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Ayudas prestadas por los vecinos

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La ayuda de los vecinos resulta fundamental cuando se produce una defunción en el seno del grupo doméstico. En realidad la vecindad comienza a colaborar durante el proceso agónico y prosigue aún después de recibir tierra el cadáver. Los vecinos se encargan de avisar y acompañar al cura para la administración del Viático y la Extremaunción y también al médico; cuando acaece el óbito, de amortajar y acondicionar la estancia mortuoria, participar en el velatorio del cadáver y dirigir las oraciones durante el mismo, ocuparse de las labores domésticas, comunicar el suceso al resto de familiares que viven tanto en el pueblo como lejos del mismo, comprobar el estado del camino fúnebre a la iglesia y acondicionarlo si así lo requiere; acompañar en el levantamiento del cuerpo y durante la conducción del mismo desempeñando entre otras labores la de anderos, la de portar la ofrenda que abre el cortejo, algunas veces la cruz parroquial y también las hachas que acompañan al féretro; realizar ofrendas de luces y panes y también de misas en memoria del difunto, en algunas localidades abrir la fosa y darle tierra, y al regreso del cortejo quemar el jergón, preparar la comida funeraria y acondicionar la sala del banquete.
En capítulos precedentes y en otros posteriores se describen las tareas desempeñadas por los vecinos, en el presente nos centraremos exclusivamente en las labores domésticas.
Además de los vecinos, que unas veces obran por razones de amistad, otras porque así lo dicta la costumbre y a menudo por ambos motivos, también se han ocupado de este tipo de labores los familiares del finado, bien los del mismo pueblo o los venidos de fuera. En muchas localidades se ha apreciado una evolución de las costumbres en el sentido de que las tareas que antaño desempeñaban los vecinos han pasado progresivamente a ser realizadas por los familia-resfamiliares. Esta transformación por lo demás ha sido general en todos los aspectos que comprende el ritual de la muerte.
En cuanto al desempeño de las labores domésticas habitualmente las mujeres han ayudado en las tareas propias del hogar y los hombres se han encargado del cuidado de los animales domésticos. Debe tenerse en cuenta que en la mayoría de las localidades ha sido costumbre que los integrantes del grupo doméstico no abandonasen la casa mortuoria hasta el momento de las exequias y, a menudo, este cese en las actividades diarias también se ha observado en el interior del hogar.
La ayuda prestada por los vecinos abarca en unas ocasiones las labores domésticas del hogar y las del exterior de la casa, como son las agrícolas y las que tienen que ver con el mantenimiento del ganado; en otras se limita exclusivamente a las domésticas o a las de la calle.
''== Tareas y labores domésticas''==
Los vecinos de Amézaga de Zuya (A) ayudaban a la familia en las tareas caseras y en las labores del campo. Entre las primeras destacaba la preparación de la comida para después del entierro y el teñido de la ropa para el luto. De ambas actividades se encargaban las mujeres. Las chicas jóvenes solían servir dicha comida. Los hombres ayudaban en las labores del campo y los mozos iban a ''hacer vela ''y también solían llevar el féretro ''y ''preparar la tumba.
En todas estas tareas participaban los vecinos que lo deseasen, pero los primeros vecinos tenían además una serie de tareas específicas. Por ejemplo, después de rezar el rosario por la noche se colocaban a la salida de la casa o en el portal y daban a los restantes vecinos varones pan y vino. También entregaban velas a los asistentes al funeral para acompañar al cadáver desde la casa hasta la iglesia.
151En En Aramaio (A) los moradores de la casa mortuoria no salían de la misma y eran los veci nosvecinos, tanto hombres como mujeres, los que mantenían la actividad en la casa. El primer vecino o ''auzourrena ''tenía además las obligaciones de enviar los avisos, encargar el féretro, elegir a los portadores, avisar a la mujer que preparase la comida y revisar el estado del camino por si estuviera en mal estado. Debido a los sustanciales cambios operados en los últimos veinte o treinta años en la actualidad es la familia del difunto la que se encarga de estos quehaceres, si bien los vecinos siempre están dispuestos a ayudar.
En Mendiola (A) los vecinos del difunto eran quienes por norma general asumían la dirección de las labores domésticas mientras el cadáver permaneciese en casa. A tal deber estaba prácticamente obligado el primer vecino; el segundo vecino también podía colaborar en las tareas domésticas pero sin que constituyese una obligación. Esta ayuda la prestaban los vecinos siguiendo un orden correlativo denominado ''reo, ''es decir seguidamente. Este sistema era el que, a principios de siglo, empleaban los vecinos para transmitirse de uno a otro las convocatorias o avisos del alcalde que vulgarmente se conocían como ''correderas.''
En Zerain (G), hacia 1940, la familia del fallecido no realizaba ningún trabajo visible mientras el cadáver no recibiese sepultura. Los familiares del difunto se recogían en casa y no salían de ella hasta que los asistentes al entierro regresasen al domicilio. El hombre y la mujer de la primera casa, ''etxekoana, etxeurrena, ''del camino de la cruz, ''kurutzebidea, ''se ocupaban de realizar todas las tareas. La mujer, las domésticas: preparación de comidas, recibir y atender a las visitas y ofrecer refrigerios. El hombre cuidaba de los animales del establo y realizaba las labores imprescindibles que quedaron sin concluir el día anterior o que no podían abandonarse por peligro de pérdida"<ref>En esta localidad los familiares del difunto, sentados junto al cadáver y en la cocina, recibían el pésame de los vecinos y del resto de los familiares.</ref>. En la actualidad siguen acudiendo cuando se dan estas circunstancias pero carecen del protagonismo de tiempos pasados, sobre todo en lo que respecta al trabajo del hombre, ya que en muchas casas hoy en día no hay ganado y los cultivos no son como antaño. La mujer atiende y ayuda en los trabajos de la cocina.
En Elosua (G), durante el tiempo que el cadáver permanecía en casa, los familiares no sededicaban a sus ocupaciones habituales, ni tan siquiera abandonaban el hogar, eran los integrantes de la casa del primer vecino, ''etxekona, ''quienes se hacían cargo del trabajo y de las labores del caserío: adquirían los comestibles para el domicilio en duelo y se encargaban de preparar la comida del entierro; también se ocupaban de la ropa de luto y de cuidar los animales de la cuadra.
18 En esta localidad los familiares del difunto, sentados junto al cadáver y en la cocina, recibían el pésame de los vecinos y del resto de los familiares.dedicaban a sus ocupaciones habituales, ni tan siquiera abandonaban el hogar, eran los integrantes de la casa del primer vecino, ''etxekona, ''quienes se hacían cargo del trabajo y de las labores del caserío: adquirían los comestibles para el domicilio en duelo y se encargaban de preparar la comida del entierro; también se ocupaban de la ropa de luto y de cuidar los animales de la cuadra. En Sara (L) los familiares del difunto no salían de casa hasta después del entierro. El cuidado de los animales domésticos ''y ''las demás labores quedaban a cargo del ''leenate ''y de otras personas de la vecindad"<ref>José Miguel de BARANDIARAN. «Bosquejo etnográfico de Sara (VI)» in AEF, XXIII (1969-1970) p. 116.</ref>.
En Zunharreta (Z) el primer vecino se hacía cargo de todo, entre otras cosas del cuidado de los animales; la vecina daba de comer a los que se ocupaban de anunciar la muerte a los interesados. En Urdiñarbe (Z) los primeros vecinos se encargaban de hacer la comida y atender el ganado mientras el cadáver estuviese en casa. En Barkoxe (Z) el primer vecino aseguraba los cuidados de los animales; en Azkaine (L) el primero y segundo vecinos. También en Heleta (BN) el vecino aseguraba a veces la dirección de los trabajos domésticos, sobre todo si el que había muerto era el ''etxeko jauna.''
En Arberatze-Zilhekoa (BN) las vecinas se ocupaban de hacer la comida y las labores domésticas, también de comprar o prestar las ropas de luto; este trabajo lo realizaban las cuatro primeras vecinas. Los vecinos atendían los animales y cavaban la fosa en el cementerio.
En Apodaca (A), desde que se producía el óbito hasta que daban tierra al cadáver, la familia no tenía mas que avisar a los mozos ya que éstos se encargaban de todo. Se les indicaba cómo se quería el entierro y el horario, tras ponerse de acuerdo con el cura. Los mozos se encargaban de avisar a la cofradía, cavar la fosa, organizar el velatorio, etc. Las mujeres del pueblo, parientes o vecinas, ayudaban a la familia a 15214 José Miguel de BARANDIARAN. «Bosquejo etnográfico de Sara (VI)» in AEF, XXIII (1969-1970) p. 116. teñir la ropa, a preparar la mesa para la comida y a servirla. También se ocupaban de matar las gallinas o conejos (con destino al banquete fúnebre). Si se sacrificaba alguna res, cabra u oveja vieja, dicha labor recaía en los mozos. El mozo mayor era el que distribuía el trabajo a cada uno.
En Bernedo (A) la ayuda vecinal comprendía la limpieza de la casa y la preparación de la comida.
En Beasain (G), cuando en un caserío se producía un fallecimiento, sus moradores no abandonaban la casa mientras el cadáver permaneciese en ella, por lo que era un vecino de confianza quien realizaba los avisos pertinentes a la iglesia, al carpintero para fabricar el ataúd y a los familiares del difunto; asimismo se encargaba de atender al ganado.
[[ImageFile:Irudia3FIGURA.png|topRTENOTITLE_FIGURA]]
Fig. 39. Vecindad de Baigorri (BN) _En En Ezkio (G), hasta dar tierra al cuerpo, los componentes del grupo doméstico tampoco podían efectuar ningún trabajo fuera de la casa por lo que eran sustituidos por los vecinos en estos quehaceres. Si podían realizar en cambio las labores de la casa aunque a veces la vecina de la vivienda contigua también aportaba su ayuda.
En Armendaritze, Gamarte y Oragarre (BN) los vecinos se ocupaban de todos los trabajos domésticos en tanto el cadáver permaneciese en la casa. En Lekunberri (BN) el vecindario se ocupaba igualmente de los animales domésticos ya que la familia no salía de casa.
''== Primacía de la ayuda familiar''==
En aquellas localidades en que se ha constatado que el papel de la familia es importante, cuando los familiares tienen dificultades para realizar las labores por sí solos o el difunto carece de parentela, los amigos o vecinos prestan su ayuda.
En Narvaja (A) las labores domésticas eran realizadas por los familiares pero también se recurría a la ayuda de los vecinos sobre todo en lo concerniente a las labores agrícolas. Si la familia contaba con pocos miembros, la colaboración del vecindario era más acusada y solidaria tanto en las labores domésticas como en las faenas propias del campo. Era costumbre que aún persiste, que los vecinos, dos en concreto, de las casas anterior y posterior a la mortuoria, se encargasen de abrir la fosa, llevar el ataúd a hombros a la iglesia, de ésta al cementerio y, por último, darle tierra.
En Valdegovía (A) la dirección de las labores es asumida por algún familiar, bien el de mayor relevancia o en su lugar el más entero psicológi-camentepsicológicamente. En caso de absoluta necesidad cualquier vecino ayuda, pero sin que exista ningún rango que determine la importancia entre estos últimos, salvo el de la amistad.
En Hondarribia (G) las labores corren a cargo de los familiares y, si su ayuda fuera insuficiente, prestan también la suya los vecinos más próximos.
En Aria (N), mientras el cadáver permanece en casa, normalmente asumen las labores domésticas los mismos familiares y a veces algún pariente. Los dos primeros vecinos se encargaban de preparar la comida para los parientes y amigos del difunto además de abrir la fosa. Actualmente suelen participar en la conducción del cadáver al cementerio.
En Obanos (N), mientras el cadáver permanecía en el domicilio, solían ser las vecinas y parientes lejanas (primas) las que se ocupaban de comidas y compras. Acudían a ayudar en cuanto se les llamaba o se enteraban de que [[Image:Picture.png]]<span style="background-">''''h,,<span style="background-">lit.<span style="background-">1~,~,'''<span style="background-">r<span style="background-"><sub>1</sub><span style="background-"> i1i<span style="background-">~<span style="background-">,<span style="background-">/i/ <span style="background-">,<span style="background-">L<span style="background-">~i <span style="background-">~~<span style="background-">/j' <span style="background-">f . <span style="background-">~ ~i ~<span style="background-">''~'' <span style="background-">~~ [[Usuario:Admin|Admin]] ([[Usuario discusión:Admin|discusión]])f~~<span style="background-">''~''<span style="background-">-~[[Image:.png|thumb|]]-<sub>'''(mitith,'''</sub>'''1-k.,,-{A,4,-,'''[[ImageFile:FIGURA.png|thumb|RTENOTITLE_FIGURA]]"<sub>m</sub>illrY)„,rJ:<sup>,</sup>„N,~iŕ~1J[[Image:.png|thumb|]]2ARR''IKOf7<sup>-</sup>1'' / [[Image:.png|thumb|]]/ / rII '''ti,ñl11il11!I11Í''''''11111<sup>1</sup>11111e.:'''''GOrz2EN1=1*tGO''Fig. 40. Vecindad de Arriola. Aramaio (A). 
En Obanos (N), mientras el cadáver permanecía en el domicilio, solían ser las vecinas y parientes lejanas (primas) las que se ocupaban de comidas y compras. Acudían a ayudar en cuanto se les llamaba o se enteraban de que había «novedad». No había obligación especial en razón de vecindad sino más bien por la amistad y el trato que habían tenido en vida. De hecho, para realizar el amortajamiento se llamaba y se sigue llamando a personas que se sabe dispuestas o a algún vecino. Las vecinas y parientes en segundo y tercer grado, además de ocuparse de las tareas de la casa, se preocupaban de ayudar a teñir la ropa de negro y de prestar prendas para el funeral en el caso de que hubiesen guardado luto hacía poco tiempo.
En Mélida (N) las labores de la casa las realizan los parientes afines más cercanos: cuñado, suegro, nuera, etc., o si no los amigos más allegados o los vecinos con quienes se tenga mayor amistad.
En Viana (N) siempre había algún vecino de más confianza o algún familiar que se encargaba de cuidar el ganado, limpiar la casa, cocinar u otros menesteres como avisar a parientes y amigos, teñir de negro ropas y calzados, etc.
''== Ayudas establecidas consuetudinariamente''==
En algunas localidades se recurría a la colaboración de ciertas personas habituadas a prestar su ayuda en estas circunstancias.
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