Supresión de los cuernos
En Carranza (B) con la introducción de los tractores y la progresiva desaparición de los carros tirados por bueyes o vacas, los cuernos de estos animales, antes necesarios para uncirlos al yugo, dejaron de tener utilidad. Además, siempre fueron fuente de problemas ya que durante las luchas que las vacas entablaban al soltarlas a los prados, algunas salían malparadas con cornadas más o menos graves y en ocasiones con abortos a consecuencia de los golpes. Por ello, algunos ganaderos intentaron deshacerse de los cuernos aserrándolos con cables de acero, pero ésta era una operación laboriosa y que ocasionaba mucho dolor a los animales. Hasta que hace unos años se comenzaron a introducir productos químicos con cuya aplicación se conseguía evitar su desarrollo. Estos preparados se aplican cuando las terneras tienen una semana de vida. Se recorta el pelo donde se encuentran los primordios de los cuernos y se les unta el compuesto. Debido a las molestias que les ocasiona, debe tenerse cuidado de que no se rasquen contra algún objeto y se lo quiten. El producto se los quema y evita que se desarrollen los cuernos.
En Urduliz y Maruri (B) se ocupan de esta labor los herradores y se realiza cuando debido a un golpe el cuerno se ha roto, o en el caso de que vayan uncidos al yugo, para evitar el choque de cuernos. Se utiliza un hilo metálico que en sus extremos está rematado por dos tacos de madera. El roce continuo del cable quema el cuerno y hace que la médula del interior se haga una pasta, evitando que sangre.
En Roncal (N) hoy en día se les suprimen a las novillas, a ser posible a los pocos días de nacer, utilizando para ello sosa. Si les crecen ya de novillas, se les cortan con una sirga o bien se les atan gomas bien prietas hasta que se les caigan. De mayor edad, con sirga o con disco.
En Bernagoitia y Garai (B) también se eliminaba los cuernos al ganado ovino. Se seccionaban primero con una sierra y luego se quemaban con un hierro candente. Hoy día, al igual que en tiempos pasados, se les cortan a los nueve o diez meses o al año de nacidos. Actualmente los procedimientos utilizados son mediante cable o sierra. Si se les quiere cortar desde la base se emplea un cable similar al del embrague de un motor que cauteriza a medida que amputa y por consiguiente no provoca hemorragia. Si el corte se hace desde un punto algo superior se recurre a la sierra. A este propósito señala el informante que un pastor que se precie siempre debe cortar los cuernos de la oveja que los tenga. Los cuernos se desechaban tanto antaño como hoy día.
En Lezaun (N) a las ovejas se les cortaban los cuernos cuando comenzaban a molestarse unas a otras a la hora de comer. Se cortaban «a destral» (hacha) o «a sirga». En Roncal se les cortaban los cuernos a los carneros para que no se les clavaran en la cara.