Al soliveo

En Salvatierra (A) se juega alrededor de unas casas que tengan la dimensión apropiada para la competición. En una de las esquinas se sitúa la chítola que es una piedra o similar la cual ha de tocar el corredor para ganar. Lo juega un grupo de niños y se elige por suerte al que ha de cumplir.

Este se sitúa en la esquina que está la chítola y los otros jugadores se dirigen a la otra esquina de la fachada. A la voz de «soliveo» la doblan corriendo, haciendo lo propio el que cumple. Si con anterioridad a realizar la vuelta alrededor del edificio, logra alcanzar con la vista a alguno de ellos le gritará «¡soliveo!» y él será quien cumpla la siguiente vez. También se juega en San Martín de Améscoa (N).