La casa de la Ribera del Ebro (Valtierra)
Hay varios tipos de vivienda, cuyas características se han ido repitiendo en los pueblos asentados en el final de las Bardenas Reales y la vega del Ebro.
La que aquí se describe es la casa de labranza, representativa de una mayoría de la población dedicada a labores agrícolas. Para ello hay que hacer previamente una precisión sobre las condiciones geológico-geográficas que caracterizan estas zonas. Las casas están construidas en zona esteparia y en suave declive hasta llegar a la vega. Esto se ha respetado hasta el último tercio del s. XX, en el que se habilitó terreno agrícola para convertirlo en industrial y urbano. Por esa razón la estructura de estos pueblos es estrecha pero muy larga. Otra característica es que el subsuelo no es muy estable y sólido. Entre ocho y diez metros de profundidad se encuentran vías de agua importantes, que hubieran dado lugar a pozos artesianos si el agua hubiera sido potable o de salinidad baja. Eso conlleva el que los edificios no tengan una vida prolongada, que necesiten reparaciones o reconstrucciones frecuentes para que no se agrieten o haya derrumbes. Esta circunstancia se puede apreciar en casas y solares actuales de la calle Mayor y de la Iglesia parroquial.
Las casas de labradores que se mantienen bien presentan unas características de construcción similares. Los cimientos, de piedra, grava, cascajo y cemento, están reforzados con barras de hierro y alambre para darles mayor consistencia. Las paredes y muros son de ladrillo, las columnas y los suelos-techos, de hormigón también reforzado. El ladrillo está revestido de yeso, tanto interior como exteriormente y blanqueados o pintados después.
Las casas de los labradores tienen características similares de construcción y distribución, pero con una diferencia orográfica a tener en cuenta: 1) Viviendas con fachada y entrada en una calle, y portón para el ganado, carros, tractor, etc., en la parte de atrás, con salida a otra calle. (Así eran los números pares de la calle La Bardena). 2) Viviendas con acceso a la casa y a los corrales por la parte de la fachada, pero con accesos distintos: puerta de entrada y portón dan a la misma calle o vía, por lo que las fachadas de éstas son más anchas que las otras.
Las demás características son similares: fachada de tres plantas con orientaciones varias, obligadas por el diseño de las calles. La que hemos recogido está orientada al norte la parte de atrás y al sur la de la fachada. La planta baja suele tener dos ventanas, puerta de entrada a vivienda y portón de acceso para carros, animales, aperos y cargas. Después tractores y remolques. Hoy día, patio y aparcamiento de coches.
La distribución interior responde al siguiente esquema: la cocina y recocina o despensa, sala de estar con chimenea, escalera de acceso a plantas superiores y puerta a corral, establos, pajar, etc. Esta distribución les permitía hacer la vida diaria teniendo todo más a mano y porque en verano era más fresca la planta baja. Esta vivienda tenía la bodega en la parte de atrás, al norte. Todavía la conservan en funcionamiento para hacer el vino y conservarlo en barricas o toneles, al igual que jamones y otras conservas. Hoy día el corral es un patio de cemento, los establos y el pajar han derivado en almacén y taller de floristería, un baño y un amplio comedor-estar con acceso a la bodega. En el patio hay una escalera exterior para acceder a los graneros, aunque hoy en día, es el acceso a dos apartamentos que están habilitando.
La primera planta de la vivienda tiene también cocina grande y despensa, sala de estar con chimenea, cuarto de baño completo y cuatro habitaciones, dos de ellas con ventana a la parte del corral o patio. En invierno, con menor actividad agrícola, solían hacer la vida en esta planta, ya que estaba más acogedora y con mejor temperatura. En la fachada encontramos dos ventanas, alineadas con las de la planta baja, y un balcón-mirador sobre el portón. En la segunda planta tenían otros graneros y alguna habitación más para familiares o peones de confianza, que acababan agregados a la familia formando parte de la misma. Hoy en día, la segunda planta está rehabilitada como piso completo. Sería la vivienda del hijo que se casara. En la fachada vemos otras tres ventanas en consonancia con las de las otras plantas y que corresponden a tres habitaciones abuhardilladas. La cocina con despensa, baño y otra habitación, con pequeña galería, salen a la parte de atrás, que hoy es patio.
Los tejados suelen ser a dos aguas, montados sobre vigas de roble, por lo general, cubiertos con tejas curvas, de color amarillento-anaranjado y rematados en pequeño alero para proteger las paredes del agua de lluvia y nieve. Las vigas de los tejados dan lugar a la cubierta hecha con cañizos (paneles de caña entretejida), e impermeabilizada con una capa de barro arcilloso, en el que se asientan las tejas. La chimenea suele ser de obra, con remate de plancha de hojalata en forma de paraguas.
Se indicaba al comienzo que hay varios tipos de vivienda y además de la casa de labranza tenemos las cuevas habitadas como colgadas en la estribación final de las Bardenas, que en tiempos pasados fue la vivienda de un tercio de la población. Para animar a la población a abandonarlas, se construyeron las casas baratas subvencionadas. Así surgió el conjunto de Katanga, a las afueras de Valtierra, hacia la muga con Arguedas y en terreno estepario.