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Armarios alacenas y espeteras

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En las localidades encuestadas dicen con carácter general que en tiempos pasados el mobiliario de la cocina era escaso. A modo de ejemplo, en Pipaón (A) señalan que consistía en el escaño y la mesa panera, el escurreplatos, el tapadero y el cucharero. Algunas casas tenían pequeños armarios donde guardaban las ollas de barro, la aceitera y el salero, y el almirez.
Otro tanto se ha constatado en GautegizArteaga (B) donde junto al fuego se encontraba empotrado en un hueco de la pared un puchero de barro, ''lurrezko lapikoa'', que hacía las veces de un pequeño armario, ''lapiko-zuloa'', donde se guardaban los ajos, las cerillas, el mechero, etc.
[[Image:.png|thumb|left|{| style="border-spacing:0;margin:auto;width:4.283cm;" |- style="border:none;padding-top:0cm;padding-bottom:0cm;padding-left:0cm;padding-right:0.004cm;" || Fig. 338. Aparador. Ajangiz (B), 2011. |- |}]]En Busturia (B) en la cocina había dos huecos: uno llamado ''eskapulatxue ''o ''eskopoltxue'', abierto en la pared, en el que se guardaban el aceite, azúcar, jabón, etc., y en la parte superior se colocaba la radio o cualquier otro objeto; se cerraba mediante una puerta reforzada con dos ''akerrak ''con ''txaramel ''o zoquetillo, pues la cocina se llenaba de humo frecuentemente. El otro hueco se denomina ''tupiñe ''y se encontraba al lado de la chimenea en la parte izquierda, y consistía en un recipiente de hierro colado en el que los viejos guardaban la pipa. También en Amorebieta-Etxano (B) han consignado que junto al fuego había unos huecos en la pared que servían de pequeños armarios.
En Ataun (G), en una pared de la cocina, a un par de metros de altura sobre el suelo, había un puchero empotrado en el muro con la boca hacia fuera. Era el ''lapiko-zulo'', puchero depósito, servía para guardar pequeños objetos como el cincel, ''zulakaitz'', el taladro, ''takaiñe'', pedernal para encender el fuego, clavos, etc.
En Garagartza (G) dicen que una variante del armario escurridera es ''arasie'', que se cuelga de la pared, se trata de un mueble de 90 cm de largo por 50 de alto y 20 de fondo. Lleva a su izquierda un departamento con junquillos, de 54 cm, que se utiliza como escurreplatos y otro menor para depositar la vajilla. En algunas localidades ha sido común que en las baldas se colocara papel blanco con los bordes recortados, que a veces se hacían en casa y otras se compraban en las tiendas, en este caso generalmente a cuadros blancos y azules o blancos y rojos (Hondarribia-G). En Ezkio-Itsaso (G) había un armario para pucheros y otros objetos con su aparador, ''aasia'', para platos y fuentes.
En Sara (L) ''manka ''es un armario de tablas adosado a uno de los muros de la cocina donde se guardan diversas vasijas de uso frecuente enlas funciones culinarias. El aparador que se halla sobre este armario se llama ''alasi''. Va provisto de baldas, ''maila'', y barras de madera o listones, ''alasiko fara'', donde se apoyan los platos dispuestos en forma inclinada. El conjunto de ambos muebles se denomina ''mankalasi''. En él o en un muro se halla una pequeña caja de madera que es el salero, ''gatzontzi''. En Bernedo (A) el salero de madera con su tapadera solía estar colgado de un clavo cercano al armario de cocina.
[[Image:Picture 63863.png|top]] Fig. 339. Armario vajillero. Arraioz (Baztan-N), 1999. las funciones culinarias. El aparador que se halla sobre este armario se llama ''alasi''. Va provisto de baldas, ''maila'', y barras de madera o listones, ''alasiko fara'', donde se apoyan los platos dispuestos en forma inclinada. El conjunto de ambos muebles se denomina ''mankalasi''. En él o en un muro se halla una pequeña caja de madera que es el salero, ''gatzontzi''. En Bernedo (A) el salero de madera con su tapadera solía estar colgado de un clavo cercano al armario de cocina. En Abezia, Valle de Zuia (A) y Obanos (N) en la cocina o en la recocina se encontraba el vasar que era un mueble similar, en Bernedo (A) le llaman ''escudillero'', y es un armario o tabla para colocar las cazuelas, cuberteras y platos; en él solía colocarse la tabla para picar la carne y otros alimentos. En Andraka (B) también se ha constatado su existencia. En Markinez (A) el aparador se denominaba ''escubillero ''y en Apellániz (A), en las paredes se colocaba el ''escubillero'', vasar para platos, el ''levante'', estante para lo mismo, y el ''vasijero'', armario para guardar las cazuelas.
En Aintzioa y Orondritz (N) en la cocina había alacena con estantes abiertos. En ella se guardaban los utensilios, trébedes, calderas, ''radas ''(nombre que reciben las herradas con las que las mujeres acarreaban agua a casa y que las apoyaban sobre un almohadillado puesto en la cabeza llamado ''burute''). Además estaban allí los calentadores en los que metían brasas para calentar las camas en invierno; también la ''padera ''de asar castañas, las pequeñas chocolateras y otros recipientes de cobre y latón que las mujeres de la casa tenían siempre limpios y brillantes.
En Agurain, Berganzo (A); Aoiz, Izurdiaga, Lezaun y Luzaide/Valcarlos (N), en la cocina se hallaba el ''vasijero'', clásico mueble de cocina, con estas proporciones: 1,90 m de altura por 1 m de anchura y de fondo, de la mitad para abajo de 40 a 45 cm y de 18 a 25 cm en la parte de arriba. Tiene unas pequeñas patas sobre las que va un compartimento que cierra con dos hojas, sobre ellas sendos cajones; la parte superior sin cierre se distribuye en estantes de unos 20 cm de separación, con un listón de frente algo más alto que la mitad del hueco. En la parte inferior se colocan los pucheros y las cazuelas y en la superior los platos y las fuentes. El listón lleva como adorno un estrecho frontal de tela bordado a juego con el de la balda de la campana del fogón.
En Allo, Améscoa, Eugi, Obanos, Murchante, Valle de Roncal, y en Romanzado y Urraúl Bajo (N) en la cocina se encontraba la ''espetera ''o ''espedera ''que era una tabla o aparador del que colgaban los cacharros de cobre o de latón, jarros de metal, cuencos y otros útiles de cocina como la ''rasera ''o espumadera. En Artajona (N) eran algunas casas ricas las que sujeta a la pared tenían la ''espedera ''que la describen como una pieza de madera lisa o con labores geométricas, de la que salen dos filas de clavos de madera para colgar los objetos. En Allo (N) se ha consignado que en las casas ricas era costumbre limpiar y abrillantar concienzudamente estos elementos para las fiestas de la Magdalena o de la Cruz, pues aparte del uso propio cumplía la espedera la función de exhibir los útiles de la cocina<ref name="ftn4">Una informante de Allo dice que primeramente se les daba a los objetos una mano de tomate y ceniza, y luego para abrillantarlos les aplicaban una solución de vinagre y sal.</ref>. No todas las casas tení- [[Image:Picture 63864.png|top]] Fig. 340. Menaje de cocina. Bedarona (B), 2005. an tenían espedera, en cuyo caso colocaban los detalles que tuvieran en la repisa de la campana del fogón. En Allo y en Mélida (N) se ha consignado que había también en el hogar alacenas y armarios, empotrados o en rinconera, en los que se guardaba el menaje de cocina. En Mélida junto al mueble, cuando no había agua corriente, la vasija para el agua con la jarra para servirse encima. En Valtierra (N) las estanterías o alacenas donde se guardaba el material limpio de uso en la cocina se encontraban en la recocina o despensa.
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