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''A continuación se incluyen las descripciones detalladas de estos ritos tal y como las recogió José Miguel de Barandiarán en 1942.''
Todos los veranos tiene lugar ''Komunione haundia ''o comunión solemne que los niños de 12 años hacen en la iglesia. Un triduo preparatorio precede al día señalado, que suele ser domingo. Al retiro asisten todos los niños que hayan de hacer su comunión solemne y los que la hicieron el año anterior. Así, el miércoles 29 de julio de 1942, a las siete (hora alemana) '''de la '''tarde, un ''misionista ''"misionero" o sacerdote de la comunidad de misioneros diocesanos de Hasparren, dirigió una plática de media hora en vascuence a los niños reunidos al efecto en la iglesia; después, exposición y bendición de S.D.M. con cantos de ''O Salutaris Hostia y Tantum ergo ''entonados por los mismos niños; finalmente, preces de la noche en vascuence recitadas en alta voz por una niña. El día 30, a las nueve de la mañana, misa con cánticos que entonan los niños; a las diez, plática del ''misionista ''que explica en vascuence el sentido de la Comunión y el modo como han de conducirse en las ceremonias del día de ''Komunione haundia; ''a la tarde, otra plática del ''misionista; ''después, recreo; a continuación, nueva plática; a las siete, exposición y bendición de S.D.M.; finalmente, las preces de la noche. En los dos días siguientes, se repitieron los mismos actos, con la diferencia de que en el segundo los niños se confesaron con el ''misionista ''y en el tercero y en la mañana del cuarto hicieron lo mismo las personas mayores. Es costumbre que los familiares de los niños que hacen la comunión solemne, confiesen ''y ''comulguen con ellos en esta ocasión. El día 2 de agosto, antes de las nueve de la mañana, los niños -una cuarentena- se reunieron en la escuela parroquial. El clero, precedido de la cruz parroquial y de dos acólitos, se trasladó de la iglesia a la escuela. Delante de ésta se hallaban los niños formando dos filas; los niños delante y las niñas detrás. Aquéllos vestían traje negro o azul oscuro, camisa blanca y corbata blanca, y los que, entre ellos, iban a hacer su primera comunión solemne, llevaban como distintivo un lazo blanco prendido al brazo; las niñas vestían traje blanco y gran velo, también blanco, que cubriendo la cabeza les bajaba hasta los pies, y las que, entre ellas, iban a hacer su primera comunión solemne llevaban como distintivo una corona blanca en la cabeza, semejante a una guirnalda de flores. Cada niño o niña llevaba al brazo una vela de cera. Se organizó luego la procesión; precedía la cruz parroquial conducida por el vecino que tiene la costumbre de ser crucífero en estas y parecidas ocasiones; seguidamente, los niños en el orden que hemos dicho; detrás, los curas revestidos de roquete, salvo el preste que llevaba capa pluvial. Cantando ''Besta eder huntara y Ave Maris Stella, ''se dirigieron a la iglesia. En ésta ocuparon los niños los bancos delanteros (los niños a la izquierda y las niñas a la derecha); detrás se colocaron las mujeres en sus ''yarlekuak ''o asientos; los hombres, en las galerías. La iglesia estaba repleta de gente. Todos cantaron la misa con acompañamiento de órgano. Comulgaron los niños y, con ellos, las personas adultas en número de 700 por lo menos.
Cada una de las familias de los niños que hicieron aquel día su primera comunión solemne, completó la fiesta obsequiando en su casa con un banquete a sus parientes.
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