Diferencia entre revisiones de «Aseo»

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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En Bernedo (A) el cuarto de aseo era la cuadra o la cocina hasta los años sesenta en que comenzaron a instalarse los cuartos de aseo. En la cocina había un espejo con una bolsa de tela debajo para los peines y, en algún caso, una balda de cristal con jaboncillo, colonia, brocha de afeitar y navaja. Esta balda pasó al cuarto de aseo después. En Pipaón (A) el aseo se hacía en la cuadra y para ello se utilizaban dos grandes baldes de agua calentada en el fogón, en la cocina se lavaban particularmente los sábados por la noche después de venir del campo. En Añana (A) se lavaban en la cocina en una palangana.
 
En Bernedo (A) el cuarto de aseo era la cuadra o la cocina hasta los años sesenta en que comenzaron a instalarse los cuartos de aseo. En la cocina había un espejo con una bolsa de tela debajo para los peines y, en algún caso, una balda de cristal con jaboncillo, colonia, brocha de afeitar y navaja. Esta balda pasó al cuarto de aseo después. En Pipaón (A) el aseo se hacía en la cuadra y para ello se utilizaban dos grandes baldes de agua calentada en el fogón, en la cocina se lavaban particularmente los sábados por la noche después de venir del campo. En Añana (A) se lavaban en la cocina en una palangana.
  
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[[File:2.376 Madre aseando a su hijo. Carranza (B) 1933.JPG|frame|Madre aseando a su hijo. Carranza (B), 1933. Fuente: Luis Manuel Peña (Ángel Santisteban), Grupos Etniker Euskalerria.]]
  
 
En Allo y en Viana (N) la gente se lavaba en una palangana que colocaban junto a la fregadera o sobre una silla y se peinaban en la cocina ayudándose del espejo que tenían allí colgado. Debajo de él se encontraba la bolsa de tela donde se guardaban los peines. Los hombres se afeitaban también aquí utilizando una palangana más pequeña.
 
En Allo y en Viana (N) la gente se lavaba en una palangana que colocaban junto a la fregadera o sobre una silla y se peinaban en la cocina ayudándose del espejo que tenían allí colgado. Debajo de él se encontraba la bolsa de tela donde se guardaban los peines. Los hombres se afeitaban también aquí utilizando una palangana más pequeña.

Revisión del 15:16 31 oct 2018

Relacionado con el apartado anterior y con el lavabo pórtatil descrito en el mobiliario auxiliar de los dormitorios, se han recogido estos datos complementarios sobre el aseo personal en tiempos pasados. Puede decirse con carácter general que la limpieza corporal matinal se realizaba en la cocina. Hoy día es común que las casas cuenten con un baño completo.

En Durango, Lezama (B); Arrasate, Berastegi, Elgoibar, Zerain (G); Mélida, Obanos y San Martín de Unx (N) se ha consignado que antiguamente el aseo se realizaba en la cocina en un balde o en la fregadera. También en las palanganas de las habitaciones. En palanganas y baldes se hacía el lavado de pies hasta la aparición de la bañera y la ducha.

En Abadiño (B), antes de que hicieran su aparición los cuartos de baño se utilizaban los barreños para bañarse. Se calentaba el agua en el hogar y se llevaba al desván, sabai, donde se lavaban. A los niños mientras fueran pequeños se les lavaba en la fregadera. El lavado de cara y el afeitado se llevaban a cabo en la fregadera de la cocina, en una de cuyas paredes estaba colgado un espejo pequeño para peinarse y afeitarse.

En Abezia (A) la higiene personal se realizaba en la cocina o en el portal con una palangana con agua. Después se empezó a utilizar la fregadera para el aseo personal. En Berganzo (A) en algunas viviendas había un pequeño cuarto llamado recocina donde se depositaban calderos con agua para el aseo personal. La limpieza de cuerpo entero se realizaba en barreñones grandes. También en Lezaun (N) recurrían al barreño y dicen que se aseaban con más frecuencia las mujeres que los hombres.

En Bernedo (A) el cuarto de aseo era la cuadra o la cocina hasta los años sesenta en que comenzaron a instalarse los cuartos de aseo. En la cocina había un espejo con una bolsa de tela debajo para los peines y, en algún caso, una balda de cristal con jaboncillo, colonia, brocha de afeitar y navaja. Esta balda pasó al cuarto de aseo después. En Pipaón (A) el aseo se hacía en la cuadra y para ello se utilizaban dos grandes baldes de agua calentada en el fogón, en la cocina se lavaban particularmente los sábados por la noche después de venir del campo. En Añana (A) se lavaban en la cocina en una palangana.

Madre aseando a su hijo. Carranza (B), 1933. Fuente: Luis Manuel Peña (Ángel Santisteban), Grupos Etniker Euskalerria.

En Allo y en Viana (N) la gente se lavaba en una palangana que colocaban junto a la fregadera o sobre una silla y se peinaban en la cocina ayudándose del espejo que tenían allí colgado. Debajo de él se encontraba la bolsa de tela donde se guardaban los peines. Los hombres se afeitaban también aquí utilizando una palangana más pequeña.

En Ribera Alta (A) el aseo diario tenía lugar en la fregadera de la cocina pero muchos hombres se aseaban en la pila que había junto al pozo en la calle. El lavado del cuerpo en invierno se hacía en la cuadra y en verano en el río. El aseo finalizaba delante del espejo de la cocina donde había una bolsa de tela con los peines y otros útiles de aseo. A los niños se les lavaba en un cubo grande en la fregadera de la cocina, introduciéndoles de uno en uno sin cambiar de agua. El cuerpo se frotaba, al igual que lo hacían los mayores, con esparto y jabón del lavar la ropa, elaborado en casa. A pesar de que a mediados del siglo XX se instalaron los cuartos de baño, el aseo diario se seguía haciendo en la fregadera.

En Abadiño (B) señalan que para secarse la cara y las manos los miembros de la casa utilizaban trozos de sábanas viejas, pues aunque había toallas se reservaban a las visitas.

En Valtierra (N) dicen que el baño se tomaba en el río, y durante el invierno en la cocina en cubos grandes. El agua potable se recogía en cántaros y se transportaba en carretillas de mano con dos senos o en la cabeza o al costado, como acarreaban muchas mujeres, y se depositaba en tinajas de barro grandes que se repartían en la casa según las necesidades. En el Valle de Roncal (N) el agua corriente llegó en fecha temprana, con anterioridad la gente se bañaba en el río en verano y en invierno en la fregadera. Lavarse en la pila recibía el nombre de “fregarse”. El jabón de la época se recuerda que era de la marca “Lagarto”. Como perfume se empleaban las violetas que se dejaban en un frasco con líquido para usarlas como colonia tras cocerlas. De la limpieza de los más pequeños se encargaban la madre o las hermanas mayores. A los bebés se les aseaba en casa en barreños. La saponaria o xaboilili servía como hierba jabonera.