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El fuego nuevo de Pascua. Su berria

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También en la década de los cuarenta recogía esta costumbre de labios de una vecina de Zugarramurdi (N): por Sábado Santo, ''Bazkolarunbata'', sábado de Pascua, cada familia llevaba a su casa unos carbones de los que en tal día bendecía el cura en la iglesia parroquial. El que los llevaba, antes de entrar en casa, anunciaba su llegada a quienes se hallaban dentro, dando un grito. Entonces uno de casa tomaba un tizón encendido del hogar, ''itxingia'', y lo lanzaba por la ventana más allá de la línea de la gotera del techo, ''legorretik urrunago''. Seguidamente los carbones bendecidos eran introducidos en casa y depositados en el hogar<ref>José Miguel de BARANDIARAN. “De la población de Zugarramurdi y de sus tradiciones” in ''Homenaje a Odón de Apraiz''. Vitoria: 1981, p. 63.</ref>.
[[File:2.426 Ficha 990 cuaderno n.º 11 Archivo P. Donostia.JPG|framecenter|600px|Ficha 990, cuaderno n.º 11, Archivo P. Donostia. Fuente: Archivo P. Donostia.]]
En Antzuola (G), por Sábado Santo los muchachos, al repartir fuego bendecido, yendo de casa en casa, gritaban: ''Abe Maria sugarri, etxe onetan ze barri''? (Ave María, el [nuevo] combustible. ¿Qué novedad en esta casa?). Llevaban el fuego de manera original: en la punta de un asador fijaban un gran pedazo de yesca encendida y en los bolsillos muchos pedacitos de la misma materia. Dejaban dos de éstos, ya encendidos, en cada casa. Con el dinero que recogían hacían una merienda.
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