Obsequios a los participantes en las exequias
Tradicionalmente, la familia del difunto prestaba especial atención a quienes hubieran intervenido activamente en el entierro y en las exequias. Entre éstos estaban los sacerdotes, los monaguillos y el sacristán, los portadores del féretro y el enterrador. Había lugares, como veremos, en que estos obsequios se extendían también a los niños y a los pobres.