Causas

De Atlas Etnográfico de Vasconia
Revisión del 16:33 14 mar 2019 de Admin (discusión | contribuciones)
(dif) ← Revisión anterior | Revisión actual (dif) | Revisión siguiente → (dif)
Saltar a: navegación, buscar

Entre las causas de que uno sea pecoso, las más extendidas son: nacimiento (Berganzo, Mendiola-A; Gorozika-B; Astigarraga, Bidegoian-G; Allo, Goizueta, Murchante, Tiebas-N) y factor hereditario (Amézaga de Zuya, Mendiola, Moreda-A, Hondarribia-G). Junto a las razones anteriores está difundida la creencia de que aparecen por tomar el sol en exceso (Agurain, Apellániz, Apodaca, Mendiola, Moreda-A; Durango, Gorozika, Lemoiz, Orozko-B; Arrasate, Berastegi, Elosua-G; Murchante, Obanos, San Martín de Unx, Sangüesa, Tiebas, Viana-N) lo que además hace que crezcan y se vuelvan oscuras (Astigarraga-G). Tienen mayor propensión y más pecas las personas rubias, pelirrojas y de piel muy blanca (Amézaga de Zuya, Bernedo, Moreda, Pipaón, Ribera Alta-A; Durango, Muskiz-B; Obanos, Viana, Valle de Erro-N). Otras causas recogidas atribuyen las pecas a afecciones de la piel (Astigarraga-G), problemas de pigmentación (Aoiz-N), alimentación inadecuada (Astigarraga), mal funcionamiento del hígado (Valdegovía-A) o suciedad del estómago (AmorebietaEtxano-B). A la alimentación se atribuyen también las pecas de las uñas (Apodaca-A).

Antaño las mujeres preferían estar blancas, al contrario que hoy en día, y para ello cuando iban al campo o a la era se cubrían bien el cuerpo y la cabeza, la morenez estaba asimilada a la gitanería (Moreda-A). En algunos pueblos las pecas se han considerado signo de fealdad (Murchante, Tiebas-N) que perjudica la imagen y la belleza salvo a las niñas (Moreda-A) o a los niños que les da un aspecto de “traviesos” (Amézaga de Zuya-A). Por ello las chicas jóvenes se protegían del sol para no parecer “de pueblo” (Amézaga de Zuya, Ribera Alta-A) o las mujeres llevaban unos sombreros enormes (San Martín de Unx-N). En el Valle de Erro (N), en tiempos pasados, las mujeres procuraban no recibir el sol directo en el rostro; se consideraba hermosa la piel blanca y por ello, cuando iban al campo a trabajar, se tapaban “desde la cabeza hasta los pies” y no entienden que ahora tengan que “sufrir tomando el sol”. Algunos informantes anotan que con los años van desapareciendo aunque salen también en la vejez (Agurain-A; Gorozika-B; Tiebas-N). Por contra los lunares existentes en determinados lugares del cuerpo se consideran bellos (Murchante-N).