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Tecnicas de caza1

91 bytes añadidos, 07:33 23 jul 2018
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Los zorros también se han capturado mediante el empleo de cepos de hierro, en este caso de menor tamaño que los destinados para los lobos. Su uso se ha constatado en Bernedo, Valdegovía (A); Anboto-Olaeta, Belatxikieta, Triano (B); Améscoa, Larraun, Lezaun y Sangüesa (N).
Entre las distintas modalidades de cepos cabe destacar el de ''plato'', que se asienta en un sólido bastidor circular, y el de ''salto, ''con un solo punto de apoyo de las dos barras corvadas. Su colocación requiere mucho esmero y una limpieza meticulosa ya que gracias a su fino olfato el zorro es capaz de detectar la trampa incluso bajo tierra. Generalmente se emplaza delante de la madriguera tras estrechar la boca de salida para obligarle a pasar por encima de ella. Algunos también lo han utilizado en campo abierto recurriendo a un cebo para atraer al animal<ref>Ibidem, pp. 214-215.</ref>.
En Roncal (N) solían utilizar este artilugio para cazar zorros por la noche. Enterraban el cepo y echaban el cebo, consistente en sebo de oveja, alrededor de éste, no donde estaba la trampa porque el zorro se percataba de ello.  En Sangüesa se cazaban ''rabosos ''con cepos a los que se ponían como cebo cabezas o tripas de sardina. Se tapaban con tierra y briznas de hierba.
Satrustegui recoge la forma en que una de las personas consultadas preparaba esta trampa. Tomaba los pulmones y la cabeza de una oveja y daba un rodeo grande arrastrándolos hasta llegar a un lugar retirado al que no se acercaran yeguas, vacas ni ovejas y allí ocultaba el cepo. Para colocarlo bajo tierra hacía con un cuchillo un agujero de la medida del mismo, levantaba el tepe y lo colocaba de lleno, cubriéndolo a continuación con tierra de topera. Encima dejaba trocitos de queso, pequeños pedacitos de carne y cortecitos de sebo. A pesar de que el animal sospechaba acababa comiendo y solía quedar atrapado de una mano.
Un informante relata que por la zona de Zeanuri (B) para proteger el gallinero solían colgar a una cierta altura una gallina dentro de un saco y al pie ocultaban la trampa. El zorro saltaba yendo a parar en la caída al cepo<ref>IBABE, ''Unas notas sobre la caza en el País Vasco, ''op. cit., p. 7.</ref>.
[[File:FIGURA.png|RTENOTITLE_FIGURA]]
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