Juegos del estilo de «A chorro-morro»
Hacia los años veinte, en el barrio bermeano de Alboniga (B) se entretenían con un juego denominado «Arre-arreka». Uno de los participantes, inclinado hacia adelante, se abrazaba a un árbol, poste o soporte similar. A su vez, un segundo introducía su cabeza entre las piernas del primero, asiéndose a él. Los demás niños saltaban «a caballo» sobre éstos y perdían los dos primeros en caer, que eran los que se colocaban en la siguiente ronda.
En los años sesenta y en el núcleo urbano de Bermeo este juego recibía el nombre de «Andaka» (llevar en andas). Lo practicaban niños y niñas juntos cuando eran pequeños, y después sólo chicos. Era similar al anterior: Uno de los intervinientes se ponía contra una pared y otro agarrado a él. Los de la cuadrilla saltaban sobre ellos intentando los primeros llegar lo más adelante posible con el fin de dejar sitio a los demás. Los que se caían del montón que se iba formando eran los que se colocaban debajo en la siguiente tanda. Actualmente sigue en vigor.
En Zerain (G) se juega aún hoy en día una modalidad casi idéntica llamada «Aurre-aurreka» o «Marro-marro». Se eligen dos chicos mediante alguno de los procedimientos conocidos y el primero se coloca inclinado con los brazos apoyados en un banco del pórtico y sobre ellos la cabeza. Permanece con las piernas separadas para que el otro chico introduzca su cabeza entre ellas de modo que pueda apoyar las manos en el suelo. Los demás participantes saltan a horcajadas sobre ellos tras coger carrerilla. Si alguno cae, se tiene que colocar debajo en sustitución del que está agachado, que pasa a saltar. Si los que permanecen debajo ceden ante el peso excesivo que deben sostener o como consecuencia del golpe propinado por los saltos de los participantes, todos se les echan encima. Se considera propio de chicos y se practica durante todo el año. Cuando las condiciones climatológicas son adversas se juega en el pórtico de la iglesia.