Prácticas para asegurar la salvación
Existe la posibilidad de asegurarse en vida la salvación del alma para lo cual se deben observar ciertas prácticas de naturaleza religiosa.
Se ha considerado que si al morir se lleva al cuello una medalla de la Virgen del Carmen se va directamente al cielo, pero es condición indispensable portarla siempre ya que se debe tener puesta en el momento de la muerte. Con anterioridad a la medalla era costumbre llevar un escapulario de tela.
Otra práctica ha consistido en comulgar los nueve primeros viernes de mes seguidos. Esta ha sido menos popular y extendida que la anterior.
También ha sido costumbre rezar para conseguir una buena muerte. Tras el rosario se rezaba un padrenuestro a San José para que «alcanzase una buena muerte a los peticionarios».