Diferencia entre revisiones de «Acompañamiento a casa. Neska laguntzea»

De Atlas Etnográfico de Vasconia
Saltar a: navegación, buscar
(Página creada con «Además del encuentro en el baile ha sido muy usual que el chico acompañara a la chica s El baile como hecho social se ha tratado extensamente en el capítulo anterior...»)
 
 
(No se muestran 3 ediciones intermedias del mismo usuario)
Línea 1: Línea 1:
Además del encuentro en el baile ha sido muy usual que el chico acompañara a la chica  
+
Además del encuentro en el baile ha sido muy usual que el chico acompañara a la chica a casa. Este signo externo constituía un paso más pues suponía que habían comenzado una relación de noviazgo. De hecho, en Orozko (B) durante las primeras semanas y con el fin de evitar habladurías, las parejas intentaban salir de la plaza hacia casa por separado y sin ser vistas, para reunirse en un punto cercano del camino. Incluso para señalar que unos jóvenes se habían hecho novios se decía que el chico acompañaba a la chica.
  
 +
En Lezama (B) cuando se quería formalizar la relación el chico le pedía a la muchacha si quería que la acompañase a casa diciéndole: "''Lagundu eingo neuskizu''" (Te acompañaría a casa), o preguntando si tendría miedo en que lo hiciese, "''Bildurrik badeko laguntako etxera''". Si la chica contestaba con una negativa es que no le interesaba; si por el contrario accedía se consideraba como el inicio de una relación formal. A partir de ese momento todos los domingos, o a la vuelta de las romerías o del rosario, el chico acompañaba a la chica a casa. Si ésta quería romper la relación simplemente le decía que no fuese.
  
s El baile como hecho social se ha tratado extensamente en el capítulo anterior dedicado a ''Juventud. ''
+
En Ezkio (G) la aceptación por parte de la muchacha, dejándose acompañar a casa, era la señal del inicio de relaciones. En Telleriarte (G) denominaban a este hecho como ''neska-laguntzea''. En Lekunberri (N) el chico acompañaba a casa a la chica preferida, ''etxea laundo'' (''etxera lagundu''), y el que ella lo permitiera significaba que también le gustaba.
  
{{clear}}
+
En Artajona (N) antes de que se produjese la declaración formal, la manera que la muchacha tenía de darle a entender al chico que lo aceptaba era dejarle que la acompañase a casa después del baile del domingo.  
[[Image:Picture 612.png|none]]Fig. 150. Paseo. Aoiz (N), 1947.  
 
  
a casa. Este signo externo constituía un paso más pues suponía que habían comenzado una relación de noviazgo. De hecho, en Orozko '''(B) '''durante las primeras semanas y con el fin de evitar habladurías, las parejas intentaban salir de la plaza hacia casa por separado y sin ser vistas, para reunirse en un punto cercano del camino. Incluso para señalar que unos
+
[[File:6.150 Paseo. Aoiz (N) 1947.jpg|center|600px|Paseo. Aoiz (N), 1947. Fuente: Pilar Sáez de Albéniz, Grupos Etniker Euskalerria.]]
 
 
jóvenes se habían hecho novios se decía que el chico acompañaba a la chica.
 
 
 
En Lezama (B) cuando se quería formalizar la relación el chico le pedía a la muchacha si quería que la acompañase a casa diciéndole: ''"Lagundu eingo neuskizu" ''(Te acompañaría a casa), o preguntando si tendría miedo en que lo hiciese, ''"Bildurrik badeko laguntako etxera ". ''Si la chica contestaba con una negativa es que no le interesaba; si por el contrario accedía se consideraba como el inicio de una relación formal. A partir de ese momento todos los domingos, o a la vuelta de las romerías o del rosario, el chico acompañaba a la chica a casa. Si ésta quería romper la relación simplemente le decía que no fuese.  
 
 
 
En Ezkio (G) la aceptación por parte de la muchacha, dejándose acompañar a casa, era la señal del inicio de relaciones. En Telleriarte (G) denominaban a este hecho como ''neskalaguntzea. ''En Lekunberri (N) el chico acom-
 
 
 
pañaba a casa a la chica preferida, ''etxea laundo (etxera lagundu), ''y el que ella lo permitiera significaba que también le gustaba.  
 
 
 
En Artajona (N) antes de que se produjese la declaración formal, la manera que la muchacha tenía de darle a entender al chico que lo aceptaba era dejarle que la acompañase a casa después del baile del domingo.  
 
  
 
En Elgoibar (G) el número total de piezas que se tocaban en el baile era de nueve y cuando faltaban tres el chico que estaba interesado en una chica le pedía baile. Al finalizar daban una vuelta y él la acompañaba al caserío. Ella podía rechazarlo no permitiéndole hacerlo, pero cuando una chica se dejaba acompañar durante varios domingos seguidos se suponía que había comenzado el noviazgo.  
 
En Elgoibar (G) el número total de piezas que se tocaban en el baile era de nueve y cuando faltaban tres el chico que estaba interesado en una chica le pedía baile. Al finalizar daban una vuelta y él la acompañaba al caserío. Ella podía rechazarlo no permitiéndole hacerlo, pero cuando una chica se dejaba acompañar durante varios domingos seguidos se suponía que había comenzado el noviazgo.  
  
En Moreda (A) y Abadiano '''(B) '''relatan que estando en el baile, según se acercaba la hora del toque de las oraciones del atardecer, ''aramaittekuek ''en Abadiano, los chicos se acerca-
+
En Moreda (A) y Abadiano (B) relatan que estando en el baile, según se acercaba la hora del toque de las oraciones del atardecer, ''aramaittekuek'' en Abadiano, los chicos se acercaban a las chicas para acompañarlas a casa; si el que se acercaba no era de su agrado, la muchacha procuraba rehuirlo.  
 
 
[[Image:.png|thumb|left|{| style="border-spacing:0;margin:auto;width:8.281cm;" |- style="border:none;padding-top:0cm;padding-bottom:0cm;padding-left:0cm;padding-right:0.12cm;" || RITOS DEL NACIMIENTO AL MATRIMONIO EN VASCONIA |- |}]]Fig. 151. Excursión al monte. Durango (B), 1963.
 
 
 
ban a las chicas para acompañarlas a casa; si el que se acercaba no era de su agrado, la muchacha procuraba rehuirlo.  
 
  
 
En Viana (N) se procuraba bailar la última pieza con la chica que le gustara a uno para poder acompañarla a su casa y quedar así para otro día.  
 
En Viana (N) se procuraba bailar la última pieza con la chica que le gustara a uno para poder acompañarla a su casa y quedar así para otro día.  
Línea 34: Línea 20:
 
<div align="right">[[Lugares_y_ocasiones_de_encuentro|'''↵''' Volver al apartado principal]]</div>
 
<div align="right">[[Lugares_y_ocasiones_de_encuentro|'''↵''' Volver al apartado principal]]</div>
 
{{#bookTitle:Ritos del Nacimiento al Matrimonio en Vasconia | Ritos_del_nacimiento_al_matrimonio_en_vasconia}}
 
{{#bookTitle:Ritos del Nacimiento al Matrimonio en Vasconia | Ritos_del_nacimiento_al_matrimonio_en_vasconia}}
&nbsp;
 

Revisión actual del 09:49 12 jun 2019

Además del encuentro en el baile ha sido muy usual que el chico acompañara a la chica a casa. Este signo externo constituía un paso más pues suponía que habían comenzado una relación de noviazgo. De hecho, en Orozko (B) durante las primeras semanas y con el fin de evitar habladurías, las parejas intentaban salir de la plaza hacia casa por separado y sin ser vistas, para reunirse en un punto cercano del camino. Incluso para señalar que unos jóvenes se habían hecho novios se decía que el chico acompañaba a la chica.

En Lezama (B) cuando se quería formalizar la relación el chico le pedía a la muchacha si quería que la acompañase a casa diciéndole: "Lagundu eingo neuskizu" (Te acompañaría a casa), o preguntando si tendría miedo en que lo hiciese, "Bildurrik badeko laguntako etxera". Si la chica contestaba con una negativa es que no le interesaba; si por el contrario accedía se consideraba como el inicio de una relación formal. A partir de ese momento todos los domingos, o a la vuelta de las romerías o del rosario, el chico acompañaba a la chica a casa. Si ésta quería romper la relación simplemente le decía que no fuese.

En Ezkio (G) la aceptación por parte de la muchacha, dejándose acompañar a casa, era la señal del inicio de relaciones. En Telleriarte (G) denominaban a este hecho como neska-laguntzea. En Lekunberri (N) el chico acompañaba a casa a la chica preferida, etxea laundo (etxera lagundu), y el que ella lo permitiera significaba que también le gustaba.

En Artajona (N) antes de que se produjese la declaración formal, la manera que la muchacha tenía de darle a entender al chico que lo aceptaba era dejarle que la acompañase a casa después del baile del domingo.

Paseo. Aoiz (N), 1947. Fuente: Pilar Sáez de Albéniz, Grupos Etniker Euskalerria.

En Elgoibar (G) el número total de piezas que se tocaban en el baile era de nueve y cuando faltaban tres el chico que estaba interesado en una chica le pedía baile. Al finalizar daban una vuelta y él la acompañaba al caserío. Ella podía rechazarlo no permitiéndole hacerlo, pero cuando una chica se dejaba acompañar durante varios domingos seguidos se suponía que había comenzado el noviazgo.

En Moreda (A) y Abadiano (B) relatan que estando en el baile, según se acercaba la hora del toque de las oraciones del atardecer, aramaittekuek en Abadiano, los chicos se acercaban a las chicas para acompañarlas a casa; si el que se acercaba no era de su agrado, la muchacha procuraba rehuirlo.

En Viana (N) se procuraba bailar la última pieza con la chica que le gustara a uno para poder acompañarla a su casa y quedar así para otro día.

La ruptura también se daba a entender diciendo que el chico ya no acompañaba a la chica a casa (Orozko-B).