Radio, televisión y nuevas tecnologías
En localidades rurales es bastante general el dato de que las primeras radios y sobre todo las primeras televisiones se colocaron en salones parroquiales o clubes sociales a donde acudía la gente a escuchar y ver los programas que se emitían. También recogen las encuestas el hecho de que durante la Guerra Civil se congregaba la gente en torno a un aparato de radio para seguir los partes de guerra y la evolución de la contienda. Al principio sólo disponían de radio las familias acomodadas y luego los bares, los aparatos eran grandes y se solían colocar en una repisa o sobre la mesa de la cocina cubriéndolos con un paño o poniéndoles unas cortinas para que no se mancharan. También transmiten los informantes la percepción de que ambos aparatos acompañan mucho a la gente mayor y a quienes tienen dificultades para salir de casa.
En los años treinta eran pocas las familias que disponían de radio en casa, en los cuarenta se fue difundiendo su uso y se generalizó entre las décadas de los cincuenta y comienzos de los sesenta (Abezia, Agurain, Bernedo, Moreda, Pipaón, Ribera Alta, Valle de Zuia-A; Bedarona, Gorozika, Orozko, Zeanuri-B; Berastegi, Elgoibar, Oñati-G; Eugi, Izal, Izurdiaga, Lezaun, Monreal, Murchante, Valtierra-N). Unos años más tarde se difundieron las radios portátiles de transistores. En Apodaca (A) recuerdan que la primera radio se escuchó en la localidad en 1950 para los campeonatos mundiales de fútbol.
En Amorebieta-Etxano (B), en el casco urbano, la radio se conocía antes de la Guerra Civil, en los años cincuenta ya era corriente y en los sesenta se extendió a los caseríos. Cuando se difundieron las radios de pilas, hasta los pastores escuchaban la radio mientras cuidaban el rebaño.
En Beasain y en Zerain (G) la radio se difundió masivamente en los años cincuenta como en la mayoría de las localidades mencionadas, pero los informantes hacen notar que el establecimiento de dos pequeñas emisoras de radio en sendas localidades próximas, Segura y Loyola, influyó decisivamente en ello debido a que transmitían el rezo diario del rosario en euskera en favor de los difuntos y anunciaban las esquelas de los fallecidos.
Respecto de la televisión es común el dato recogido en muchas localidades de que comenzó a verse en los años sesenta, se introdujo en las casas en los setenta, y la televisión en color en el decenio siguiente. Así se ha constatado en Añana, Berganzo, Pipaón, Ribera Alta, Valdegovía y Valle de Zuia (A); Amorebieta-Etxano, Bedarona, Gorozika, Orozko, Zeanuri (B); Berastegi, Elgoibar, Hondarribia, Telleriarte (G); Allo, Aoiz, Eugi, Goizueta, Izal, Lezaun, Monreal, Obanos, Sangüesa, Valtierra y Murchante (N), localidad esta última donde dicen que también en los setenta aparecieron los tocadiscos. En muchos pueblos las televisiones al principio necesitaban que se colocara un adaptador de corriente por las importantes alteraciones que se daban en el suministro de la energía eléctrica.
En Moreda (A) proporcionan el dato de que la televisión llegó en 1960, se adquirió por suscripción popular y se instaló en un centro social para que la pudieran ver los vecinos que acudían sobre todo los domingos por la tarde. Pasados unos años se generalizó su uso. En Bernedo (A) el hecho de que en los pueblos de la comarca hubiera dinero gracias al cultivo de la patata de siembra, permitió que en los años sesenta y setenta se pudieran comprar radios y televisores. En Abezia (A) se ha consignado que en los años setenta todavía había muchas casas que no disponían de televisión y en Beasain (G) se ha recogido que en los caseríos no entró la televisión hasta la década de los setenta y en algunas casas incluso más tarde, cuando comenzaron las emisiones en euskera.
Al principio, la televisión se colocaba en la cocina que era y es, a menudo, el lugar donde más tiempo pasa la familia; algunos la ponen en el cuarto de estar. Hoy día, sobre todo en viviendas de núcleos urbanos hay varios aparatos de radio y televisión repartidos por la casa: en la cocina, en la sala, en el dormitorio. En algunas encuestas se señala que esta situación es más frecuente donde vive gente joven que gusta de tener la televisión en su habitación. Algunas radios antiguas sirven ahora de elemento decorativo.
Hoy día casi todos los hogares tienen además de televisión, vídeo, cadena musical y equipos similares. En Hondarribia (G) señalan que los equipos de música se introdujeron a mediados de los sesenta, el vídeo hacia 1990 y los discos compactos a mediados de los noventa. En Aoiz (N) dicen que los casetes y las radiocasetes comenzaron a utilizarse en la década de los setenta, los vídeos en la segunda mitad de los ochenta y las cámaras de vídeo en los noventa.
A finales de los años noventa del siglo XX se comenzaron a introducir en las casas los ordenadores personales. En torno al año 2000 se extendió el uso del correo electrónico e internet, que en muy poco tiempo han adquirido gran relevancia, llegando en buena medida a sustituir al correo postal y a la consulta de las enciclopedias. Las administraciones públicas han tomado a su cargo la difusión de estas tecnologías en las áreas rurales donde están siendo bien acogidas.
Otras tecnologías como el teléfono móvil, aparatos electrónicos de audio con las denominaciones MP3, MP4, iPOD, etc., se están implantando con gran celeridad, sobre todo entre los jóvenes.