Este juego recogido en Allo (N) y Portugalete (B) se jugaba tanto con alfileres como con palillos. Se cogían diez o quince alfileres o agujas apretados en un puño. Apoyando la mano en el suelo, se abría dejándolos caer. Los jugadores, por orden de tirada, tenían que ir separándolos del montón, uno a uno, pero sin mover ninguno de los otros. Para hacerlo se valían de un alfiler. Los alfileres pasaban a ser propiedad de quien los extraía y si se hacía mala, cedía su turno al siguiente compañero.
En Altzai (Ip) se ha recogido un juego de alfileres, «Jeu d'epingles», practicado por niñas. Con tiza se trazaba un círculo al que se lanzaban alfileres de distintos colores desde una determinada distancia. Las jugadoras trataban de introducirlos en el círculo uno por uno. A continuación mediante un impulso dado con el dedo índice plegado contra el pulgar se trataba de sacar los alfileres de las adversarias, de uno en uno, fuera del redondel.