A maestros

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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En Amézaga de Zuya (A), los niños en los ratos de asueto escenificaban las labores propias de los maestros y en concreto las que observaban a su profesor en clase. A tal fin un niño o niña hacía de maestro y el resto de alumnos. El juego consistía sencillamente en parodiar los comportamientos del enseñante y de ellos mismos en la escuela. Se ha recogido también en Portugalete (B).

En Lezama (B), el tema más recurrido era emular las regañinas que les echaban por no haber hecho los deberes encomendados. También los castigos infligidos, los golpes con la regla y todas aquellas situaciones observadas y padecidas diariamente en la escuela. Para lograr una mejor ambientación se proveían de unas cajas que colocaban a modo de mesas.

En Monreal (N) para recrear el escenario utilizaban como escuela un lugar cubierto y si la climatología era benigna jugaban al aire libre. Fue un juego propio de finales de los cincuenta y principios de los sesenta.

En Sangüesa y San Martín de Unx (N) se ha recogido un juego de niñas muy similar que denominaban «A monjas». Se colocaban a modo de tocas unas toallas o un peinador, y cogían una cajita metálica imitando «la chasca»[1]. Reproducían las escenas vividas en las clases del colegio.


 
  1. Instrumento utilizado para impartir órdenes, compuesto por dos tablillas de madera unidas por una correa que al golpear una contra otra emite un chasquido.