Diferencia entre revisiones de «Cuentos de nunca acabar»

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Los niños también han recurrido a contar cuentos que carecen de final y que sirven para tomar el pelo a quienes los desconocen.  
 
Los niños también han recurrido a contar cuentos que carecen de final y que sirven para tomar el pelo a quienes los desconocen.  
  
A los chiquillos de Allo (N), por ejemplo, se les preguntaba si querían que se les contase «el cuento de María Sarmiento que nunca se acaba». Al responder afirmativa o negativamente se les decía: «Que no te digo ni que sí ni que no, sino que a ver si quieres que te cuente el cuento de María Sarmiento que nunca se acaba». El juego duraba hasta que se aburría el interlocutor.  
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A los chiquillos de Allo (N), por ejemplo, se les preguntaba si querían que se les contase «el cuento de María Sarmiento que nunca se acaba». Al responder afirmativa o negativamente se les decía: «Que no te digo ni que sí ni que no, sino que a ver si quieres que te cuente el cuento de María Sarmiento que nunca se acaba». El juego duraba hasta que se aburría el interlocutor.
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[[File:4.222 Contando cuentos. Oleo de M. Flores Kaperotxipi 1964.png|center|600px|Contando cuentos. Óleo de M. Flores Kaperotxipi, 1964. Fuente: Flores Kaperotxipi, Mauricio. Pintore euskaldunak eta ez-euskaldunak. Donostia: Sociedad Guipuzcoana de Ediciones y Publicaciones, 1989.|class=grayscalefilter]]
  
 
Lo mismo les ocurría a los críos de Bilbao, Portugalete (B), Vitoria, Pipaón y San Román de San Millán (A) ante la pregunta: «¿Quieres que te cuente el cuento de la buena pipa?». En Apellániz (A) preguntaban: «¿Quieres que te cuente el cuento de la pipa y pon?»  
 
Lo mismo les ocurría a los críos de Bilbao, Portugalete (B), Vitoria, Pipaón y San Román de San Millán (A) ante la pregunta: «¿Quieres que te cuente el cuento de la buena pipa?». En Apellániz (A) preguntaban: «¿Quieres que te cuente el cuento de la pipa y pon?»  
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En Pipaón decían: «¿Quieres que te cuente el cuento de María Sarmiento que fue a cagar y se la llevó el viento?». Fuera cual fuera la respuesta, se repetía la pregunta.
 
En Pipaón decían: «¿Quieres que te cuente el cuento de María Sarmiento que fue a cagar y se la llevó el viento?». Fuera cual fuera la respuesta, se repetía la pregunta.
  
[[File:4.222 Contando cuentos. Oleo de M. Flores Kaperotxipi 1964.png|center|600px|Contando cuentos. Óleo de M. Flores Kaperotxipi, 1964. Fuente: Flores Kaperotxipi, Mauricio. Pintore euskaldunak eta ez-euskaldunak. Donostia: Sociedad Guipuzcoana de Ediciones y Publicaciones, 1989.|class=grayscalefilter]]
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En Bilbao, Carranza, Durango, Getxo y Portugalete (B) se decía: «Te voy a contar el cuento de María Sarmiento, que fue a cagar y se la llevó el viento y cuanto más cagaba más se la llevaba. ¿Quiéres que te lo cuente otra vez?». Y si el interpelado contestaba afirmativamente se volvía a repetir: «María Sarmiento....».
  
En Bilbao, Carranza, Durango, Getxo y Portugalete (B) se decía: «Te voy a contar el cuento de María Sarmiento, que fue a cagar y se la llevó el viento y cuanto más cagaba más se la llevaba. ¿Quiéres que te lo cuente otra vez?». Y si el interpelado contestaba afirmativamente se volvía a repetir: «María Sarmiento....».  
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[[File:4.223 Escuchando los cuentos de la abuela. Legazpia (G).png|center|600px|Escuchando los cuentos de la abuela. Legazpia (G). Fuente: Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz: Foto E. Guinea.|class=grayscalefilter]]
  
 
De Portugalete proceden estos otros: «Era un gatito con las orejas de trapo y las patitas al revés. ¿Quieres que te lo cuente otra vez?»; y «Erase un rey que tenía tres hijas, las metió en tres vasijas y las tapó con pez. ¿Quieres que te lo cuente otra vez?». Este último también se ha constatado en Apellániz, Pipaón (A) y Bilbao (B). En esta última localidad dicen «botijas» en lugar de «vasijas».  
 
De Portugalete proceden estos otros: «Era un gatito con las orejas de trapo y las patitas al revés. ¿Quieres que te lo cuente otra vez?»; y «Erase un rey que tenía tres hijas, las metió en tres vasijas y las tapó con pez. ¿Quieres que te lo cuente otra vez?». Este último también se ha constatado en Apellániz, Pipaón (A) y Bilbao (B). En esta última localidad dicen «botijas» en lugar de «vasijas».  

Revisión del 06:18 23 jul 2019

Los niños también han recurrido a contar cuentos que carecen de final y que sirven para tomar el pelo a quienes los desconocen.

A los chiquillos de Allo (N), por ejemplo, se les preguntaba si querían que se les contase «el cuento de María Sarmiento que nunca se acaba». Al responder afirmativa o negativamente se les decía: «Que no te digo ni que sí ni que no, sino que a ver si quieres que te cuente el cuento de María Sarmiento que nunca se acaba». El juego duraba hasta que se aburría el interlocutor.

Contando cuentos. Óleo de M. Flores Kaperotxipi, 1964. Fuente: Flores Kaperotxipi, Mauricio. Pintore euskaldunak eta ez-euskaldunak. Donostia: Sociedad Guipuzcoana de Ediciones y Publicaciones, 1989.

Lo mismo les ocurría a los críos de Bilbao, Portugalete (B), Vitoria, Pipaón y San Román de San Millán (A) ante la pregunta: «¿Quieres que te cuente el cuento de la buena pipa?». En Apellániz (A) preguntaban: «¿Quieres que te cuente el cuento de la pipa y pon?»

En Pipaón decían: «¿Quieres que te cuente el cuento de María Sarmiento que fue a cagar y se la llevó el viento?». Fuera cual fuera la respuesta, se repetía la pregunta.

En Bilbao, Carranza, Durango, Getxo y Portugalete (B) se decía: «Te voy a contar el cuento de María Sarmiento, que fue a cagar y se la llevó el viento y cuanto más cagaba más se la llevaba. ¿Quiéres que te lo cuente otra vez?». Y si el interpelado contestaba afirmativamente se volvía a repetir: «María Sarmiento....».

Escuchando los cuentos de la abuela. Legazpia (G). Fuente: Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz: Foto E. Guinea.

De Portugalete proceden estos otros: «Era un gatito con las orejas de trapo y las patitas al revés. ¿Quieres que te lo cuente otra vez?»; y «Erase un rey que tenía tres hijas, las metió en tres vasijas y las tapó con pez. ¿Quieres que te lo cuente otra vez?». Este último también se ha constatado en Apellániz, Pipaón (A) y Bilbao (B). En esta última localidad dicen «botijas» en lugar de «vasijas».

En Carranza (B) un adulto o un niño le pregunta a otro chiquillo: «¿Quieres que te cuente el cuento de la buena pipa?» Si contesta que sí, se le responde: «Pipa tabaco, tabaco pipa, pipa tabaco, tabaco pipa,...» así hasta que se da cuenta de que se le está tomando el pelo.

De idéntico estilo y de la misma localidad son los siguientes:

— ¿Quieres que te cuente el cuento de la pelota?
— Sí.
— Ya está rota.
— ¿Quieres que te cuente el cuento del soldao?
— Sí.
— Ya está acabao.

El último procede de Pipaón (A):

Erase una vez
un cesto y una banasta
y para cuentos ya te basta.