A cara o cruz. Idor ala busti?
Consiste sencillamente en lanzar una moneda al aire tras haber elegido dos contrincantes entre las únicas opciones posibles: «cara» o «cruz». En Viana (N) «cara» o «culo». En Donibane Garazi (Ip) «kurutx ala pu» y en Uharte-Hiri (Ip) «Kutx ala pila», mientras que al juego llaman «Kaskia». Se puede dejar caer la moneda al suelo o bien, el mismo que la ha lanzado, cogerla en la palma de la mano. El que ha elegido la cara que en la moneda queda hacia arriba, es el ganador.
Este sistema se ha empleado para seleccionar los miembros de los equipos y para determinar quién empieza el juego. En el primer caso, dos de los participantes, a los que podemos considerar como capitanes, son los que optan por una de las caras de la moneda de modo que el que acierta empieza a elegir a los integrantes de su equipo, después lo hace el otro y así se alternan hasta completar los dos bandos. En el segundo caso, el acertante inicia el juego.
Sin embargo el empleo de monedas no fue frecuente en tiempos pasados ya que hasta hace unas cuantas décadas era raro que los niños dispusiesen de ellas. En su lugar, en Carranza (B) se utilizaba un trozo de teja o de cayuela plana en una de cuyas caras se escupía. El lado mojado recibía el nombre de vino y el seco de pan. Se procedía a la elección y al lanzamiento de idéntica forma a como se ha descrito antes. En Viana (N), al igual que en la localidad anterior, utilizaban una piedra plana con una cara mojada con saliva, a la que también denominaban vino, en contraposición a la otra, que era pan. En Elorrio (B) empleaban con la misma finalidad la fórmula «legor ala busti» y en Donibane Garazi (Ip) «idor ala busti». En Valdegovía (A), donde ocurre lo mismo, les asignaban, en cambio, los nombres de cara o cruz. En Portugalete (B) empleaban una piedra plana que tuviese las caras diferentes y si no, escupían en una de ellas.
En Lezaun (N), hasta los años cincuenta, en los juegos en los que únicamente se requerían dos jugadores era habitual echar una piedra plana al aire en una de cuyas caras había marcada una cruz.
Además de monedas, en Gamboa (A) han empleado chapas y en Durango (B) baturros, tapas de las cajas de cerillas.