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En el limbo del cementerio

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En Aoiz (N) el limbo se situaba en una esquina del cementerio. Igual disposición tenía en Telleriarte (G), donde además estaba acotado por una tapia. En Allo (N) ocupaba un ángulo y era un reservado minúsculo dentro del camposanto y comunicado con él a través de una puerta de hierro. En esta localidad también se enterraban en este espacio las personas que hubiesen renegado de la fe católica. En Zeanuri (B) era un recinto tapiado con una puerta, ''albatea, ''abierta en un muro lateral del cementerio para no tener que acceder por la principal. Solamente se sabe que existía con esta finalidad porque no se conoce en los últimos setenta y cinco años caso alguno de enterramiento de no bautizados. En algunos cementerios de Carranza (B) consistía en un recinto aislado por un muro al que se accedía por una puerta independiente. En Gamboa (A) y Urduliz (B) era un lugar apartado dentro del cementerio. En Mendiola (A) estaba dentro del mismo, en un rincón en la zona de tierra no bendecida y separado unos metros del área donde se enterraba a los bautizados.
[[File:6.19 Parvulos. Cementerio de Berastegi (G).jpg|framecenter|600px|Párvulos. Cementerio de Berastegi (G). Fuente: Iñaki Linazasoro, Grupos Etniker Euskalerria.]]
En Monreal (N) el limbo consistía en un recinto junto a la tapia dentro del cual no se apreciaba ningún tipo de organización en los enterramientos. Se utilizó hasta los años cuarenta. En Artajona (N) se llamaba así a un pequeño cementerio civil adosado al religioso y actualmente abandonado. En su interior tampoco se guardaba ningún tipo de ordenación. En Obanos (N) era una pequeña parcela aneja al cementerio que hoy sirve de basurero de flores y coronas pasadas.
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