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Evolucion de la siega y trilla de cereales

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La mies cortada por la segadora caía sobre una plataforma ligeramente elevada hacia arriba compuesta por una serie de tablillas; la plataforma iba conectada a un pedal que la persona que iba sobre la máquina, sentada en un sillín, manejaba, soltando el pedal cuando consideraba que había una cantidad suficiente para formar una gavilla. Esta persona portaba una vara larga con la que inclinaba la mies hacia el corte, sobre todo cuando se trataba de zonas donde el viento había tumbado los tallos. Las porciones de mies depositadas en el suelo eran atadas por otras personas que participaban en la labor de la siega.
[[File:8.106 Segando cereal a hoz. Alava c. 1940.jpg|center|600px|Segando cereal a hoz. Álava, c. 1940. Fuente: Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz: Enrique Guinea.|class=nofilter]]
Tras la segadora vino la gavilladora, que era una segadora a la que se había provisto de unos brazos (rastros) unidos en su base a un engranaje que los hacía girar con el movimiento de las ruedas. Los brazos eran de madera y al girar iban oprimiendo la mies contra la ''siega ''de la máquina, desplazándola también sobre la plataforma allí existente hasta un hueco final por el que caía al suelo, donde era recogida y atada por una persona. No hubo muchas de estas máquinas en Valderejo.
Una vez la era quedaba libre de la paja permanecía en la misma el grano, las granzas (espigas con o sin grano), tierra y briznas de paja. Todo ello se recogía con el ''rodillo ''y se reunía en un montón para ser ''beldado, ''aventado. Cuando la era estaba recogida se procedía a barrerla y el fruto de barrido también se ''rodillaba.''
[[File:8.107 Segando cereal a guadaña. Alava c. 1940.jpg|center|600px|Segando cereal a guadaña. Álava, c. 1940. Fuente: Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz: Enrique Guinea.|class=nofilter]]
En Moreda las operaciones que se llevaban a cabo eran las siguientes:
''Útiles y herramientas para la siega. ''La herramienta más importante era la hoz. Las primeras hoces eran curvas y dentadas, de acero. Luego, quizás con la venida de los jornaleros gallegos, se introdujo la hoz gallega que es curva, sin ''gin-ches ''y con el filo no dentado. Los segadores afilaban estas hoces con una piedra de afilar que llevaban en el bolsillo del pantalón.
[[File:8.108 Segadora de trigo tirada por vacas c. 1940.jpg|center|600px|Segadora de trigo tirada por vacas, c. 1940. Fuente: ''117 años de cámaras agrarias en Euskadi''. Vitoria-Gasteiz: Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco, 2009, p. 100. Fondo Gerardo López de Guereñu.|class=nofilter]]
El segundo útil empleado era la ''zoqueta: ''pieza de madera ahuecada que los segadores adaptaban a los dedos de la mano izquierda, dejando libre el pulgar, para así resguardarlos de los cortes con la hoz.
Mediante este sistema obtenían hasta 100 sacos al día. La trilladora tenía dos trampillas por donde caía el grano trillado. Primero se llenaba un saco y cuando este se completaba se cerraba dicha trampilla abriendo la del saco vacío que así comenzaba a llenarse. Después se ataban, se pesaban y con una carretilla se dejaban aparte. Los de trigo eran de 67 kg, es decir, 3 robos, que sumaban 66 kg más uno del saco. Los de cebada pesaban menos, unos 60 kg. Posteriormente se llevaban a las casas en carros, para luego subirlos al hombro hasta el alto o desván.
[[File:8.109 Antigua segadora de cereal. Argandoña (A).jpg|center|600px|Antigua segadora de cereal. Argandoña (A). Fuente: Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz: Donato Sáenz.|class=nofilter]]
''Cosechadoras. ''Actualmente no se trilla, ya que la recolección del cereal se efectúa con modernas cosechadoras que separan el grano de la paja. Estas máquinas han evolucionado mucho desde los primeros modelos que salieron al mercado. Las primeras según iban cosechando llenaban los sacos que eran descargados sobre el rastrojo de la finca. Con el tiempo incorporaron una tolva de almacenamiento de grano que, cuando se llenaba, se descargaba a través de un tubo en el remolque del tractor. La paja la expulsaban sobre el rastrojo.
El trigo y la cebada se transportan a granel en remolques arrastrados por tractores, que tienen de ''velez ''(capacidad) desde 6000 kg hasta más de 18 000 kg.
[[File:8.110 Cereal apilado. Berganzo (Zambrana-A) c. 1940.jpg|center|600px|Cereal apilado. Berganzo (Zambrana-A), c. 1940. Fuente: Gure Gipuzkoa: fondo Indalecio Ojanguren.|class=nofilter]]
''Producción de cereal. ''Antaño los rendimientos del trigo eran de tres cargas por robada, unos 200 kg, y de la cebada de 250 kg por robada. Hoy los cereales producen bastante más: el trigo entre 150-500 kg por robada (lo normal es 300 kg), y la cebada entre 200-400 kg por robada (siendo lo normal 350 kg). La cosecha de cebada es más regular y segura que la del trigo; de este cereal se recolecta menos y solo se da una buena cosecha cada cierto número de años.
Se enfardan las fincas que han tenido buena paja y larga. La mejor es la de la cebada con destino a los animales, es menuda y blanda, la comen bien y resulta buena para cama del ganado. La paja de trigo al ser más basta no se utiliza, se pica para abono o se quema. Los fardos, de forma rectangular (no se hacen fardos redondos), salen atados con dos alambres o cuerdas. El traslado se efectúa en remolques y camiones. El destino suele ser fuera del pueblo, los llevan camiones a granjas y establos de animales: para ovejas, caballerías, etc. No obstante, en la mayoría de las fincas cosechadas la paja queda sobre el rastrojo.
[[File:8.111 Acarreo de los haces de trigo. Alava c. 1940.jpg|center|600px|Acarreo de los haces de trigo. Álava, c. 1940. Fuente: Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz: Enrique Guinea.|class=nofilter]]
''La quema de rastrojos. ''La forma de eliminar la paja y el rastrojo de las fincas cosechadas que no son enfardadas es quemándola. Esta labor se realiza a primeros de octubre y está controlada por la Diputación Foral de Álava y el Ayuntamiento de Moreda, a los que hay que pedir los permisos pertinentes.
''El Arca de la Misericordia. ''Fue una caja de previsión agrícola en donde los vecinos cogían prestado el trigo que necesitaban para sembrar sus campos. El Arca de la Misericordia de Moreda fue fundada como institución benéfica en la iglesia parroquial de Santa María en 1592 con 55 robos de trigo para repartir entre los vecinos necesitados. Esta cantidad inicial se fue aumentando con mandas y donaciones de los moredanos. Perduró hasta principios del siglo XIX.
[[File:8.112 Haces de cereal en el portegado. Urbina (A) c. 1940.jpg|center|600px|Haces de cereal en el portegado. Urbina (A), c. 1940. Fuente: Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz: Enrique Guinea.|class=nofilter]]
Eran arcas de granos de trigo cuya misión consistía en prestar la cantidad de este cereal que los vecinos necesitados pidiesen en los años malos para sembrar y remediar el hambre. Tras la recolección de la cosecha se devolvía el grano prestado más unas pequeñas "creces" con el fin de que el arca mejorase.
La ''menuncia ''se acarreaba con una ''horquija ''grande de cinco o seis puntas, la misma que se empleaba para echar la paja al pajar. Como las ''menuncias y ''los yeros no estaban atados, el que estaba subido en el carro tenía que pisarlos bien. Por detrás de los que iban acarreando se pasaba el ''cachuero, ''rastro, para recoger las ''llantas. ''Los yeros y alholvas sacaban mucho polvo al trillar. La paja de ''menuncia ''era muy buena para el ganado.
[[File:8.113 Trilla en Alava c. 1940.jpg|center|600px|Trilla en Álava, c. 1940. Fuente: Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz: Tomás Alfaro.|class=nofilter]]
Al triguero en Zigoitia le llaman ''albaina. ''El rastro de madera para retirar el grano de la aventadora es llamado por unos ''badaqui''<ref>''Badaqui'' era el instrumento para recoger el grano después de aventarlo, que constaba de un mango de madera largo en cuyo extremo lleva una madera en forma de pala colocada en sentido vertical. Gerardo LÓPEZ de GUEREÑU. ''Voces alavesas''. Bilbao: 1998, p. 198.</ref> y por otros ''badoki.''
En la década de los años 1970 se comenzaron a comprar las primeras cosechadoras, de las marcas: ''Dania, Deutz Fahr, Claas, Clayson, John Deere, ''etc. La cosechadora realiza todas las tareas, siega, trilla, esto es, separa el grano de la paja y lo echa al remolque. Puede trabajar día y noche, dependiendo de la humedad. La paja que queda en la pieza se enfarda, bien en los fardos tradicionales o en rollos, teniendo diversas aplicaciones: ganadería, transformación de energía calorífica en eléctrica, obtención de fibras artificiales, etc. Antes se efectuaba con enfardadoras manuales y resultaba una labor muy dura.
[[File:8.114 Trilla. Alava 1929.jpg|center|600px|Trilla. Álava, 1929. Fuente: Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz: Enrique Guinea.|class=nofilter]]
[[File:8.115 Trilla en Arriaga (A) c. 1930.jpg|center|600px|Trilla en Arriaga (A), c. 1930. Fuente: Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz: Enrique Guinea.|class=nofilter]]
En los tiempos previos a las cosechadoras, una vez se habían recogido todos los ''haces ''con las ''horcas ''y se habían colocado en el carro para ''acarrear ''la mies a casa, se pasaba un ''rastro ''de mano para recoger lo que había quedado suelto, se ataba y se colocaba encima de todo lo demás; después se pasaban unas cuerdas de lado a lado para sujetar bien los ''haces.''
Después de atados los haces los ponían en montones, llamados ''maletas, ''para su fácil acarreo. Otros ponían los haces tiesos, con las espigas hacia arriba.
[[File:8.116 Vecinos trabajando en las eras. Alegria-Dulantzi (A) c. 1940.jpg|center|600px|Vecinos trabajando en las eras. Alegría-Dulantzi (A), c. 1940. Fuente: Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz: Enrique Guinea.|class=nofilter]]
Tras atar y recoger los haces, los chavales pasaban un rastro de mano. La paja y cabezas así obtenidas las ataban y las depositaban las últimas en el carro.
Mientras estaban cargando, un chaval tenía que estar delante de los bueyes para quitarles las moscas y tábanos ayudándose con unas ramas. Los días de bochorno o ''días falsos ''se acarreaba temprano o tarde, al igual que se ha explicado antes para la siega con bueyes, por temor a que les picase la mosca y saliesen corriendo con el carro llevándose todo por delante.
[[File:8.117 Aventando el grano. Alava c. 1940.jpg|center|600px|Aventando el grano. Álava, c. 1940. Fuente: Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz: Enrique Guinea.|class=nofilter]]
A principios del siglo XX algunos labradores de La Puebla de Arganzón y de pueblos como Treviño o Ventas de Armentia trajeron gavilla-doras. Eran unas máquinas segadoras que contaban con cuatro rastros, de modo que cuando la mies caía segada en la plataforma, los rastros la arrojaban al suelo a intervalos. Cada uno de estos montones era una gavilla y como no estaban atadas, cuando soplaba viento fuerte las desparramaba. Con cuatro o cinco gavillas se hacía un haz.
Tras acabar de recoger la cosecha del cereal, en los días siguientes se trabaja en la recogida de la paja de cosechadora que es enfardada con máquinas trituradoras—enfardadoras y almacenada en las casas para el consumo de todo el año.
[[File:8.118 Trillando con trilladora movida a motor. Alava c. 1940.jpg|center|600px|Trillando con trilladora movida a motor. Álava, c. 1940. Fuente: Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz: Donato Sáenz.|class=nofilter]]
En Apellániz el trigo se solía cosechar después de Santiago, la avena en agosto y la cebada, a principios de los años ochenta, que es cuando se recopilaron estos datos en la localidad, al llegar las cosechadoras alquiladas, que algunas veces se retrasaban hasta septiembre ya que procedían de Oteiza de la Solana, Dicastillo, Gauna, Corres y de otros pueblos de la Llanada.
En la época de la recolección y especialmente al trabajar con la trilladora, era corriente la unión de dos familias que se ayudaban recíprocamente en sus respectivos cometidos, corriendo la comida y bebida de entre horas a cargo del favorecido con la labor de ese día. Este apoyo mutuo, voluntario, antaño era casi estimado como obligatorio, ya que si en alguna casa no podían hacer las labores del campo por enfermedad, el cura autorizaba para que los domingos por la mañana pudiesen trabajar en las heredades del enfermo.
[[File:8.119 Trilladora movida por tractor. Alava c. 1950.jpg|center|600px|Trilladora movida por tractor. Álava, c. 1950. Fuente: Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz: Enrique Guinea.|class=nofilter]]
Para las fechas de la recogida de la cosecha antaño se guardaba el lomo y el jamón de la matanza del invierno, también se bebía vino, cosa que no era corriente el resto del año.
Hacia los años 1930 llegaron a Améscoa las primeras trilladoras, máquinas que trituraban la paja y separaban la paja del grano. Estas máquinas cambiaron notablemente el panorama de la trilla, pero todavía había que acarrear la mies a la era con los bueyes y el quehacer era una algarabía de gentes, necesarias para alimentar a la trilladora y retirar el grano y la paja. Pero ha sido la cosechadora la que ha arrasado con la trilla tradicional. En la misma pieza esta máquina realiza todas las operaciones de recolección.
[[File:8.120 Segando a hoz en el Puerto de Lazar (N) con el Ori al fondo 1959.jpg|center|600px|Segando a hoz en el Puerto de Lazar (N) con el Ori al fondo, 1959. Fuente: Museo de Navarra: Nicolás Ardanaz.|class=nofilter]]
Solo se cultivaba el centeno necesario para preparar los ''vencejos. ''Se tenía la paja en remojo durante algún tiempo, se tomaba un manojo de plantas, se igualaban bien, se dividía en dos mitades y los manojicos resultantes se ataban con un nudo por las cabezas. Diez haces de trigo atados cada uno con un ''vencejo ''hacían una carga. Si la carga de trigo daba dos robos de grano se tenía por buena cosecha.
La máquina cosechadora está preparada para segar el cereal y separar el grano de la paja. Por la parte trasera va soltando la paja, depositándola en el suelo en una hilera, para que posteriormente sea recogida por las máquinas enfardadoras de paja arrastradas por un tractor. Cuando no interesa aprovechar la paja, algunas cosechadoras suelen picarla, quedando triturada extendida por toda la superficie del terreno para que cuando se are la pieza se descomponga más rápidamente. En otros casos se utilizan máquinas picadoras de paja movidas por el tractor, que llevan a cabo la misma labor.
[[File:8.142 Cosechadora automotriz actual. Argandoña (A) 2003.jpg|center|600px|Cosechadora automotriz actual. Argandoña (A), 2003. Fuente: Juan José Galdos, Grupos Etniker Euskalerria.|class=nofilter]]
Cuando la cosechadora ha llenado su tolva o depósito de grano, lo descarga utilizando un sinfín en remolques tirados por tractores que se colocan a la par de la misma. Así esta no tiene que desviarse del surco de corte y pierde el menor tiempo posible en cosechar cada pieza. Para ello se disponen dos o más tractores con remolque que se turnan en el vaciado de las tolvas de la cosechadora. Cada vez que un remolque se llena se transporta hasta los almacenes, descarga el grano y vuelve otra vez a la pieza.
Hasta hace unos años, de la paja que se enfardaba se guardaba lo justo para la casa, dado que en todas ellas había cuadras con ganado. El resto se enfardaba para venderlo o se quedaba en la pieza y se quemaba junto con el rastrojo. Actualmente son muy pocas las piezas en las que se abandona la paja, ya que como se ha dicho es aprovechada por agricultores especializados en recogerla y comercializarla. La quema del rastrojo se ha llevado a cabo desde siempre y es una práctica en decadencia. Con ella se pretendía eliminar la caña y paja del cereal que restaba tras la siega y se conseguía con sus cenizas un buen abono natural. El tiempo ha demostrado que el rastrojo se pudre con facilidad después de una buena labor de arada. El problema surge cuando no interesa recoger la paja; entonces en algunos casos, se recurre a quemarla junto con el rastrojo.
[[File:8.143 Descargando el grano en el remolque. Argandoña (A) 2003.jpg|center|600px|Descargando el grano en el remolque. Argandoña (A), 2003. Fuente: Juan José Galdos, Grupos Etniker Euskalerria.|class=nofilter]]
Ante el peligro y el riesgo de incendios que suponía la quema de rastrojos, la administración pública decidió eliminar dicha práctica. Durante los años ochenta del pasado siglo, la Diputación de Álava facilitó la adquisición y el uso de máquinas picadoras de paja, que esparcen lo picado por la pieza para facilitar su putrefacción. Por otro lado, decidió regular las quemas de rastrojos en los casos en los que su práctica era inevitable. Se regula tanto la época de su ejecución (día y hora) como la forma de llevarla a cabo (control por guardas forestales, construcción de cortafuegos en los ''orillos, ''respeto al medio ambiente, etc.). Hoy es el día en el que la mayor parte de la paja se aprovecha y el resto se pica.
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