Cambios

Saltar a: navegación, buscar

Costumbres en el periodo de proclamas

42 bytes añadidos, 13:51 15 abr 2019
sin resumen de edición
En Lezaun (N) el domingo de la segunda proclama se ''daba la enhorabuena''. Cuando las amonestaciones se verificaban en un único domingo, tenía lugar en éste. El acto recordaba en cierto modo a la despedida de soltero. Los jóvenes celebraban la ''enhorabuena'' por la tarde. La novia preparaba chocolate y bizcochada para todas las mozas del pueblo, aunque ya desde las primeras décadas de siglo este refrigerio quedó reducido a las amigas y parientes, jóvenes todas ellas. Estas regalaban a la chica un pañuelo, que envuelto en un papel se lo entregaban todas juntas al terminar la velada. A la misma hora los mozos iban a casa del novio para ''dar la enhorabuena. ''Allí les ofrecían vino y nueces. No había regalos. Después acudían a la casa de la novia cuando las amigas ya se habían ido, si bien a veces procuraban encontrarse con ellas en el momento en que se despedían de la novia<ref>Una de las informaciones referentes a Pamplona (N), recogida en la encuesta del Ateneo, también guarda semejanzas con la actual despedida de soltero. El día en que se hacía pública la tercera proclama o la única cuando se anunciaba sólo una, la novia muy arreglada, recibía en su casa durante toda la mañana a sus amigas y por la tarde las obsequiaba con un refresco. Otro tanto ocurría con el novio y sus amigos. EAM, 1901 (Arch. CSIC. Barcelona) IICb.</ref>.
     En San Adrián (N) el acto de la ''enhorabuena ''tenía la peculiaridad de que ambos novios recibían a los vecinos juntos en la casa de los padres de la chica. Se celebraba el día de la segunda o de la única amonestación. La pare- ja pareja de novios se pasaba el día entero vistiendo sus mejores galas sentados en un sofá o en sillas recibiendo enhorabuenas en el cuarto mejor de la casa. A su lado estaban los ''acompañaos, '', un chico y una chica amigos de los  novios. Si en algún caso los novios querían evitar la enhorabuena, salían ese día fuera del pueblo y con ellos iban los ''acompañaos''<ref name="ftn7">''Javier PAGOLA. "Apuntes “Apuntes de etnografia etnografía del pueblo de San Adrián" Adrián” in CEEN, XXII (1990) p. 87. En Falces (N), según la encuesta del Ateneo, el último día de las amonestaciones o si se hacía pública una sola proclama, este mismo, se recibía en casa de los padres de la novia a los parientes y amigos que acudiesen a darle el parabién. Allí también estaban el novio, sus padres y padrinos. Obsequiaban a todos con pastas, vino y licores. EAM, 1901 (Arch. CSIC. Barcelona) IICb. ''</ref>. ''
Una costumbre similar a la descrita en las anteriores localidades navarras se ha constatado en algunas alavesas.
En Laguardia (A) y otros pueblos de la Rioja alavesa el segundo día de las proclamas recibía el nombre de ''día de las copas ''por ser esto lo que ofrecían a los visitantes que acudían tanto a la casa de la novia como a la del novio para darles la enhorabuena.
En Salvatierra (A) con motivo de la celebración de las proclamas se preparaba en las casas de los novios un refrigerio a base de pastas, galletas y vino blanco para obsequiar a los que acudían a ''dar la enhorabuena. ''.
En varias poblaciones alavesas el día de la enhorabuena coincidía con la segunda proclama y consistía en una comida que tenía lugar en la casa de la novia, a la que acudían el novio y sus padres. Este acto recuerda a la petición de mano y de hecho así lo constatan en Berganzo (A). Los mozos acudían a felicitar a los novios al anochecer.
En esta última localidad el segundo domin- go domingo era el de la ''enhorabuena ''o de la petición de mano. Los padres del novio iban a la casa de la novia y los amigos de ésta, al anochecer, les daban la enhorabuena. Para ello acudían cantando hasta la casa y se les invitaba a vino y galletas.
En Bernedo (A) el domingo de la segunda amonestación era el día de la ''enhorabuena. ''. Los padres de los novios tenían una comida juntos en casa de la muchacha para preparar la boda y el futuro de sus hijos. Esta costumbre todavía se observa en la actualidad. Este día los mozos iban a rondar a la novia, ésta les daba algo para tomar y beber y el novio dinero; pasaban con ellos un rato e incluso se llegaba a organizar un sencillo baile con música de los propios mozos. Estos, antes de ir a rondar, preparaban las letrillas que hacían alusión a la novia y al novio. Esta costumbre se ha perdido hace tiempo.
En Treviño (A) antiguamente tras la segunda proclama se organizaba en la casa de los padres de la novia una comida que se denominaba la ''enhorabuena. ''. Hoy en día esta costumbre va cayendo en el olvido.
''== Bota-eguna ''==
Si bien las prácticas que se exponen a continuación son similares a las descritas antes correspondientes a las poblaciones alavesas y navarras, se observará que la participación en las mismas era más reducida implicando en mayor medida a los jóvenes.
En algunas poblaciones, sobre todo guipuzcoanas, era costumbre que el novio entrase por primera vez en la casa de la novia con motivo de la lectura de las segundas proclamas, llevando una bota de vino que regalaba a los familiares de su prometida.
En Elosua (G) antiguamente tras la segunda proclama el novio, acompañado de un hermano, entraba por primera vez en la casa de la novia con una bota colgada del hombro, a esta  visita se le denominaba ''botakadia. ''. A principios de los años treinta también se celebraba una cena que consistía en sopa, carne guisada o cordero si era la época.  En Gatzaga (G) el domingo o la fiesta en que se leía la segunda amonestación se celebraba la presentación oficial del chico en la casa de la chica; era el ''bota-eguna ''o día de la bota. En este día, hacia el atardecer, el joven novio, acompañado de un hermano o de un amigo íntimo y llevando consigo una bota de vino, se presentaba oficialmente en casa de su futura esposa. El joven ofrecía a los miembros de la familia el vino que traía en la bota, mientras que la familia le obsequiaba con una ''afari- merienda. ''Esta celebración solía despertar entre la juventud una cierta expectación basada generalmente en la timidez u otros aspectos del carácter del novio que se convertía en blanco de los chistes y de las ironías del resto  13 de los jóvenes .  En Zerain (G) el domingo de la segunda proclama el novio acompañado de otro joven de la vecindad y cargando sobre su espalda una arroba de vino se encaminaba a casa de la novia a merendar o cenar. El domingo de la tercera proclama con asistencia de la novia y de sus padres se celebraba en casa del novio una comida que denominaban ''dei-bazkarie. ''Finalizada ésta se enseñaba a los invitados la casa y sus pertenecidos. En Legazpia (G) con motivo de la segunda proclama el novio acudía al hogar de la chica con un amigo suyo al que llamaban ''botero ''y allí cenaban. En Beasain (G) celebraban este mismo día, según unos informantes y el de la primera según otros, con una cena, ''dei-afane. ''El novio junto con dos o tres amigos iba a la casa de la novia con música y cohetes y cenaban todos en casa de ésta.  En Asteasu y Zizurkil (G) el novio iba a cenar a casa de su futura mujer el día en que se anunciaba la primera proclama, acompañado del auzo, vecino, que llevaba sobre el hombro una bota de vino. En Muxika (B) esta cena se celebraba la víspera de la lectura de la segunda amonestación y era el novio el portador de la bota. Participaban del ágape los padres de ambos contrayentes, sus hermanos, aunque estuviesen casados y viviesen fuera del hogar paterno, y los ''etxekonak. ''Como se ve, no regía en aquella parte de Bizkaia la ley que  excluía de la vecindad a las familias que residían en un mismo edificio. Se denominaba
4 En Gatzaga (G) el domingo o la fiesta en que se leía la segunda amonestación se celebraba la presentación oficial del chico en la casa de la chica; era el ''bota-eguna''o día de la bota. En este día, hacia el atardecer, el joven novio, acompañado de un hermano o de un amigo íntimo y llevando consigo una bota de vino, se presentaba oficialmente en casa de su futura esposa. El joven ofrecía a los miembros de la familia el vino que traía en la bota Baba , mientras que la familia le obsequiaba con una ''afari-merienda''. Esta celebración solía despertar entre la juventud una cierta expectación basada generalmente en la timidez u otros aspectos del carácter del novio que se convertía en blanco de los chistes y de las ironías del resto de los jóvenes<ref>Pedro Mª ARANEGUI. ''Gatzaga; una aproximación a la ceremonia reseñadal vida de Salinas de Léniz a comienzos del siglo XX''. San Sebastián, 1986, pp. 149-151.</ref>.
En Gorozika Zerain (BG) el día domingo de la segunda proclama el novio acompañado de otro joven de la vecindad y cargando sobre su espalda una arroba de vino se encaminaba a casa de la novia a merendar o cenar. El domingo de la tercera proclama con asistencia de la novia y de sus padres se celebraba en casa del novio una comida que se celebraba la denominaban ''bota Baba dei-bazkarie''. Finalizada ésta se reunían por enseñaba a los invitados la casa y sus pertenecidos. En Legazpia (G) con motivo de la noche segunda proclama el novio acudía al hogar de la chica con un amigo suyo al que llamaban ''botero'' y allí cenaban. En Beasain (G) celebraban este mismo día, según unos informantes y sus amigos el de la primera según otros, con una cena, ''dei-afarie''. El novio junto con las amigas dos o tres amigos iba a la casa de la novia con música y cohetes y la noche del sábado anterior a la boda se dirigían a cenaban todos en casa de ésta acompañados de acordeón. Los muchachos llevaban un pellejo, ''zaragia. ''
Después En Asteasu y Zizurkil (G) el novio iba a cenar a casa de su futura mujer el día en que se anunciaba la primera proclama, acompañado del ''auzo'', vecino, que llevaba sobre el hombro una bota de vino. En Muxika (B) esta cena se celebraba la víspera de la lectura de cenar todos la segunda amonestación y era el novio el portador de la bota. Participaban del ágape los padres de ambos contrayentes, sus hermanos, aunque estuviesen casados y viviesen fuera del hogar paterno, y los asistentes pasaban ''etxekonak''. Como se ve, no regía en aquella parte de Bizkaia la ley que excluía de la vecindad a las familias que residían en un mismo edificio. Se denominaba ''bota-gaba'' a la ceremonia reseñada<ref>Bonifacio de ECHEGARAY “La vecindad, relaciones que engendra en el País Vasco” in RIEV, XXIII (1932) p. 17.</ref>.
En Gorozika (B) el día en que se celebraba la ''bota-gaba'' se reunían por la noche el novio y sus amigos junto con las amigas de la novia y la noche del sábado anterior a la boda se dirigían a casa de ésta acompañados de acordeón. Los muchachos llevaban un pellejo, ''zaragia''. Después de cenar todos los asistentes pasaban la noche cantando y bailando. Aproximadamente a las seis de la mañana se tomaba chocolate y tras esto cada uno se iba a su casa. Esta costumbre se registró hasta finales de los años veinte.
# ARANEGUIA principios de siglo la encuesta del Ateneo ya constató esta costumbre. En Oñati (G) la tarde de la segunda proclama la novia invitaba a sus amigas a un chocolate de despedida, obsequiándole éstas con un presente. El novio llegaba al anochecer del mismo día con dos de sus mejores amigos a la casa de la muchacha, llevando una bota de vino que se había de consumir durante la cena con que les obsequiaba la chica. Por ello este día era conocido con el nombre de ''bota-eguna''Gatzaga.En Mendaro (G) era costumbre que la novia obsequiase a sus amigas con un refresco el día de la publicación de las proclamas.La reunión solía durar hasta altas horas de la noche.Al anochecer acudía el novio acompañado del padrino de boda, ''op. citnobialdea'', y llevaba una gran bota de vino para obsequiar a la concurrencia.En Gernika (B) la noche de la víspera de la segunda proclama se reunía el novio con varios amigos, pp. 149-151. # Bonifacio el más forzudo de ellos cargaba con una bota de vino y echaban a andar hacia la casa de ECHEGARAYla novia. "La vecindadDurante el recorrido daban gritos guturales prolongados que se oían a distancia, ''zantzoak'', relaciones y que eran señales de desafío por si hubiese algún osado que engendra en el País Vasco" in RIEVse atreviese a quitarles la bota<ref>EAM, XXIII 1901 (1932Arch. CSIC. Barcelona) pIICb. 17</ref>.
En Sara (L) el día en que se leía la última o la única proclama, los novios y sus familiares tenían una comida en la casa del cónyuge heredero o en una posada<ref>José Miguel de BARANDIARAN. “Bosquejo etnográfico de Sara (VI)” in AEF, XXIII (1969-1970) p. 107.</ref>.
En Goizueta (N) el día de la tercera proclama tenía lugar una comida en el hogar de la novia, ''pregoi-bazkaria'', tomando parte en ella los de casa y los amigos más próximos. Ese día las mujeres también se sentaban a la mesa y para el servicio acudía una mujer del vecindario.
PREPARATIVOS DE LA BODA. DEIUNE-ALDIA la noche cantando y bailando. Aproximadamente a las seis de la mañana se tomaba chocolate y tras esto cada uno se iba a su casa. Esta costumbre se registró hasta finales de los años  veinte.  A principios de siglo la encuesta del Ateneo ya constató esta costumbre. En Oñati (G) la tarde de la segunda proclama la novia invitaba a sus amigas a un chocolate de despedida, obsequiándole éstas con un presente. El novio llegaba al anochecer del mismo día con dos de sus mejores amigos a la casa de la muchacha, llevando una bota de vino que se había de consumir durante la cena con que les obsequiaba la chica. Por ello este día era conocido con el nombre de ''bota-eguna. ''En Mendaro (G) era costumbre que la novia obsequiase a sus amigas con un refresco el día de la publicación de las proclamas. La reunión solía durar hasta altas horas de la noche. Al anochecer acudía el novio acompañado del padrino de boda, ''nobialdea, ''y llevaba una gran bota de vino para obsequiar a la concurrencia. En Gernika '''(B) '''la noche de la víspera de la segunda proclama se reunía el novio con varios amigos, el más forzudo de ellos cargaba con una bota de vino y echaban a andar hacia la casa de la novia. Durante el recorrido daban gritos guturales prolongados que se oían a distancia, ''zantzoak, ''y que eran señales de desafio por si  hubiese algún osado que se atreviese a quitar- 5 les la botal ,  En Sara (L) el día en que se leía la última o la única proclama, los novios y sus familiares tenían una comida en la casa del cónyuge  6 heredero o en una posadal ,  En Goizueta (N) el día de la tercera proclama tenía lugar una comida en el hogar de la novia, ''pregoi-bazkaria, ''tomando parte en ella los de casa y los amigos más próximos. Ese día las mujeres también se sentaban a la mesa y para el servicio acudía una mujer del vecindario.  En Apodaca (A) el día de la primera amonestación se juntaban a comer en la casa de la novia los padres de ambos novios junto con éstos. Con motivo de la segunda amonestación   # EAM, 1901 (Arch. CSIC. Barcelona) IICb. # BARANDIARAN, "Bosquejo etnográfico de Sara", cit, p.    107.  se juntaban en la casa del novio. Aquí decidían a quiénes iban a invitar y proponían el menú de la comida cuando ésta se hacía en el pueblo, también quiénes pagarían la parte de la boda. En Carranza (B) ocurría lo mismo, después de leída la primera proclama el novio y sus padres iban a comer a la casa de la novia. Se les ofrecía una comida importante. Tras la segunda eran la novia y sus padres quienes devolvían la visita al novio.
En Izurdiaga (N) antiguamente el domingo de la primera proclama se invitaba a la novia a la casa del novio y se le ofrecía pan con miel y algún regalo como sábanas, toallas, colchas, etc. El domingo de la segunda proclama era el novio el que acudía a la casa de la chica y ésta le obsequiaba con pan y dulce casero y solían intercambiarse regalos. El tercer domingo tenía lugar la petición de mano.
En Bermeo '''(B) '''el mismo día de la segunda proclama en ambas casas se recibía por separado a todos los parientes y conocidos y se les invitaba a una chocolatada. Así mismo, al menos en los barrios, con motivo de la segunda proclama se enviaba a los parientes y conocidos una libra de chocolate y una botella de  jerez o bebida similar. Este regalo se consideraba una obligación con todos ellos. Actualmente en el casco urbano, con motivo de la segunda llamada, los padres de cada uno de los contrayentes envían una tarta a todos aquéllos con los que se tiene alguna obligación pero que no han sido invitados a la boda. Todos, tras recibir la tarta, tienen obligación de enviar un pequeño regalo a los nuevos contrayentes, regalo que nunca será tan importante como el de los que han sido invitados a la boda.
127 728
ediciones