El soporte de madera
La madera ha sido el principal material, si no el único, con el que se ha construido el armazón de los tejados. Sólo a medida que se ha ido introduciendo el hormigón ha sido sustituida por éste. Aun así la madera es mayoritaria en todas las casas construidas en tiempos pasados.
En el Valle de Zuia (A) el entramado de la cubierta de los caseríos se realiza siempre con madera. A ésta se le da diferente tratamiento en su preparación dependiendo de dónde vaya a ser utilizada. Así en correas y cabrios se emplean maderas en rollo descortezadas de medianas escuadrías, reservando para los elementos sustentadores de aquéllos (sopandas, gallur) las escuadrías mayores y de mejor talla.
En Sangüesa (N) toda la viguería de los tejados es asimismo de madera en rollo. En Gorozika (B) la armadura del techo es igualmente de madera. En Ortzaize (BN) las tablas que se colocaban sobre los cabrios, laxken, se obtenían astillando madera de castaño y trabajándolas a hacha.
En Portugalete (B) a finales de los años setenta del siglo XX los porcentajes de los materiales en el casco antiguo eran los siguientes:
- Viguería de madera 89,7%
- Viguería de hormigón armado 10,3%
En Astigarraga (G) la estructura o armadura de la cubierta es de madera en las casas más tradicionales y de hormigón en las más modernas.
En Aoiz (N) los tejados tienen todos armazón de madera a excepción de los pisos que se sitúan en bloques y de algunos chalets adosados. Se tiene a la madera como el mejor material para la realización de la armadura de los tejados, por ello las nuevas casas unifamiliares incluyen este material.
En cuanto a las clases de madera empleadas, en tiempos pasados las posibilidades eran más restringidas. En todo caso, como es obvio, se talaban los árboles de la zona en la que se ubicaba la construcción. Así se ha constatado en Elosua (G), donde la obtenían de sus propios bosques. Habitualmente solían cortar de antemano los troncos para tenerlos en condiciones para su uso. También en Beasain (G) la utilizada era casi en su totalidad de roble, para lo cual se talaban y labraban convenientemente los árboles necesarios, generalmente provenientes de los bosques de la casa matriz.
Dado que el territorio estudiado pertenece a dos vertientes, una atlántica y otra mediterránea, el arbolado varía de una a otra. Es dominante el uso del roble, considerado el mejor material para estos menesteres por su dureza y resistencia; la mayor variación se presenta en las maderas consideradas más blandas que se utilizan como soporte de la teja.
En Eugi (N) en el armazón del tejado el solivo o cabrio y la tabla de ripia sobre la que se colocaban las tejas eran de madera de castaño o roble. En Ortzaize (BN) también de roble y castaño. En Berastegi (G) y Añana (A) de roble.
En Berganzo (A) las vigas maestras son de roble; los cabrios de madera de chopo, roble o haya. Las chilas son tablas de 15 cm de grosor por 3 m de largo. En Moreda (A) la armadura del tejado era de vigas de madera de roble, olmo o chopo.
En Lezaun (N) las vigas principales, las cadenas, son de roble. Las maderas o cabrios que se asientan sobre éstas se procuraba que fueran de chopo, menos pesado y más fácil de trabajar, y en su defecto de haya. Las tablas que se utilizaban como apoyo para las tejas eran de roble y también de haya. Como en el pueblo no hay chopo, los albañiles y carpinteros se quedaban frecuentemente con lotes que se subastaban en los pueblos cercanos, principalmente Riezu. El haya y el roble eran del monte del pueblo. En algún caso se ha utilizado pino de especies de repoblación, que provenía de Urbasa. Debido a la cercanía de esta sierra y a que todos los navarros, al hacer una casa, tenían y tienen derecho a solicitar madera, los de Lezaun también se aprovechaban de esta circunstancia. Cuando la madera no era de su gusto hacían como los solicitantes de pueblos más alejados, la vendían a madereros y el dinero lo utilizaban para los gastos de construcción. Este derecho, desconocido para gran parte de los navarros, aún hoy es utilizado por los naturales del pueblo incluso cuando algunos compran piso en Pamplona. La madera empleada para la construcción en el pueblo era cortada por carpinteros locales a tronzador y posteriormente en serrería. Principalmente se han utilizado haya, chopo y pino.
En Obanos (N) los tejados más antiguos eran de roble, en la actualidad son de roble o de chopo. Según los informantes el chopo es muy bueno porque no se apolilla pero es muy sensible a la humedad y por eso no sirve para las partes del tejado expuestas al agua.
En Viana (N) para los armazones de los tejados utilizaron grandes maderos de pino. Se ha documentado que procedían de Marcilla (N), puerto almadiero en el río Aragón por el que descendían los maderos, colocados en almadías, desde los bosques pirenaicos navarros y aragoneses.
En Mélida (N) los maderos se traían en almadías que bajaban desde el Valle de Roncal por el río Aragón. Solían juntarse hasta siete almadías ya que surtían de madera a todos los pueblos de la zona. Los cañizos que se empleaban en los techos se compraban en el pueblo a gente que los traía de Arguedas.
A diferencia de lo visto hasta aquí, en algunas poblaciones se ha utilizado un material más endeble: el cañizo, que quizá haya sustituido la función de la tabla por la progresiva deforestación de la zona.
En Artajona (N) para el soporte de la teja se han adoptado distintos sistemas. El que parece más primitivo es el de colocar las tejas sobre maderas clavadas a los solivos en sentido perpendicular. El procedimiento más común hasta mediados del siglo XX fue el de las bovedillas de yeso con trozos de teja y losetas, colocadas sobre cimbras de madera. El sistema de cañizos es relativamente moderno; se generalizó en la primera mitad del siglo XX. Los cañizos, que consistían en un tejido de cañas de forma rectangular de 2 x 0,75 m, se colocaban clavados sobre el maderaje de la techumbre, luciéndose por el interior para evitar corrientes de aire, frío o calor. No se lucían en pajares o construcciones similares; en este caso la teja descansa directamente sobre el cañizo.
En Allo (N) en las casas de tres y cuatro vertientes, consideradas como nobles, la cubierta suele ser de tablas de roble sobre las que se colocan las tejas. Sin embargo, la cubierta más corriente es la de bovedillas de yeso con trozos de tabla y teja; también los cañizos lucidos con yeso.