Candelaria. Tostadas

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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La fiesta de la Purificación de Nuestra Señora que tiene lugar el dos de febrero abre este periodo. Esta festividad recibe popularmente diversos nombres. El más común es el de Candelaria, Kandelaria; también se le denomina Candelera, Candelas (día de las), Kandelario-eguna, Kandeallu (Liginaga-Ip).

Un manjar característico del ágape familiar de este día lo constituyen las tostadas de pan saturadas de leche o hechas con papilla de harina. Este postre recibe las siguientes denominaciones: Tostadas, tostadak, común en Bizkaia; leche frita, (Gamboa-A); torrijas, (Apodaca, Salvatierra-Agurain y Gamboa-A); torrijas o turrajas (San Román de San Millán-A); torrejas (Allo-N); torradak, torradas, común en Gipuzkoa (Zerain, Elgoibar, Elosua Bergara, Legazpia); torradas o torrijas (Beasain-G); torrijas o torrejos (Obanos-N); torrezno o tarrajas (Salcedo-A).

Las tostadas, torrajas o torrijos, constituyen un plato típico de todo el periodo de Carnaval y sobre todo de sus días más señalados: Jueves Gordo, Domingo y Martes de Carnaval. En San Román de San Millán (A) además de por fiestas de Carnaval comían torrijas o turrajas el domingo de Piñata.

Por lo general las tostadas son de dos clases:

— De pan, ogizkoak (Abadiano-B), fotezkoak (Zeanuri-B).

— De papilla de harina o crema, aiezkoak (Zeanuri-B).

Para la preparación de las tostadas de pan se han empleado generalmente panes especiales: fotes (Galdames, Zeanuri, Durango-B) o gallofas (Galdames-B). En Elosua-Bergara (G), antiguamente empleaban pan francés.

En Zeanuri (B), las tostadas de pan se elaboran según el siguiente procedimiento que por lo demás es muy común: Se corta en primer lugar el pan en rebanadas. Se cuece leche con azúcar y canela en rama. Una vez que hierva se echan las rebanadas de pan en ella y empapadas se colocan en una fuente. Más tarde se fríen en sartén, a fuego vivo, en aceite, y se les espolvorea con azúcar. Antiguamente se freían en manteca de cerdo.

Fotezkoak. Lenengo ogi zatiek egin. Imini esnea egozten azukereagaz eta kanela-paluegaz. Irikiten dauenean atera ta, bota fotezko zatiek esnetara aldien bat eta atera kazula azal batera. Esnez asetute egoten dire. Geroago, surten, su aundien imini sartena orioagaz, atxine koipiagaz. Aldien bat edo bi prijidu bertan, buelta bi emonda. Atera eta ganetik azukerea bota."

Las tostadas de harina se preparan de manera similar a las de pan, obteniendo primeramente una papilla batiendo tres cucharadas de harina en leche fría que se agrega a la leche hervida con azúcar y canela. Después de una cocción de un cuarto de hora se vierte la papilla en una fuente plana y se deja enfriar para que se solidifique. Luego se parte esa masa en cuadrados con un cuchillo y se fríen en aceite, espolvoreándolas por último con azúcar.

Aiezkoak. Imini esnea egosten azukerea eta kanelagaz. Aparte, bota, iru kollarakada urun esne otzetara, iribiatu ondo eta bota irikiten dagon esneari. Dana irikiten aukin ordu lauren baten. Gero atera ta, bota fuente azal batera eta otzitu deitela ondo. Gogortu egiten da. Gero, zatitu aie kuadrutxoak eta oriotan prijidu eta bota ganetik azukerea.

Una costumbre relativa a esta festividad fue recogida por Vicario de la Peña en Carranza (B) al comienzo de los años treinta:

«Era una antigua costumbre carranzana hacer grandes tortas bien amasadas y cocidas, adornadas algunas con un brillante barniz de yema de huevo, o un huevo entero, colocado en el centro de la misma, que las mujeres llevaban a la iglesia para colocar en la sepultura de sus difuntos el día de las Candelas. Terminada la misa, el sacristán o persona encargada por el señor cura párroco recogía todas las tortas y a la salida repartían parte o la totalidad de las tortas entre los niños de la parroquia, celebrando estos con gran algaraza el sabroso pan de regalo que le correspondía».[1]

También en Liginaga (Ip) según Barandiarán, era costumbre del día de la Candelaria, Kandeallu, hacer unos panes especiales llamados matahamiak.

En Sangüesa (N), un pan bendito o rosco llamajo roje, con aditivos de azúcar, miel, etc., se coloca, aún hoy, en las manos de la Virgen en este día de la Candelaria durante toda la misa. En el ofertorio dos mujeres se acercan al altar y presentan al sacerdote oficiante una imagen del niño Jesús, un roje y dos palomas.

En Allo (N) el día de la Candelaria se cataban las colmenas, lo que queda reflejado en el dicho: «La Candelera miel y cera».


 
  1. VICARIO DE LA PEÑA, N. El Noble y Leal Valle de Carranza. Bilbao, 1975, p. 306.