Diferencia entre revisiones de «A enfermeras y medicos. Medikutara»

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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En Mendiola (A) distinguían dos profesiones en función del sexo. Las niñas hacían de enfermeras, los niños de médicos y los pacientes eran indistintamente niños y niñas. En Portugalete (B) y Viana (N) en lugar de un niño como paciente utilizaban en ocasiones un muñeco al que le practicaban los tratamientos y experimentos que consideraban propios del médico. En Laguardia (A) los niños jugaban a «hospitales» imitando las actividades que en dichos centros se realizan. En Elgoibar (G) para la cura de todos los males aplicaban el beso en la mejilla. En Monreal (N) se empleaban gusanos y pájaros que se destripaban para observar su interior.
 
En Mendiola (A) distinguían dos profesiones en función del sexo. Las niñas hacían de enfermeras, los niños de médicos y los pacientes eran indistintamente niños y niñas. En Portugalete (B) y Viana (N) en lugar de un niño como paciente utilizaban en ocasiones un muñeco al que le practicaban los tratamientos y experimentos que consideraban propios del médico. En Laguardia (A) los niños jugaban a «hospitales» imitando las actividades que en dichos centros se realizan. En Elgoibar (G) para la cura de todos los males aplicaban el beso en la mejilla. En Monreal (N) se empleaban gusanos y pájaros que se destripaban para observar su interior.
  
[[File:4.206 A enfermeras. Getxo (B) 1993.png|center|600px|A enfermeras. Getxo (B), 1993. Fuente: Jon Elorriaga, Grupos Etniker Euskalerria.|class=grayscalefilter]]
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[[File:4.206 A enfermeras. Getxo (B) 1993.png|center|500px|A enfermeras. Getxo (B), 1993. Fuente: Jon Elorriaga, Grupos Etniker Euskalerria.|class=grayscalefilter]]
  
 
En Moreda (A) y Durango (B) las labores concretas que se imitaban eran poner inyecciones, auscultar el pecho,... En Moreda (A), Busturia y Muskiz (B) el juego era uno de los caminos que servía para que los niños descubrieran su propio sexo y el contrario. Les proporcionaba una indudable curiosidad que llegaba a ser maliciosa si los jugadores eran ya un poco crecidos.  
 
En Moreda (A) y Durango (B) las labores concretas que se imitaban eran poner inyecciones, auscultar el pecho,... En Moreda (A), Busturia y Muskiz (B) el juego era uno de los caminos que servía para que los niños descubrieran su propio sexo y el contrario. Les proporcionaba una indudable curiosidad que llegaba a ser maliciosa si los jugadores eran ya un poco crecidos.  

Revisión del 11:23 22 jul 2019

El juego consiste en imitar la profesión médica adoptando los niños el papel de médico y de enfermo como si acudieran a una consulta médica a interesarse por su salud. Está muy extendido geográficamente y lo han practicado los niños desde siempre.

En Mendiola (A) distinguían dos profesiones en función del sexo. Las niñas hacían de enfermeras, los niños de médicos y los pacientes eran indistintamente niños y niñas. En Portugalete (B) y Viana (N) en lugar de un niño como paciente utilizaban en ocasiones un muñeco al que le practicaban los tratamientos y experimentos que consideraban propios del médico. En Laguardia (A) los niños jugaban a «hospitales» imitando las actividades que en dichos centros se realizan. En Elgoibar (G) para la cura de todos los males aplicaban el beso en la mejilla. En Monreal (N) se empleaban gusanos y pájaros que se destripaban para observar su interior.

En Moreda (A) y Durango (B) las labores concretas que se imitaban eran poner inyecciones, auscultar el pecho,... En Moreda (A), Busturia y Muskiz (B) el juego era uno de los caminos que servía para que los niños descubrieran su propio sexo y el contrario. Les proporcionaba una indudable curiosidad que llegaba a ser maliciosa si los jugadores eran ya un poco crecidos.

Este juego está muy generalizado y se ha constatado además de en las localidades citadas en Valdegovía (A), Abadiano, Lezama (B) donde le llaman «A enfermeros»; Garagarza-Arrasate, Zerain (G), Allo, Artajona, Aoiz, Eugi, Izurdiaga, Lekunberri, Lezaun, Murchante, Obanos, San Martín de Unx y Viana (N).