En Artziniega, Gamboa (A) y Portugalete (B) se describe un juego con el nombre de «A la porra». Consiste en que varios participantes tomen tres piedras cada uno y saquen en el puño cerrado las que previamente decidan, o ninguna, tras haber mantenido las manos a la espalda con la finalidad de ocultar su decisión a los demás compañeros. Luego apuestan sobre las que hay en total. Se trata de un juego en el que los niños imitan a los mayores, aunque los chavales no apuestan nada o en todo caso una prenda. En Artziniega este juego también se llama «A los chinos» y con este nombre está muy extendido en muchos lugares del país.