Creencias y consideración social

De Atlas Etnográfico de Vasconia
Saltar a: navegación, buscar

En Agurain, Amézaga de Zuya, Mendiola, Valdegovía (A); Bermeo, Durango, Muskiz (B); Astigarraga, Elgoibar, Hondarribia (G); Améscoa, Murchante, Obanos, Sangüesa y Viana (N) se ha recogido esta creencia arraigada: que da buena suerte tocar con la mano la chepa de un giboso o pasar por ella un billete de rifa o lotería. Algunos informantes matizan que eso “se dice pero no se cree de verdad”. En Donibane-Garazi (BN), se decía antaño que si al pasar junto a un corcovado, ttuntturra, se le tocaba con la mano en la espalda sin que él se diera cuenta, ocurriría algo venturoso[1].

En Berastegi (G) y en Murchante (N) hay informantes que consignan que los gibosos y los cojos daban mal agüero. Ya Azkue en las primeras décadas del siglo pasado constató testimonios de que el ver contrahechos, llamados ermaindunak en Donibane-Garazi, podía traer infortunios. En Elorrio, Euba (B) y Arrasate (G) se decía que si alguien se encontraba muy de mañana con un contrahecho (jorobado, korkotxa, etc.) ese día le sucedería una desgracia; en Elorrio se añadía que el infortunio sería aún mayor si se veían uno tras otro tres jorobados y en Zumaia (G) para evitar que ocurriera la desgracia, al verlo, había que tocar algo que tuviera hierro[2].

Respecto de la consideración social del giboso nuestras encuestas actuales han consignado dos actitudes por parte de la gente, la de lástima y la de burla; también se subraya el mal carácter del giboso.

En Berganzo (A) dicen que las personas con malformaciones, como gibosos, ciegos, tuertos... no se casaban y que los gibosos solían morir a una edad relativamente temprana, en la cuarentena, porque no podían respirar. En Moreda (A) señalan también que los gibosos tienen dificultades para “echarse novia”.

En Mendiola (A) anotan que la expresión “estar como una hoz” es sinónimo de cheposo. Existe un sentimiento de lástima hacia esas personas pues se considera que su vida es gravosa. Lo mismo se constata en Allo y en Eugi (N). Se dice que son objeto de sentimientos de pena y de lástima pero también de risa y de mofa: les ponen motes y son víctimas de bromas y de trato irónico (Amézaga de Zuya, Moreda-A; Muskiz-B; Bidegoian-G).

También se piensa que son más pícaros que el resto de la gente (Arraioz-N), que tienen mal carácter (Valdegovía-A; Carranza-B; Goizueta y Viana-N) y que llevan fama de ser malas personas (Ribera Alta-A). A esto responde el dicho que asegura que dijo Dios: “Jorobaos y cojos, hagamos pocos” (Ribera Alta).

En Lezaun (N) en tono jocoso se decía que “el agua calentada a palos era buena para enderezar cheposos”; en Mendiola (A) que la chepa se puede eliminar con un “limón” (lima de gran tamaño); en Moreda (A) utilizan dos expresiones relacionadas con los gibosos para indicar que nadie reconoce sus propios defectos y son: “ningún giboso se ve su giba” y “ninguno conoce su giba por giboso que sea”.


 
  1. Resurrección Mª de AZKUE. Euskalerriaren Yakintza. Tomo I. Madrid: 1935, p. 245.
  2. Resurrección Mª de AZKUE. Euskalerriaren Yakintza. Tomo I. Madrid: 1935, p. 245.