Al florón. Al polvorón

Con estos nombres se definen juegos en los que pueden participar tanto niños como niñas, aunque parece más habitual verlo practicar a las chicas. Se sientan en el suelo formando corro, pasándose un pequeño objeto de unas a otras, o bien agarrando con sus manos una cuerda que va unida en sus extremos y por la que se desplaza un anillo insertado en ella. En el centro permanece una jugadora que debe adivinar quién porta el objeto o anillo. Si acierta será reemplazada por la que lo escondía.

En Artajona y Viana (N) lo jugaban las niñas y lo hacían desplazando el anillo por la cuerda. En esta última localidad la movían acompasadamente al ritmo de la siguiente cantinela:

El florín está en mis manos,
en mis manos está el florín.
Por aquí pasó pero no volvió.
Florín, florón.

En los años cincuenta-setenta se modificó la letra:

El florón está en mis manos,
en mis manos está el florón.
Date la vuelta quién lo tendrá?
La que lo tenga te lo dirá.
¡Florón, florón! ¿Quién lo tiene?

Actualmente, una lleva entre las palmas de las manos una moneda de una peseta o de un duro. Otra, la que la paga, debe acertar a quién ha dejado el florón. Cada uno de los participantes apara con las manos (entreabrir para que alguien introduzca algo dentro de ellas), y la primera simula dejarles la moneda mientras cantan:

El florón está en mis,manos,
en mis manos está el florón.
¿Quién lo tiene, quién lo tendrá?
¿El florón dónde estará?

Se procura dejarla cuando el que la paga parece despistado, intentando que el receptor pase desapercibido.

En Obanos (N) se sigue jugando hoy día con un anillo y en Aoiz (N) con una piedrecilla, empleando la misma fórmula que en los años cuarenta:

El florón está en mis manos,
en mis manos el florón,
salga la niña que lo tendrá,
la que lo tenga me lo dirá,
florón, florón, florón,
¿quién lo tiene, el florón?

En Garde (N) se jugaba de la misma forma que en Aoiz, siendo los dos últimos versos:

...........................................
la que lo tenga me lo dará
florín, florón, el florón.

En la mayoría de las localidades de Álava y Bizkaia donde se ha constatado este juego se le llama «El polvorón» o «Al polvorón», y en consecuencia varía la canción:

Al polvorón que está en mis manos
en mis manos está el polvorón.
Polvorón, polvorón, polvorón,
adivina quién tiene el polvorón.
POLVORÓN (Zamudio-B)

En Gorozika (B) se ha recogido el mismo juego que lo practicaban también en corro pero donde el objeto a esconder era una piedra redonda. Una de las niñas introducía su mano en cada uno de los bolsillos de sus compañeras de juego simulando depositar la piedra, pero sólo lo hacía en uno de ellos. Otra debía de adivinar a quién se lo había dejado.