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Simbolos piadosos

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Despojado el cadáver de cualquier objeto de adorno personal, completa la mortaja el rosario, enlazando las manos cruzadas sobre el pecho, y, a veces, una cruz (Artziniega, Berganzo, Bernedo, Ribera Alta-A; Durango, Portugalete, Orozko, Zeanuri, Zeberio-B; Beasain, Bidegoian, Telleriarte-Legazpia-G; Eugi, Lezaun, Obanos-N; Arberatze-Zilhekoa, Armendaritze, Gamarte, Lekunberri, Oragarre-BN; Azkaine, Beskoitze, Sara, Ziburu-L; Urdiñarbe y SantaGrazi-Z) . La costumbre de poner el rosario a las mujeres y la cruz a los hombres ha sido bastante general.
En Bermeo (B) se creía que la cruz adquirida en el Santuario de Aranzazu, tenía particular virtud. En Portugalete (B) se les ponía el rosario o la cruz entre las manos «como pidiéndole a Dios una gracia y para que se acordase del fallecido».
Cruz y rosario se han empleado y se emplean conjuntamente en no pocas ocasiones. En Zuberoa, sobre el lecho fúnebre se juntaban las manos del muerto y se les enlazaba con un rosario y entre los dedos se les metía una pequeña cruz hecha con dos trozos de cerilla bendita (mecha de cera)<ref>D. ESPAIN. “Des usages mortuaires en Soule” in ''Bulletin du Musée Basque'', VI, 1-2 (1929) p. 23.</ref>. Así lo constató José Miguel de Barandiarán en la localidad suletina de Liginaga, donde el rosario se colocaba en la muñeca derecha y una cruz hecha con cera bendita en las manos<ref>José Miguel de BARANDIARAN. “Materiales para un estudio del pueblo vasco: en Liginaga (Laguinge)” in ''Ikuska'', III (1949) p. 34.</ref>. También en Berriz (B) ponían en las manos del difunto una cruz de cera<ref>AEF, III (1923) p. 44.</ref>.
En Ezpeize-Ündüreiñe (Z) en las manos se le ponía un rosario y a veces un pequeño ramo de laurel. En Arano (N) , le colocaban entre las manos, una cruz y una cera encendida<ref>AEF, III (1923) p. 127.</ref>. Esta cera encendida puede tener relación con la costumbre observada en Lemoiz (B) donde «al cadáver se le ponía entre las manos una vela atada, en la creencia de que servía para que volviese al mundo» (el día del Juicio Final) .
En Izpura (BN) señalan que los objetos que le acompañaban eran los que hubiera requerido el moribundo.
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