado el sistema de escape de humos de la chimenea vieja o el hueco al menos para la nueva cocina económica. El tiro se regula mediante una plancha metálica que atraviesa perpendicularmente el paso de la chimenea. Existe también un cajón para recoger la ceniza en la parte inferior que en función de que se saque más o menos crea una corriente de aire que hace que circule el humo y tire mejor la chimenea. Dispone igualmente de un registro para que se pueda extraer el hollín. En algunos lugares, para evitar incendios, han introducido en el conducto de la vieja chimenea un tubo a fin de evitar que por las grietas de los viejos ladrillos pueda pasar alguna chispa y produzca fuego. Además ello facilita las limpiezas periódicas de la chimenea.
[[File:2.318 Cocina economica. Pipaon (A) 1998.jpg|framecenter|600px|Cocina económica. Pipaón (A), 1998. Fuente: Pilar Alonso, Grupos Etniker Euskalerria.|class=nofilter]]
Hoy día, las modernas cocinas de butano, eléctricas y vitrocerámicas llevan campanas extractoras de humos y malos olores. Los extractores eléctricos se comenzaron a instalar en los años sesenta.
En Agurain (A) señalan que la supresión del fogón bajo y su sustitución por la cocina económica comenzó en el segundo decenio del siglo XX. En Bernedo (A) se ha recogido que la cocina tradicional ha convivido con la económica por la ventaja de que en la matanza servía para curar las carnes y chorizos. Tanto en esta localidad como en Moreda (A) dicen que actualmente en verano se cocina con butano o vitrocerámica eléctrica pero en invierno se mantiene la cocina económica porque, además, caldea el recinto de la cocina. En Zerain (G) se ha recogido que por la mayor comodidad de manejo y para evitar o disminuir el trabajo del acarreo o corte de la leña, se han ido imponiendo las cocinas de butano y eléctrica, pero no obstante, en invierno, se enciende el fuego bajo para calentar la estancia.
[[File:2.319 Convivencia de fuego bajo y chapa. Zeanuri (B) 1980.jpg|framecenter|600px|Convivencia de fuego bajo y chapa. Zeanuri (B), 1980. Fuente: Ander Manterola, Grupos Etniker Euskalerria.|class=nofilter]]
En Berganzo (A) y en Trapagaran (B) sitúan la fecha de aparición de las cocinas económicas hacia los años cuarenta, funcionaban con leña o con carbón, en Trapagaran con carbón y escarabilla. Anotan en Berganzo que las primeras cocinas eran de color negro y luego dieron paso a las esmaltadas en blanco y en aluminio. Hoy día, en las cocinas actuales, aunque la superficie sea de vitrocerámica, se aprecia una vuelta al color negro y a las decoraciones de otro tiempo.
En Monreal (N) en torno a los años veinte algunas casas compraron las primeras cocinas económicas de cuatro patas que colocaban encima o al lado del fogón. Con el tiempo pasaron a convertirse en un objeto decorativo o a usarse como calefacción. El hogar dejó de utilizarse a partir de la Guerra Civil siendo sustituido por la cocina económica que, a diferencia de su predecesora, solía estar encajada en una encimera de obra hecha de baldosas blancas. En el decenio de los sesenta estas cocinas fueron sustituidas por las de butano que ocuparon el mismo lugar que las anteriores. En las décadas de los setenta y ochenta llegaron las cocinas eléctricas y en los noventa las vitrocerámicas. Hoy día predominan las cocinas de gas butano y eléctricas.
[[File:2.320 Fuego bajo chapa y cocina de butano. Ajuria (B) 2011.jpg|framecenter|600px|Fuego bajo, chapa y cocina de butano. Ajuria (B), 2011. Fuente: Segundo Oar-Arteta, Grupos Etniker Euskalerria.|class=nofilter]]
En Murchante (N), en los años veinte, alguna casa compró una cocina económica sin patas, que denominan la ''cocinilla''. Era de hierro, con un depósito de agua cubierto con una tapa de latón amarillo y grifo. Por lo general la colocaban encima del hogar, sustituyéndolo. La aparición de la cocina económica hacia 1930 contribuyó por una parte a la desaparición del hogar y por otra a una nueva distribución de los muebles y de los objetos tradicionales de esta estancia. La chapa se instaló junto a la pared y al lado de la fregadera que seguía manteniéndose al igual que la bolsa de los peines, cerca de la ventana y/o puerta. A su vez, el armario de cocina sustituyó a aparadores y vasares si bien la espetera continuó utilizándose. La cocina económica desapareció después con la llegada de la cocina de butano. Las casas que tenían un segundo fogón en la recocina, utilizaban éste exclusivamente para calentar agua y suministrar brasas a los numerosos calentadores de la casa. De nuevo la cocina sufrió una gran transformación en la década de 1970 con la llegada de los electrodomésticos y los armarios empotrados.
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