Cambio de dentición. Kokoak jan

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La primera pérdida de los dientes acontece a la edad de 6 ó 7 años. En tiempos pasados era costumbre general facilitar el desprendimiento del diente, cuando le faltaba poco para su caída, atándole un hilo y dándole un tirón. Esto causaba a veces que algún gracioso diese un tirón fuerte inesperadamente lo que originaba el susto y a veces el llanto del niño.

En ocasiones aisladas las madres han mandado engarzar en un anillo el primer diente de leche caído a sus hijos. También ha sido costumbre colgarlo al cuello con una cadena y algunas lo guardaban como recuerdo junto con algún rizo de pelo.

En Nabarniz (B) se les decía a los niños que a quienes les preguntasen por el diente caído, les respondieran que se lo había comido un gusano, kokoak jan dabela esateko, esaten zan. A ese respecto, a los propios niños también se les decía: “txantxurrak janda dekoz” (le han comido los dientes).

Antaño cuando se caía un diente de leche existía la costumbre de lanzarlo al tejado o bien enterrarlo o tirarlo al fuego y siempre pidiendo el mismo deseo, que saliese otro nuevo en su lugar. Posiblemente se arrojaban hacia arriba los dientes de la mandíbula inferior y hacia abajo los de la superior para que los nuevos saliesen derechos.

En Elgoibar (G) cuando al niño se le caía un diente, por la noche se lo dejaban debajo de la almohada y a la mañana siguiente si la pieza pertenecía a la arcada inferior la arrojaban al tejado y si pertenecía a la superior la tiraban al fuego. Para ello envolvían el diente en un papel y cantaban: “Aiba zaarra eta ekarri berria”. Esto se hacía así para que el diente nuevo le saliese bien, fuerte y derecho.

En Abadiano (B) cuando al niño se le caía un diente de la mandíbula superior era usual arrojarlo contra el suelo mientras que si era de la inferior se arrojaba al tejado. Se hacía así para que los dientes definitivos saliesen en la dirección correcta.

En Améscoa (N) para facilitar la dentición de los niños se les colgaba al cuello una bolsita con los dientes de leche caídos.