Bizkaia

De Atlas Etnográfico de Vasconia
Revisión del 14:26 20 jun 2019 de Admin (discusión | contribuciones)
(dif) ← Revisión anterior | Revisión actual (dif) | Revisión siguiente → (dif)
Saltar a: navegación, buscar

De modo esquemático se distinguen dos tipos de caserío en este territorio, el destinado preferentemente a la ganadería y aquel cuya actividad principal está orientada al cultivo de la tierra. El primero se ubica en las cabeceras de los valles (como es el caso de Arratia y Orozko), en laderas de sierras y montes a alturas superiores a los 200-300 m. En su construcción se observa que la planta baja en toda su extensión está destinada a albergar el ganado. Este espacio, al igual que la majada del monte alto, recibe el nombre de korta. La vivienda con la cocina y los dormitorios se halla en la planta superior atravesada por un ancho corredor que hace de sala. Sobre ésta se encuentra el desván destinado a granero y despensa. La característica arquitectónica de este tipo de caserío es la escalera de piedra o patin, que sube hasta la primera planta y desemboca en un balcón de madera que recorre la fachada principal.

El caserío destinado a la agricultura se ubica en los valles y las vegas, esto es, allí donde esta actividad es más factible. Su distribución interior es distinta. En la planta baja se halla, a un lado del portalón, la cocina y alguna otra dependencia. La parte trasera de esta planta está destinada a establos y pajares. La vivienda a la que se accede por una escalera interior está en la segunda planta y sobre ella un desván. La nota arquitectónica más sobresaliente del caserío destinado a explotación agrícola es su portalón de entrada. El espacio así creado, atartea, que se adentra en el interior de la fachada en cuadro, es el sitio de estar, en casos compartido por dos familias. Allí se descansa, se desgrana el maíz, se arreglan los aperos, se reúnen los parientes y es donde tiene lugar la matanza del cerdo.

Casas de predominio ganadero. Encartaciones y Arratia-Orozko

Entre las casas del primer tipo, también se encuentran las de las Encartaciones, en la parte más occidental del territorio de Bizkaia, que ha sido una zona de importancia ganadera durante todo el siglo XX, siendo sus casas rurales de tres plantas. La baja destinada a cuadra y a otras funciones relacionadas con la actividad agraria, la primera ocupada íntegramente por sus moradores y la última destinada a almacenar la hierba seca y antiguamente el trigo además de los otros productos hortícolas.

En el Valle de Carranza la casa se encuadra dentro del denominado tipo casa-bloque, es decir, que tiene reunidos todos sus elementos bajo un mismo techo. Generalmente son rectangulares, las más, o cuadrangulares. Constan de planta baja, primer piso y una última planta bajo cubierta.

En la planta baja se localiza la cuadra, formando en la mayoría de los casos una sola pieza con el portal. Junto a una de las paredes de la cuadra se sitúa el pesebre. En alguno de los caseríos aún pervive el borcil o pocilga, ubicado en una de las esquinas. Asimismo suele existir un pequeño cuarto reservado para cubera. En él se hallaba el lagar de sidra, el cocino donde machacar las manzanas y las barricas. En una de las esquinas delanteras de la cuadra arranca generalmente la escalera de acceso a la primera planta.

En el primer piso se encuentran la cocina, los cuartos y la sala. La cocina se emplaza generalmente al norte. Los canteros más viejos precisan que se ponía al norte por el miedo a las chispas que salían por la chimenea y que con el viento sur podrían prender la casa. La sala siempre está situada encima de la entrada a la planta baja, accediéndose desde ella al balcón, bien sea corrido o simple. Los cuartos o dormitorios se distribuyen indistintamente por el resto del piso, unas veces desde el pasillo central y en otras desde una amplia antesala denominada en algunos casos como la salona. Desde esta última y siguiendo el mismo desarrollo de la escalera se accede al sobrao. En él se guardaba la hierba seca utilizándose también como secadero y almacén de los productos de la huerta y de la fruta.

Planta de una casa de Ahedo. Carranza, c. 1920. Fuente: Miguel Sabino Díaz, Grupos Etniker Euskalerria.

Otra zona vizcaína con este tipo de casas, como ya se ha indicado antes, es la de ArratiaOrozko.

En Orozko las casas cuentan igualmente con tres plantas: cuadra, el piso donde viven los moradores y el camarote. En la planta baja se sitúa la cuadra y a ella se pasa por el portal. En la parte delantera solía estar la cocina. Se accedía al piso primero mediante una escalera que desembocaba en una zona ancha llamada sala a la que daban las habitaciones. Por otra escalera que no siempre era continuación de la anterior se accedía al camarote. La vivienda, al quedar entre dos pisos, era la parte más caliente de la casa.

Otra distribución habitual consistía en que la cuadra ocupara toda la planta baja mientras que la vivienda propiamente dicha se situase en el primer piso con acceso directo desde la calle por una escalera de losas de piedra que formaba un balcón, de nombre andapotxu (o patín); o también desde el portal por una escalera interior. Tanto esta última como la anterior, con puerta, desembocaban en la sala. Se trataba de una pieza larga y ancha en la que confluían cocina, habitaciones y retrete. El número de dormitorios era corto, tres o cuatro a lo más.

En Zeanuri la mayor parte de las casas labradoras consta de planta baja y dos pisos. En la planta baja se sitúa la cuadra, kortea, a la que se accede por una puerta abierta generalmente en la fachada. Se trata de un espacio libre sin paredes interiores. En la parte próxima a la fachada se habilitaban a un lado los pesebres para el ganado y al otro el estercolero, sastegie. En la parte trasera que da al norte y cuyo muro es ciego, se amontonaba el helecho para las camas del ganado, azpigarrie.

Bengoetxea. Zeanuri, c.1920. Fuente: Eleuterio Bengoetxea, Sociedad de Eusko-Folklore (1925-29).

Por la puerta de entrada de la primera planta se accede a un amplio corredor, salea, que distribuye las distintas dependencias de la vivienda. La cocina, suetea, se sitúa junto a la entrada. Frente a ella una estancia con diferentes usos: a veces como despensa y otras amueblada para servir de comedor. Cuando con ocasión de las fiestas se reúnen muchos comensales a comer se recurre al pasillo central o sala. A ambos lados de ésta se disponen los dormitorios que normalmente no pasan de tres. El corredor o sala se cierra con una puerta ciega en el lado opuesto a la entrada. La parte posterior de esta planta se destina a pajar, lastetegia. Desde el mismo hay una escalera interior que desciende a la cuadra y otra que sube al desván. Mediante una abertura o trampa se tira la paja a la cuadra.

Sobre esta planta está el desván o camarote, kamarea, que ocupa la mayor parte delantera de la casa. En él se almacenan los productos agrícolas, también muebles retirados y utensilios de escaso uso. En ocasiones la casa tiene un segundo desván, goitegie, más reducido y situado en la parte central de la cubierta debajo del gallur. Es el espacio destinado preferentemente al secado de las alubias y las mazorcas de maíz. También la parte trasera del desván se destina a pajar o hierba seca. En este caso el suelo no está entarimado. La hierba se amontona sobre tablas o vigas espaciadas que favorecen la ventilación y su traslado desde la cuadra.

Hay casas que sólo tienen una primera planta con habitaciones delanteras y desván. A las estancias de los caseríos de dos pisos se accede por una escalera de piedra situada en la parte exterior llamada artzubie que termina en un balcón que recorre la fachada. En el extremo opuesto a la escalera se sitúa muchas veces el retrete. Algunas casas del barrio de Alzusta tienen en la parte delantera un portalón cubierto llamado larriñe destinado a labores artesanales o de tratamiento de los productos de la huerta y del campo. También es lugar de reunión de las casas vecinas.

Bengoetxea. Zeanuri, c.1920. Fuente: Eleuterio Bengoetxea, Sociedad de Eusko-Folklore (1925-29).

En Zeberio (B) la planta baja está destinada al ganado y a los aperos; la primera planta a vivienda y cocina, y la segunda a pajar o camarote. En algunos caseríos, en la parte trasera de la primera planta existe un espacio de doble altura, denominado tollara, que hace que el primer piso y el camarote estén unidos.

Casas de predominio agrícola. Uribe, Busturialdea y Durangaldea

Entre las casas con predominio agrícola, las de las comarcas de Uribe y Busturialdea presentan la particularidad de que son compartidas por dos familias, a derecha e izquierda de la fachada principal, quedando dividido el edificio en sentido longitudinal.

En Bedarona, por ejemplo, aunque hoy en día en cada caserío viva una sola familia, varios de ellos eran de dos viviendas, bizitza bikoak. Los dos lados eran exactamente iguales, con la misma estructura y los mismos elementos, separados por un tabique central. Con el paso de los años una de las familias terminaba por comprar la otra parte.

Se caracterizan los caseríos de estas comarcas frente a los anteriores de las Encartaciones en que su planta es muy superior y en cambio la altura es más reducida. A diferencia de ellos cuentan también con un portal que se adentra en la fachada; además en la planta baja se sitúa la cocina y una habitación. En la parte posterior y más fría se halla la cuadra. En la primera planta aparece la sala, sobre el portal, las habitaciones y en la zona de Gernika, un pajar ubicado sobre la cuadra. La última planta alberga un camarote de techo bajo donde se guardan patatas y otros productos hortícolas y que además sirve de trastero.

En Kortezubi en general en cada casa vivía una sola familia. Cuando existían dos viviendas en una misma casa estaban separadas desde la planta baja hasta el techo de modo que el edificio quedase dividido en dos partes por un plano vertical. La planta de la casa se llamaba etzelekua, el sitio de la casa. Su forma era rectangular en la mayor parte de los casos.

La entrada principal se hallaba en la planta baja, en medio de la fachada, dando casi siempre frente al mediodía. Era un portalón ancho y cubierto, enmarcado con piedra de sillería. La pieza interior inmediata al portalón era el vestíbulo, etartia. En él se colocaban los aperos de labranza, el carro, el perro y se hacía la trilla. En el fondo del vestíbulo se hallaba generalmente la puerta por la que se entraba en la cocina, y comunicaba con las piezas de la planta principal por medio de una escalera. La cuadra, kortia, ocupaba la parte zaguera del edificio. Inmediatos a la cocina, con la que comunicaban por medio de puertas, se hallaban en las casas antiguas uno o dos dormitorios a los que se llamaban gelia. En esa época los dormitorios se hallaban generalmente en la planta principal y recibían el nombre de kuartua. La cocina comunicaba con la cuadra por medio de una puerta contigua a ella o muy próxima. Era frecuente que los pesebres, estramiñak, del ganado ocupasen un testero de la cocina, desde la cual se podía depositar en aquéllos el forraje o la comida, pues los separaban sólo unas compuertas corredizas de tabla.

El piso principal se llamaba salia o también suelo, sobre todo en las expresiones suelo bateko etzia (casa de un piso), suelo bikua (de dos pisos). En los caseríos recientes, en 1925, se hallaban instalados en el piso principal los dormitorios y la sala, salia, ocupando ésta una pieza amplia sobre el portalón, y aquéllos las partes laterales del edificio con puertas de comunicación con la sala. La sala servía de comedor en las grandes solemnidades. Se prolongaba a veces en forma de balcón corrido sobre el portal. El balcón servía frecuentemente de secadero de frutas y alubias en vaina.

Lezika. Kortezubi, c. 1920. Fuente: José Miguel Barandiaran, Grupos Etniker Euskalerria.

En algunas casas existía un retrete no lejos de los dormitorios y de eskillara-buru, meseta de las escaleras, emplazado fuera de los muros de la casa en forma de garita; pero a mediados del segundo decenio del siglo XX todavía muchos caseríos no lo poseían. La pieza situada sobre la cocina se llamaba koltzia o también otia, y servía de secadero de cereales y leña cuando la casa no tenía piso superior o desván. En el otro lado de la pared medianil, sobre la cuadra, se hallaba el pajar, sabaixe.

Si la casa era de dos pisos, el superior estaba destinado a desván. Recibía el nombre de goiburu y con posterioridad se generalizó también el de kamaria. En él extendían y depositaban el trigo, maíz, alubia, patata, etc., que recogían en sus campos.

En Gorozika la planta baja consta de portalón, donde dan las dos puertas de acceso si el caserío es de dos viviendas.

Algunos caseríos no tienen portalón y la puerta de entrada da directamente a la calle. Otra parte de la planta baja es karrajue, que sirve de entrada y de lugar de almacenaje; ezkatza, cocina; beko kuartue, habitación de la planta baja; baño y kortie, cuadra.

La planta superior comprende la sala, situada en la cabecera de la escalera, generalmente oscura; habitaciones o dormitorios y comedor.

De esta planta se sube, por unas escaleras de madera, al camarote que no permite estar de pie más que en el centro.

Atxiertagoikoa. Gorozika, 1975. Fuente: José M.ª Legarra, Sociedad de Eusko-Folklore (1925-29).

En Bedarona traspasando la puerta del portal, etarteko atie, encontramos dentro y en frente el askaurre y las trampas o compuertas corredizas del ganado. A un lado la cocina comunicada con un cuarto que da a la fachada de la casa; al otro uno o varios cuartos y hoy en día el WC. En algunos casos hay varios cuartos al lado de la cocina. Hay caseríos que junto a los pesebres del ganado tienen la cuadra de las terneras y el cerdo, en el askaurre. En la cocina están las escaleras para subir al piso superior y al final de las mismas hay, por un lado un espacio amplio y abierto, koltzie (o zestue en otros caseríos), y por otro la sala.

La estancia denominada koltzie tiene hoy en día una puerta en el umbral de la escalera que la separa de la parte de la casa donde están las habitaciones, pero antaño no ocurría esto, era un espacio abierto. En otras casas a este espacio abierto situado sobre la cocina le denominan zestue. La única diferencia residía en el suelo, que en lugar de madera consistía en un entramado de palos y mimbres, zumetz. Los mayores dicen que a consecuencia de ello caía mucho polvo y hierba a la cocina.

En algunos caseríos no hay sala sino un gran espacio abierto denominado eskilara-burue, que utilizaban como granero y para guardar cosas.

La sala da a un pasillo que comunica con las habitaciones, una de las cuales, si el caserío no tiene camarote, está destinada a esta función.

Siguiendo las escaleras se llega al camarote. El suelo no alcanza hasta la pared lateral de la casa sino que queda libre, como colgado. Es abierto pero en algunas casas cuenta también con un cuarto pequeño interior. El camarote es reducido y hay caseríos en los que el espacio del mismo es tan escaso que no lo pueden utilizar e incluso carecen de él.

En la cuadra hay unas escaleras que dan al pajar y sobrepajar. El pajar hoy en día tiene puerta.

En Ereño generalmente las casas eran grandes y de dos viviendas. Tras el portalón, alguno de los cuales era de forma arqueada, se abría el carrejo, karrejue, de espacio reducido que comunicaba con la cocina y la escalera de madera interior de acceso a la primera planta.

En la planta baja, tras el portalón, etartie, hallamos una cocina, ezkatxa, un dormitorio, gelie, arca de piedra, gazañoskie, artesa, artesie, o arca de madera, arkie, cuadra pequeña o sastaie entre la cocina y la cuadra grande, donde estaban las crías del ganado y que era también el recinto donde se hacían las necesidades, y la cuadra, kortie.

En el piso: salie o sala; dos dormitorios, uno de ellos grande; goltxie, despensa situada encima de la cocina; sabaie, dependencia localizada sobre la cuadra en la que se almacena la comida del ganado; kamarie, camarote, donde se guardan los alimentos para la familia.

En Bermeo en la planta baja del caserío se abre un portalón por el que se accede a una especie de pasillo o distribuidor, al fondo del cual están las cuadras, kortak. A un lado se sitúa la cocina, ezkatza, que se comunica con las estancias de la planta baja, como el baño, y con las escaleras de acceso al primer piso. Aquí puede haber una amplia sala que da al balcón y/o los dormitorios. Subiendo las escaleras se llega al camarote, kamarie, que no presenta distribución interior alguna. La mitad posterior del caserío se destina a cuadra, kortie, y sobre ella se sitúa el pajar, sabaijje, al que se accede desde la cuadra.

En Busturia el caserío es de estructura rectangular, con tejado a dos aguas. La cocina, ezkatza, es el centro de todas las actividades. Los cuartos, gelak o kuartuek, están en comunicación directa con la misma.

En Andraka aparece en primer lugar el portalón, al que dan las dos puertas de acceso a las viviendas. Después el pasillo de entrada o karreju. En la actualidad se ha aprovechado en algún caserío una parte del karreju para hacer el cuarto de baño. A la entrada y a mano derecha está la escalera que conduce al camarote, al cual se accede a través de una trampa de madera. Otras estancias son la cocina, ezkara tza; kuartu-aurreko destinado a habitación, y el kuartu-atzeko que puede destinarse a trastero.

En cuanto al camarote o kamare, en la parte delantera a la altura de la fachada hay dos pequeños departamentos delimitados por tablas. Esta pieza se separa del pajar mediante un tabique de ladrillo o por una pared maestra. En la comarca del Duranguesado se incluyen las descripciones de las casas de Amorebieta y Abadiño.

Gosentzia. Abadiño, 1997. Fuente: Rosa M.ª Ardanza, Grupos Etniker Euskalerria.

En Amorebieta-Etxano existen dos tipos de caseríos: caserío con portal amplio de dos viviendas y caserío de una única vivienda. Dentro del último tipo hay dos variantes: Los que están divididos en una mitad derecha y otra izquierda por una pared central que va desde la fachada a la contrafachada. En éstos la mitad izquierda según se mira la fachada se utiliza como vivienda y en la derecha se sitúa la cuadra, el pajar y el camarote para recoger los productos del campo. Este modelo es de construcción más antigua, tanto por la planta como por los materiales utilizados. Los otros caseríos están divididos en una mitad delantera que es donde se sitúa la vivienda tanto en la planta baja como en la primera planta y en la segunda si la tuviera; y la mitad trasera dedicada a cuadra, pajar y camarote. Este modelo es de construcción más reciente como muestra el material empleado.

En Abadiño se describe un caserío que tiene dos viviendas. Parece que en algún tiempo pudo ser de una sola, pero ha sufrido varias modificaciones. Hasta 1994 en el piso bajo estaban el portal, atartea, la cuadra, korta, el pasillo, askaurrea, al que dan los pesebres, la cocina, ezkatza, y una habitación, gela. La cuadra ocupa la mitad del piso bajo. El citado pasillo al que dan los pesebres, askak, se utiliza como paso y para dar de comer al ganado; une además las estancias de la planta baja y es donde empieza la escalera para el piso superior. Sólo hay un dormitorio en esta planta, que en algunos caseríos se utiliza como comedor de invitados.

En la primera planta encontramos los dormitorios, kuartuek, el pasillo, karrajue, el trastero sobre la cocina, ezkatz ganie, que se utilizaba para guardar las herramientas, el pajar, sabai jje, y más tarde el retrete, komune. La escalera que unía los dos pisos tenía un descansillo llamado puntirue en el que había una puerta que daba a la cuadra.

Sabaia es el pajar y se utiliza para guardar el heno. Ocupa dos plantas de altura. En algún caserío había una escalera que unía la cuadra con el pajar. A una parte de éste se le denomina pajar pequeño, sabai txiki, y se ha utilizado para apilar leña; también para la matanza del cerdo y el curado de los jamones.

En el piso superior, bajo el tejado, el camarote, kamarie, y el pajar, sabaijje, que como ya se ha indicado ocupa dos alturas. Kamarie tenía como principal función la de ser el lugar donde se guardaban los productos de la tierra: patata, maíz, manzanas, nueces, cebollas, ajos, etc. También solía haber allí otros utensilios como el cedazo, galbarie.