Afonía, ronquera; eztarri itxia, sama zarratua

El nombre popular con que en numerosas localidades se conoce a la afonía es el de ronquera. En euskera son denominaciones corrientes eztarri itxia (Beasain, Bidegoian, Zerain-G) o sama zarratua (B). También se han recogido: estuasuna (Elgoibar-G), erlasdura (Donibane-Lohitzune-L), marranta (Arraioz, Goizueta-N), marrankazioa (Lekunberri-N), samea garramatuta, sama kaka (Bermeo-B).

Ha sido común que quien estuviera afónico se protegiera la garganta con una prenda y que para aliviar el dolor recurriera a alguna de las soluciones utilizadas para otras afecciones de garganta. A continuación se señalan algunos remedios indicados en las encuestas como particularmente eficaces para combatir la afonía. Hoy día, según los informantes, se toman antibióticos, comprimidos de mentol y clorato potásico.

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Gárgaras

Se han hecho gárgaras con líquidos de distintas composiciones: de miel con vinagre y agua; de miel mezclada con jugo de limón hervido; de miel con agua templada (Bidegoian-G; Amézaga de Zuya, Mendiola, Moreda-A; Obanos, Valle de Erro-N); de agua mezclada con vinagre y sal o de agua oxigenada (Berganzo, Mendiola, Pipaón-A; Carranza-B; Aoiz, Sangüesa, Valle de Erro-N); de zumo de limón y sal (Bajauri-A); de cola de caballo hervida (Amézaga de Zuya). A veces también se bebía el propio líquido (Aoiz).

En Zerain (G) para curar la afonía, eztarri itxia, o el dolor de garganta, eztarriko miña, se cocía junco silvestre, ia, en agua, se mezclaba con miel y se hacían gárgaras tres veces al día, por la mañana, mediodía y noche. En Bernedo (A) para la ronquera se hacían gárgaras con tisana de raíz de ortiga y en Apellániz (A) con cocimiento de plantaina o flor de pájaro, mezclado con miel y vinagre.

Bebidas e infusiones

En Mendiola (A) y Obanos (N) se aconseja tomar miel con limón o agua con limón, con o sin azúcar; en Lezaun (N) leche con miel; en Apodaca (A) se bebía por la mañana clara de huevo batida con vino y azúcar y en Murchante (N) un preparado hecho de limón y clara de huevo batida a punto de nieve. En Obanos también se tomaba vino cocido muy hervido.

En Carranza (B) se ha utilizado infusión de romero, planta aromática que se cultivaba en la huerta doméstica. La dosis es una tacita cada mañana durante nueve días seguidos. Esta costumbre se ha consignado también en Apodaca (A), Bedarona (B) y Arraioz (N).

En Moreda (A) se ha tomado en ayunas infusión de ortigas, en Amézaga de Zuya (A) de malvas hervidas y en Busturia (B) de la planta denominada tintura de yodo (Chelidonium majus). En Antoñana (A) se ingería infusión de la planta llamada siete sangrías o sanguinaria, que tiene un sabor muy amargo y en Lagrán (A), en tiempos pasados, se curaba con una salmuera hecha con orina y sal[1].


 
  1. Gerardo LÓPEZ DE GUEREÑU. “La medicina popular en Álava” in Homenaje a D. Joaquín Mendizabal Gortazar. San Sebastián: Museo de San Telmo, 1956, p. 261.