Diferencia entre revisiones de «Clasificacion de los trujales»

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Los trujales se pueden clasificar por su fuerza motriz<ref>ALEGRÍA, “Molinos de aceite y trujales antiguos en Navarra y Álava”, cit.</ref>:
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Los trujales se pueden clasificar por su fuerza motriz<ref>David ALEGRÍA. “Molinos de aceite y trujales antiguos en Navarra y Álava” in ''Auñamendi Eusko Entziklopedia. (Fondo Bernardo Estornés Lasa)''. Disponible en: http://www.euskomedia.org/aunamendi/153889/142192.</ref>:
  
 
== Trujales a sangre ==
 
== Trujales a sangre ==

Revisión actual del 07:17 24 oct 2018

Los trujales se pueden clasificar por su fuerza motriz[1]:

Trujales a sangre

Hubo trujales de sangre en prácticamente todos los pueblos de la Rioja Alavesa hasta la década de 1940, en que dejaron de funcionar por la recesión del olivar, el auge de las cooperativas y su menor capacidad de inversión y adaptación a las nuevas tecnologías posteriores.

Los más antiguos que se conocen –en Lanciego y Labastida– parecen remontarse al siglo XVI. En Oyón funcionaron tres ingenios de este tipo y hasta cuatro operaron en la localidad de Moreda.

En Navarra también se pueden encontrar instalaciones que todavía mantienen en su interior este arcaico sistema, aunque inutilizadas desde al menos mediados del siglo XX. El más antiguo de los ejemplares conservados es el trujal de La Marquesa, en Cabanillas (N) de mediados del siglo XIX, aunque su maquinaria (una prensa de 16 m de largo) y el edificio pudieran ser anteriores[2]. En la localidad de Aibar todavía se pueden apreciar hasta tres bellos molinos de sangre en Casa Garro, Casa Navarro y Casa Sanzol, todos con el mismo tipo de rulos –troncocónicos metálicos– para la molturación, aunque con prensas de tipología diferente. En el primer caso la prensa es del tipo “de husillo y palanca”; la del segundo corresponde al tipo “hidráulica manual”; mientras que la del tercero se trata de una prensa “de husillo y volante”, como las empleadas para acuñar moneda, accionada por una especie de timón, rueda o volante, lo que por esta razón la convierte en un ejemplar único en Navarra.

El trujal de Los Monteros de Allo contaba con una rueda cilíndrica y una prensa “de viga”. A pesar de que fue parcialmente desmontado, se ha podido reconstruir su aspecto original. Otros trujales navarros de este tipo se conocen en Corella, San Adrián, Ujué, Liédena, Morentin, Arellano y Dicastillo. El de este último lugar, el trujal de Gómez de Segura, fue trasladado al Museo Etnológico de Navarra Julio Caro Baroja (Estella), para su conservación.

Trujales hidráulicos

También se empleaban corrientes de agua para mover los rulos y las prensas, sistema habitual en los ingenios harineros de río. La diferencia con estos estriba básicamente en la forma y disposición de las piedras, así como en el producto molido.

En Navarra han existido pocos ejemplos de trujales hidráulicos. Tan solo uno en la ciudad de Estella, a orillas del Ega, y otro en Casa Buldáin de Riezu, actualmente desmantelado.

A falta de agua y caballerías –por ejemplo en épocas de sequía o crisis económica– también era posible aprovechar la fuerza del viento para molturar y prensar la oliva. Sin embargo, hasta ahora no se han documentado casos de este tipo de trujales ni en Álava ni en Navarra, como tampoco de vapor.

Trujales con motor de gasolina

Gracias a un sistema de transmisión de poleas conectado a un motor de gasolina se podía mover toda la maquinaria de este tipo de trujales, tanto del molino como de la prensa. Ello supuso un enorme avance con respecto a los trujales de sangre, puesto que incrementaba sustancialmente el rendimiento y liberaba mano de obra. Dentro de esta categoría solo contamos en Navarra con el trujal de Casa Barbarin en Morentin. Se trata de una instalación del siglo XIX, pero que en 1917 incorporó un motor de gasolina, junto con otros avances técnicos.

Trujales electrificados

A partir de la década de 1940 se difundió la energía eléctrica a los trujales. Todos los trujales cooperativos corresponden a este último grupo. Fueron capaces de adaptarse mejor que los particulares a los vaivenes de la cosecha de oliva, así como a los desembolsos que suponía la adquisición de maquinaria moderna. A pesar de ello, algunos trujales privados sobrevivieron. En el caso de Navarra una docena de ellos también electrificaron su maquinaria; cinco de los cuales se emplazaban en Cascante, lo cual da idea del gran arraigo aceitero que había entre su población.

Dentro del grupo de trujales cooperativos electrificados, encontramos tres categorías: de tecnología tradicional, de penúltima generación y de última generación. Los más característicos son los primeros. Prácticamente todas las localidades de la Rioja Alavesa tuvieron un trujal de estas características, como es el caso del de tecnología tradicional de Moreda, transformado en el trujal La Equidad.

Navarra ha llegado a contar con casi cuarenta ejemplares de este tipo de trujales. Aunque varios de ellos todavía siguen operativos (entre ellos los de San Martín de Unx, Olite, Torres del Río y Larraga), la mayoría dejaron de funcionar a mediados de la década de 1990.

Las cooperativas electrificadas más modernas –conocidas como de penúltima y de última generación– nacieron a partir de las décadas 1980 y 1990 respectivamente y rompen definitivamente con los límites autoimpuestos por los olivicultores de servirse del aceite únicamente para el autoconsumo doméstico. Para los primeros encontramos ejemplos en Allo y en el antiguo trujal Mendía de Arróniz (N). En el caso de los de última generación, su mayor novedad es el sistema continuo de extracción del aceite por centrifugado de la masa a cierta temperatura. A este grupo pertenecen los modernos trujales de Moreda (A), Ablitas y el actual Mendía de Arróniz (N).


 
  1. David ALEGRÍA. “Molinos de aceite y trujales antiguos en Navarra y Álava” in Auñamendi Eusko Entziklopedia. (Fondo Bernardo Estornés Lasa). Disponible en: http://www.euskomedia.org/aunamendi/153889/142192.
  2. Susana IRIGARAY. “El trujal de ‘La Marquesa’ en Cabanillas (Navarra): un caso de recuperación del patrimonio etnográfico con fines turístico-culturales”. Jornadas de Molinos y Energías Renovables en Euskalherria in Beasaingo Paperak. Núm. 10 (2002) pp. 255-263.