Escaleras interiores
En la parte meridional del territorio estudiado, en la construcción de escaleras se han utilizado materiales como el yeso y el ladrillo mientras que en la zona más septentrional se ha recurrido a la tabla. En todo caso también está presente la piedra más si cabe cuando las escaleras de acceso a la casa son exteriores. A veces las que sirven para subir de la planta baja a la primera cuentan con un primer tramo de piedra y el segundo de madera.
En Lezaun (N) los escalones eran de atoque[1] de roble con ladrillo macizo hecho a mano o con pavientos más o menos decorados que se compraban en Estella. El barandado estaba compuesto de un pasamanos de madera, unos balaustres de hierro macizo y de un centímetro aproximadamente de grosor y de otro larguero de madera en su parte inferior llamado banzo. El banzo iba unido a las gradas con ladrillo enlucido de yeso a modo de rodapié. Con frecuencia el último tramo de escaleras hasta el pajar era únicamente de yeso y ato-que, y en cualquier caso no presentaba el aspecto encerado y cuidado de los tramos inferiores. Las escaleras estaban separadas de la entrada por una puerta que impedía el paso del ganado y de olores.
En esta localidad la correa de la escalera puede estar hecha de dos formas: El descansillo o tramo horizontal está formado por tres maderas unidas por una bóveda de yeso; en la madera que da al hueco de la escalera se hacen unas muescas donde se ponen otras tres maderas para el tramo ascendente y tres más para el descendente. Estas maderas también van unidas con bóvedas de yeso y sobre este conjunto se hacen los peldaños. La otra forma consiste en que tanto el descansillo como los tramos ascendentes o descendentes estén hechos de bóvedas de ladrillo y yeso; sobre este conjunto se ponen los peldaños que lógicamente requieren un poco más de relleno para regularizar las curvas, no muy pronunciadas, que forman estas bóvedas.
En Allo (N) suelen ser de ladrillo cocido con atoques o cantos de madera, salvo en las casas más nobles que las tienen íntegramente de piedra.
En Artajona (N) se hacían generalmente montando unas cimbras de tablas y poniendo sobre ellas el yeso. El uso del ladrillo es más moderno. Los escalones eran generalmente de yeso aunque en ocasiones se ponía encima ladrillo y los bordes, atoques, de madera.
En San Martín de Unx (N) para construirlas se comenzaba por la caja, que se hacía de medios cañizos y un alfa de ladrillo macizo del pueblo. Luego en cada correa de la escalera se ponían tres maderas no muy gruesas, haciendo dos bóvedas con yeso y trozos de teja.
En Mélida (N) la escalera de la vivienda tenía dos tramos y una barandilla de madera pintada. Entre ambos tramos podía haber un descansillo rectangular sobre el que se ubicaba un ventanuco de madera para favorecer la ventilación. Los peldaños estaban realizados con baldosas que en ocasiones combinaban los colores rojo y amarillo. Los cantos de los peldaños eran de madera, que a fuerza de limpiarlos con lejía acababan blancos.
En Moreda (A) las escaleras que comunican con la primera planta son de piedra en sus primeros peldaños y de cerámica y atoques de ladrillo en el resto.
En Berganzo (A) eran de piedra, baldosas rojas o madera, en este caso de tablas o de maderas sueltas colocadas como la tarima.Fig. 164. Escalera de madera con el primer peldaño de piedra. Ajuria (B), 2011.Fig. 163. Escalera de baldosas coloreadas. Mélida (N), 1997.
En algunas poblaciones se observa una cierta transición entre un modelo y el otro en el sentido de que aparecen casas con escaleras de diferentes materiales.
En Monreal (N) las escaleras para acceder de una planta a otra eran de madera o, en el caso de las más antiguas, de ladrillos rojos cuadrados con un travesaño de madera.
En Améscoa (N) muchas casas llevan barandados de roble con balaustres torneados, en otras el pasamanos es también de madera pero los barrotes de hierro. Los peldaños de ladrillo y yeso con atoques de roble. En la casa de un agricultor pudiente los peldaños del primer tramo son de piedra y los restantes de ladrillo y yeso con atoques de madera. En cambio, en la casa de un jornalero, los peldaños eran de madera de roble.
En cuanto a las escaleras de madera suele ser frecuente que al menos el escalón de arranque sea de piedra. En Isaba, Urzainki y Uztárroz (Valle de Roncal-N) eran de piedra al principio y luego de madera cortada a hacha.
En Andoain (G) las piezas de los costados de la escalera, eskallera, donde se apoyan los peldaños, mallak, reciben el nombre de bantzuba. El primer peldaño solía ser en general de piedra. El término de la escalera se llama eskallburuba, literalmente cabecera de la escalera, y el barandado, barandak. En los caseríos donde hay más de un piso las escaleras de subida se hallan separadas una de otra.
En Agurain (A) encontramos varios tipos. En una casa de labranza la escalera, salvo la primera grada de piedra, es de tabla de roble y la caja de la misma continúa hasta el desván.
En otra casa de labranza, la primera grada es de piedra blanca y sobre ella se apoyan los banzos que se ensamblan con la armadura de la mesilla y desde ésta con el suelo del piso. Sobre ellos se colocan las gradas de las escaleras que son de tabla de roble de tal manera que la de cubierta presente un vuelo de unos 25 mm. En muchas casas son macizas y reciben el nombre de tachones. La escalera se presenta cerrada con un tabique y para que ocupe el menor espacio posible, la de subida al desván arranca de una habitación y se halla tabicada hasta el suelo de la misma.
En una casa de la Calle Mayor de esta localidad alavesa la escalera se presenta encajonada y en el tejado hay un amplio lucero para la iluminación de la misma. Las gradas son de tabla de roble, las mesillas de ladrillo y la balaustrada del primer tramo presenta balaustres de los clásicos torneados y de mayor diámetro hasta el primer descansillo; después de unos 35 mm hasta el desván.
En otra casa de una calle distinta la escalera tiene las gradas de tabla de roble hasta llegar al segundo piso y desde éste al desván son de tachones macizos. Las mesillas o descansillos de la escalera y el entarimado completo de los dos pisos son de tabla de roble bien labrada con azuela y machihembrada, fijada con clavos de pequeña cabeza. En cuanto a la balaustrada tiene zócalo y los balaustres y pasamanos son de roble. Las pilastras se muestran redondeadas y los balaustres torneados.
En Apellániz (A) la escalera, de roble, suele ser de dos tramos unidos por un descansillo o escalerón.
En Liginaga (Z) las escaleras son de madera y las que suben a los pisos reciben el nombre de eskeleak.
En Donoztiri (BN) las escaleras fijas de madera para subir a los pisos reciben igualmente el nombre de eskeleak y las de mano o móviles se llaman zuebiak.
- ↑ Se llama atoque al travesaño de madera que forma el borde de cada peldaño.