El pan ofrecido a los mendigos
El pan también se besaba antes de ofrecérselo como limosna a los mendigos (Durango-B, San Román de San Millán-A, Améscoa Baja, Viana-N). En Salvatierra-Agurain (A) el ósculo se daba en presencia del pobre. En Obanos (N) se decía que si no se daba previamente el beso, la limosna no era válida.
A veces el mendigo también lo besaba a su vez al recibirlo. En Portugalete (B), afirman que los pobres solían besar el trozo y luego daban las gracias.
Por otro lado, en muchas localidades se creía que los niños con dificultades en el habla que comieran un mendrugo de pan entregado por un pobre, quedaban curados.