Abluciones con agua y ruegos ante el arco iris

En Goizueta (N) se recurría al agua de la fuente de San Juan Xar, en la mañana del día del santo, el 24 de junio. Era obligado comprar un pañuelo nuevo, empaparlo en el agua de la fuente y frotarse con él las verrugas; luego había que dejar allí el pañuelo. También de Arraioz (N) acudían al manantial de San Juan Xar, situado en la localidad de Yanci, conocido por las virtudes curativas de su agua que dicen que cura las postillas, xakarrak. En Auza (Valle de Ultzama-N) había una fuente llamada Kalitx, que significativamente quiere decir verruga, con cuya agua se limpiaban las verrugas[1].

En Elgoibar (G) las verrugas se curan lavándolas en el agua del pozo, llamado Ats-pozua Ola-iturria, que hay junto a la ermita de la Magdalena de la localidad vizcaina de Berriatua. Se sirven de un paño o de un pañuelo que introducen en el agua del pozo con el que se frotan las verrugas. Lo dejan colgado en los zarzales próximos con la convicción de que cuando se haya secado, desaparecerán las verrugas.

En Bernedo (A) dicen que se quitan limpiándolas en la fuente de Herrera; en Lekunberri (N) lavándolas bien con agua del aska o fuente del manantial de Azpirotz; en Ataun (G) frotando con el agua de Pagazulo; en Hondarribia (G) con agua bendita y en Goizueta (N) con agua de Lourdes. En Olaeta (A) decían que era cosa buena mezclar en un vaso agua bendita de tres iglesias y meter allí la mano[2].

En Bernedo, en Quintana (A) y en Vasconia continental se aplica a la verruga la espuma que se produce en los charcos al descargar una tormenta y en Telleriarte (G) dicen ser muy eficaz poner las manos en remojo en el agua recogida tras un vendabal de poniente.

En Mendiola (A) recomiendan introducir las manos en agua muy caliente; señalan los encuestados que cuando se hacen conservas las verrugas desaparecen debido a que las manos están continuamente en contacto con agua hirviendo; también dicen ser bueno rasparlas con arena o tierra.

En el barrio de Igara de San Sebastián (G), según recogió Barriola, un curandero decía que quitaba la verrugas sabiendo si el número exacto de ellas era par o impar; conocido el dato, resolvía que una vez transcurridos igual número de días, aquéllas desaparecían. De no ocurrir así lo atribuía a error en la enumeración, en cuyo caso las contaba él mismo y entonces practicaba el siguiente rito curativo sin el conocimiento del interesado: iba de noche al molino y metía su mano en el agua de entrada mientras rezaba tres avemarías y en luna creciente si el número de verrugas era par; en menguante y rezando solamente dos, si impar[3].

En Amikuze (BN), los días que salía el arco iris se debía decir tres veces: “Oltzadarra edaten, ene kalitxa eihartzen” (el arco iris bebiendo, mi verruga secándose)[4]. En Elgorriaga (N) había que recitar nueve veces de un aliento la siguiente fórmula mirando al arco iris: “Oltzadarra ura edaten, nere karitxak joaten” (el arco iris el agua bebiendo, mis verrugas desapareciendo)[5]. En Santa-Grazi (Z) se recitaba tres veces: “Ortzadarra, hur edaten ene marrüka eihartzen” (arco iris, bebe el agua y que mi verruga se seque). Se cogía la hierba denominada ürzaintza, celidonia, se partía el tallo y con la leche que segregaba se frotaba la verruga[6].


 
  1. Juan GARMENDIA LARRAÑAGA. Rito y fórmula en la medicina popular vasca: la salud por las plantas medicinales. Donostia-San Sebastián: 1991, p. 72.
  2. Resurrección Mª de AZKUE. Euskalerriaren Yakintza. Tomo IV. Madrid: 1947, pp. 242-243.
  3. Ignacio Mª BARRIOLA, La medicina popular en el País Vasco, San Sebastián: 1952, p. 84.
  4. Resurrección Mª de AZKUE. Euskalerriaren Yakintza. Tomo IV. Madrid: 1947, p. 239.
  5. APD. Cuad. 11, ficha 997.
  6. APD. Cuad. 6, ficha 676.