Agujas al montón
Se jugaba en Artajona (N) y era practicado preferentemente por niñas. Cada participante ponía dentro de un montoncito de tierra un número determinado de alfileres. Después, colocadas a una cierta distancia, tiraban con una piedra tratando de dejar al descubierto el mayor número posible de ellos. Cada jugadora recogía los que habían quedado a la vista, pero no podía tocar la tierra con las manos. A veces se valían de otros alfileres para sacar los descubiertos y algunas empleaban astutamente agujas imantadas.
rsM2 URIGOITIA, «Folklore. Juegos infantiles», cit., p. 243.
Fig. 163. Le jeu des espingles. Grabado de J. Stella, s. XVII.
En San Martín de Améscoa (N) el desarrollo del juego era similar. Colocaban los alfileres en un montoncito de polvo y los que por efecto del golpe quedaban descubiertos total o parcialmente pasaban a ser propiedad del lanzador de la piedra.