Juego recogido en Zeanuri (B). La adivinanza consiste en acertar en qué casa o a qué familia de la vecindad corresponde una descripción estereotipada de sus componentes. La fórmula introductoria es Bizi dire, bizi dire... que equivale a «En una casa viven, viven...».
A continuación se enumeran sus componentes agrupados siempre en estas cuatro categorías:
— Gizon, hombre. Pertenecen a esta categoría aquellos que «han tomado estado»: casados, viudos y sacerdotes.
— Andra, mujer: casadas y viudas.
— Mutil, chico: varones sin «estado», desde un recién nacido hasta un soltero anciano.
— Neskatxi, chica: solteras desde niñas hasta ancianas.
Un caso de adivinanza: «Etxe baten bizi dire, bizi dire: iru gizon, andra bat, lau mutil eta sei neskatxi». (En una casa viven, viven: tres hombres, una mujer, cuatro chicos y seis chicas).
Podría responder a una familia compuesta por:
— El abuelo, el padre y el sacerdote hospedado en ella (gizonak).
— La madre (andra).
— El tío soltero y tres hijos (mutilek).
— La tía-abuela soltera, la tía soltera, tres hijas y una criada (neskatxiek).
Aquél que acierta pasa a proponer una nueva descripción. Si ninguno del grupo lo hace, el que ha formulado la adivinanza identifica la casa pero si ha cometido un error por haber omitido algún miembro o por haberlo asignado a una categoría errónea, pierde su turno.
El ámbito de indagación eran las familias que componían un vecindario y antes de iniciar el juego se determinaban los límites. La existencia de familias extensas (abuelos, padres, hijos) ofrecía numerosas ocasiones que se prestaban a equívocos. Era un juego de invierno, a veces de ámbito familiar.
Este juego de adivinanza es a la vez un ejercicio de conocimiento del grupo vecinal y ofrece interés por la clasificación de las personas por sexos y «estados».