Celebración en tiempos pasados

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Este acontecimiento estaba ligado en tiempos pasados al anuncio de las proclamas y normalmente se celebraba en el periodo comprendido entre éstas, dependiendo de las localidades tenía lugar el día de la primera, segunda o tercera proclama. En la actualidad la elección de la fecha de la despedida es más libre. Como se podrá apreciar en algunas de las siguientes descripciones esta costumbre guarda una cierta correlación con las celebraciones expuestas en el apartado anterior.

En Estella (N) en el momento de realizar la encuesta del Ateneo a principios de siglo no era frecuente el convite de los novios a sus amigos como despedida, sin embargo esta costumbre ya se estaba adoptando. La novia se despedía de sus amigas con un refresco. En Gernika (B) existía la costumbre de que el novio se despidiese de los mozos con un convite y las novias de sus amigas con un refresco, pero sólo se conocía en la villa, no en la parte rural. En Falces (N) era costumbre que el novio y su padrino comiesen en casa de la novia el día anterior a la boda y que la tarde de la misma jornada la novia invitase a sus amigas solteras a un refresco como despedida de su estado. En otras poblaciones ese día el novio cenaba con sus amigos pero en esta villa no existía esa costumbre.

Según la misma encuesta a principios de siglo en Oñati (G) era costumbre que el novio convidase a una comida de despedida a sus amigos y la novia a tomar chocolate. En Tolosa (G) él a una comida, merienda o cena y ella a un refresco. En Pamplona (N) el novio se despedía de los demás mozos con un convite, comida o cena que por lo general tenía lugar la tarde del día de la enhorabuena; la novia con un refresco[1].

En Beasain (G) antiguamente no se hacía despedida de soltero, se trata de una costumbre que se fue generalizando a partir de los años cuarenta o cincuenta, probablemente en sustitución de la dei-afarie, que tenía lugar el domingo de la primera proclama según unos informantes o el de la segunda según otros.

En Pipaón (A) la despedida se hacía el día de la segunda proclama o día de la enhorabuena, los chicos lo celebraban mediante una merienda y las chicas con chocolate, licor y galletas.

Despedida de soltero. Bilbao (B), 1983. Fuente: Archivo Fotográfico Labayru Fundazioa.

En Amézaga de Zuya (A) tras la lectura de la segunda proclama tenía lugar una merienda o cena en la taberna del pueblo organizada por el novio. Acudían a ella todos los jóvenes del pueblo, los amigos de pueblos cercanos y los componentes de su cuadrilla. Tras ésta los invitados siempre participaban de la juerga. Las chicas también seguían esta costumbre pero lo que organizaban era una merienda con chocolate en la casa de la novia. A la merienda estaban invitadas todas las amigas y conocidas del pueblo.

En Telleriarte (G) la despedida tenía lugar el día de la segunda proclama, el novio organizaba una comida con sus amigos en un bar y la novia hacía lo propio en su casa. Entre todos los amigos pagaban la comida a los novios y éstos les invitaban al café. También era usual que la novia preparara una merienda para sus amigas que recibía el nombre de errefreskoa. Los novios recibían regalos de sus amigos como una cubertería, vajilla, un juego de café, una sobrecama, cuadros, etc.

En Mendiola (A) el día que se publicaban las segundas proclamas era costumbre invitar a los mozos del pueblo a tomar café bien en el bar o en la casa del novio. Con motivo de las terceras proclamas el acontecimiento era mayor pues la fiesta celebrada por tal motivo servía también como despedida de soltero. Se podía festejar de dos maneras, que el muchacho pagase una merienda a todos los mozos del pueblo en uno de los bares del lugar o que tal merienda tuviera lugar en su casa siendo en muchas ocasiones la novia quien hacía de cocinera junto a la madre del novio. En este último caso, el más común, los padres del novio mataban un cordero para asarlo y servirlo junto con pan, queso y vino. Las mozas, aunque no han celebrado hasta hace algunos años ningún tipo de despedida, solían quedar con los chicos para que de este modo toda la juventud del pueblo festejara la despedida de soltero tomando un café en un bar.

En Bermeo (B) en el barrio de Alboniga la despedida de soltero tenía lugar el mismo día de la tercera proclama, celebrando una cena el novio con sus amigos en la taberna y la novia con sus amigas en su propia casa. Hasta hace unos años, en la cena de despedida del novio los amigos le regalaban a éste el traje de boda. La cena la pagaban a escote entre todos los amigos. A su vez la chica debía pagar una comida o merienda a todas sus amigas, parientes, etc. En esta ocasión y entre todas las asistentes le hacían un regalo importante como podía ser la vajilla.

En Monreal (N) el novio el día de la tercera amonestación ofrecía en su casa una merienda de despedida a los amigos. No era una costumbre obligada. En el caso de que se hiciera despedida con los amigos, no se solía invitar a éstos a la boda. La novia también daba a sus amigas una merienda entre semana, pero no era tan habitual.

En el Valle de Elorz (N) la despedida de soltero solía hacerse mediante una merienda con la que el novio obsequiaba a los mozos y la novia a las chicas de sus pueblos respectivos. Tenía lugar precisamente la tarde del día en que se leía la proclama, si era única, o de la última, si habían sido tres[2].

En Getaria (G) la despedida de soltero se hacía el día de las proclamas y consistía en un amaiketako a base de chacolí, nueces y otros productos y la de soltera se celebraba con una chocolatada y pasteles.

Como ya ha quedado reflejado en algunas de las anteriores descripciones ha sido habitual que el novio y sus amigos celebrasen la despedida en un bar o un restaurante mientras que las chicas se reunían en la casa de la novia a merendar.

En Amorebieta-Etxano (B) el novio celebraba la despedida con una comida junto a sus amigos en un bar, mientras que la novia hacía una merienda con las amigas en su casa, ya que no estaba bien visto que las mujeres fueran al bar. Las amigas aprovechaban esta ocasión para llevar los regalos a la novia.

En Durango y Lemoiz (B) la despedida tenía lugar en el tiempo comprendido entre las tres proclamas, tanto el chico como la chica celebraban la despedida de soltero, ellos en la taberna y ellas en casa. En la primera de las localidades el refrigerio que ofrecía la novia recibía el nombre de refresco.

En Bidegoian (G), los hombres hacían una cena en la taberna a la que acudían todos los amigos, tanto solteros como casados. Las mujeres, en cambio, asistían a una merienda que les ofrecía la novia en su casa y que consistía en un chocolate con galletas.

En ocasiones, como ya se ha regido antes en la descripción de Telleriarte (G), los asistentes a la cena pagaban el plato del novio y éste a cambio les invitaba a café.

En Abadiano (B) se hacía la despedida de soltero al domingo siguiente de comenzar las proclamas. Los chicos hacían una comida en un restaurante. El novio pagaba los cafés y los puros y los demás cada uno su cubierto y entre todos el del novio. A esta comida acudían todos los amigos y parientes jóvenes del novio. La novia invitaba a todas sus amigas a su casa a merendar chocolate, natillas, galletas, frutas, pasteles caseros y vino dulce. Ese día las invitadas le llevaban sus regalos, que normalmente consistían en enseres para la casa como platos, tazas o alguna cafetera. Para esta ocasión la novia preparaba todo su arreo y lo colocaba sobre una cama a fin de mostrarlo.

En Muskiz (B) cuando se anuncia a los amigos la fecha de la boda, ellos son quienes se encargan de avisar al resto de la gente y de organizar la despedida. Los hombres y las mujeres celebran la despedida por separado. Es costumbre que entre todos los asistentes paguen el cubierto del novio o novia. En el caso de los hombres muchas veces el festín consistía en comerse un borriquillo. El novio está obligado a llevar los puros y una vez terminada la caja cada asistente estampa su firma o una dedicatoria que quedará de recuerdo. Tras esto se le hace entrega del regalo que han comprado entre todos y que generalmente consiste en un reloj o un mechero. Antiguamente la despedida de la novia era más sencilla y se tomaban dulces y café. Se aprovechaba la oportunidad para darle los regalos.

También ha sido frecuente que el novio pagase la cena de sus amigos cuando no iba a convidarlos a la boda por ser en este último caso mayor el dispendio.

En Allo (N) la costumbre de festejar la despedida de soltero es muy moderna. Hacia la década de los sesenta sólo tenía lugar cuando los novios no pensaban invitar a la boda a sus respectivas cuadrillas. En tal caso, cada cual por su lado obsequiaba a sus amigos con una merienda que tenía lugar algunos días antes de la ceremonia. Los mozos se reunían en el bar y las chicas en casa de la novia.

En Artajona (N) no ha habido costumbre de realizar despedidas de soltero ya que lo habitual ha sido invitar a las bodas a todos los componentes de ambas cuadrillas, tanto del novio como de la novia. Son raras las ocasiones en que se celebra despedida de soltero, sólo cuando no hay intención de invitar a los amigos a la boda. En estos , casos como compensación se lleva a cabo una cena a la que acuden aquéllos que no asistirán al banquete el día de la ceremonia.

En Obanos (N) hasta mediados de los años setenta la despedida de soltero la celebraban sólo los muchachos, cenaban en una casa o en un bar y luego se iban de juerga. La razón de festejar la despedida era que no se invitaba a los amigos a la boda y con la misma se "cumplía" con ellos. Era un festejo donde afloraban las bromas con las que los amigos "tomaban el pelo" al novio.

En Sangüesa (N) unos días antes de la boda se reunía el novio con sus amigos o su cuadrilla para celebrar una cena de despedida de soltero en una fonda, esta cena la pagaba el novio ya que los amigos no asistían a la boda. La novia por su parte también hacía despedida de soltera, aunque la celebración era más modesta, invitando a las amigas a una merienda.

En San Martín de Unx (N) los novios sólo hacían despedida en el caso de que no quisieran "hacer gasto", esto es, cuando no pensaban invitar a los amigos a la boda. Si era así el novio invitaba a éstos a una buena cena y la novia convocaba a sus amigas en su casa para invitarlas a merendar. En el caso de que los novios pensaran "hacer gasto" todos los amigos eran invitados a la boda y no se hacía despedida. En esta localidad procede también hacer despedida si, tras el matrimonio, los nuevos cónyuges salen a vivir fuera del pueblo.

En Arrasate (G) el novio ofrecía a sus amigos y parientes de segundo grado que no irían a la boda un acto de despedida de soltero que consistía en un café colectivo; sobre los años cincuenta pasó a ser una cena. En el caso de la novia consistía en una merienda que pasados los años se convirtió también en una cena. Este día la novia exponía en su casa el arreo para que pudieran verlo los invitados. Todo ello amenizado hacia el final con cantos.

A veces esta celebración era exclusiva de los muchachos. En Arberatze-Zilhekoa (BN) algunos "enterraban su vida de solteros" (del francés "enterrer sa vie de garçon") con una cena de jóvenes a la que no asistían las chicas. En Salvatierra (A) la despedida se hacía reuniendo a los amigos a cenar en la casa del novio o en una fonda o restaurante. En Aoiz (N) la despedida se celebraba con una cena a la que acudían los amigos del novio. Después de ésta los asistentes salían a la calle a cantar y bailar, en muchos casos acompañados de instrumentos musicales. Este día el novio era el blanco de chistes y demostraciones cariñosas y también de alguna que otra broma, como lanzarlo a una piscina o fuente. En Lezaun (N) sólo hacían despedida de soltero los mozos con una merienda en casa del novio a la que acudían los amigos. En Izurdiaga (N) hasta los años setenta el novio únicamente invitaba en el bar a alguna ronda; la novia no hacía ningún tipo de celebración.


 
  1. EAM, 1901 (Arch. CSIC. Barcelona) IIDb.
  2. Javier LARRAYOZ ZARRANZ. “Encuesta etnográfica del valle de Elorz” in CEEN, VI (1974) p. 80.