Cambios

Saltar a: navegación, buscar
sin resumen de edición
En este orden una información semejante puede extrarse del análisis del cuadro de Pieter Brueghel el Viejo titulado ''Juegos de niños ''que se conserva en el Kunsthistorisches Museum de Viena. Según esta pintura, datada en 1560, los niños de Flandes jugaban en aquella época al aro, al escondite, a las canicas, a imitar oficios, a hacer procesiones, a las muñecas, a tiendas, al pañuelo anudado, a los bolos, a andar sobre zancos, al chorro-morro, etc. etc. Una buena parte de aquellos ochenta y cuatro juegos que representa el pintor flamenco se identifican con los que hasta tiempos recientes se han practica­do entre nosotros.
Decía Don José Miguel de Barandiarán que «en muchos de los juegos infantiles palpita el espíritu de generaciones que pasaron y se des­cubren huellas de antiguas creencias...». Para ilustrar esta afirmación aportaba este hecho: «En el juego llamado ''Konzglo, ''muy usado en Ataún (Guipúzcoa), el que pierde es obligado a ponerse agachado contra la pared y a sostener al vencedor (que está montado a horcajadas so­bre su espalda) , mientras no acierte el número de dedos que éste le coloca entre los hombros, diciendo al mismo tiempo: ''anda, manda, zenbat beatz. ''Es el mismo juego que el ''De codín de codán, ''de La Coruña, el de ''Recotín recotán ''de Sevilla, y el ''Bucca, bucca quot sunt hic? ''de los romanos» <supref>4José Miguel de BARANDIARAN. «Contribución al estudio paletnológico del pueblo vasco. El magismo» in OO.CC. Tomo V. Bilbao, 1974, [Nota 2], pp. 230-231.</supref>.
Otro ejemplo de larga persistencia es el que ofrece el juego de «Tres en raya» que en varias zonas de Vasconia recibe el nombre de ''Artzain jokua ''(Juego de pastores) . El poeta latino Ovi­dio, describió este mismo juego hace dos mile­nios en su ''Ars amandi (III, ''365-366) con estos versos:<supref>5Cfr. Rodrigo CARO. ''Días geniales o lúdricos. ''Madrid, Espasa Calpe, 1978, p. 163.</supref>
''Parva tabella capit ternos utrinque lapillos In qua vicisse est continuasse saos.''
Una pequeña tablilla recoge tres piedrecillas de ca­da uno de los dos jugadores / en la cual el haber vencido consiste en que sus (piedras) vayan segui­das una tras otra.
Juegos de gran arraigo como el infernáculo, llamado también entre nosotros el «truquemé», las tabas o las cunas han gozado de gran difu­sión fuera de Europa<supref>6F.V. GRUNFELD. ''Juegos de todo el mundo. ''Unicef. Madrid, Edi­lán, 1978.</supref>.
Las fórmulas o las canciones empleadas en los juegos nos remiten en ocasiones a creencias desvanecidas o a acontecimientos o personajes perdidos en la historia. Una retahíla utilizada en el área estudiada para seleccionar los jugado­res nos recuerda la fórmula mágica atribuida, actualmente, a las brujas:
''urrun, perro, klik.''
</div>
 
<sup>4</sup> José Miguel de BARANDIARAN. «Contribución al estudio paletnológico del pueblo vasco. El magismo» in OO.CC. Tomo V. Bilbao, 1974, [Nota 2], pp. 230-231.
 
5 Cfr. Rodrigo CARO. ''Días geniales o lúdricos. ''Madrid, Espasa Calpe, 1978, p. 163.
 
s F.V. GRUNFELD. ''Juegos de todo el mundo. ''Unicef. Madrid, Edi­lán, 1978.
Son sobre todo los cantos utilizados en los saltos de cuerda o en los juegos rítmicos los que retienen, a modo de los romances, alusiones a hechos pasados. Este es el caso de aquella can­ción de juego que recogió Juan Carlos Guerra en Mondragón el año 1915:
127 728
ediciones