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Ya en los años 1920 constató Barandiaran que era general en Vasconia el uso de piedras empotradas en el suelo para marcar los límites de un terreno de propiedad privada o comunal<ref>José Miguel de BARANDIARAN. ''El mundo en la mente popular vasca. ''Zarauz: 1960, p. 154.</ref>. Si bien el concepto es el mismo, distinguimos entre las señales utilizadas para deslindar propiedades particulares y los llamados mojones de jurisdicción que sirven para marcar límites de términos municipales colindantes. A continuación ofrecemos los datos recogidos en las localidades encuestadas.
En Ataun (G), según consignó Barandiaran en los años 1920, los mojones, ''mugarriak'', asomaban en el suelo en una medida que variaba entre 0.20 m y 1.50 m. Los más eran naturales, sin modificación artificial; algunos había, sin embargo, labrados en forma de prisma rectangular, sobre todo los del monte comunal. Al colocar un mojón, ponían debajo trozos de teja y carbón, hallándose presentes las partes interesadas y dos hombres que hacían de testigos. Cuando se quería saber si una piedra era o no mojón que marcaba los límites de dos propiedades, la sacaban y veían si debajo había o no carbón y teja, hallándose presentes también en esta operación dos testigos, además de las partes interesadas. Los datos recogidos en Oiar - tzun Oiartzun (G) son similares.
Para la zona atlántica vasco-navarra Julio Caro Baroja señaló que una tierra cultivada, ''landa'', posee siempre mojoneras de piedra, con una teja rota, como testigo, a los dos lados de tales mojoneras, ''mugarriak''. A doce pulgadas, ''hatzbetiak'', a ambos lados del mojón se traza el ancho del sendero entre dos propiedades, ''bidaxka''<ref>Julio CARO BAROJA. “Un estudio de tecnología rural” in CEEN, I (1969) p. 218.</ref>.