Cunas vicarias. La media fanega

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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En gran parte de la provincia de Alava antiguamente fue común el uso de la media fanega á modo de cuna para los niños. Se trataba de un cajón de madera para medir el grano que se solía colocar en la cocina, donde la madre podía atender las labores del hogar sin preocuparse por el chiquillo. Era habitual que además de la media fanega se tuviese otra cuna en el dormitorio de los padres.

Hay constancia del uso de la media fanega en Amézaga de Zuya, Apodaca, Artziniega, Berganzo, Gamboa (esporádicamente), Mendiola y Ribera Alta (A). También en Viana (N) donde recibía el nombre de media anega y en Moreda (A) donde se llamaba robo.

En Amézaga de Zuya (A) esta caja era de forma aprujada, es decir estrecha y alta para facilitar la entrada del grano en el saco, por lo que era bastante segura y la madre podía estar tranquila dejando al niño dentro. En esta localidad seguían usando la media fanega cuando los niños eran mayorcitos, los ponían sentados sobre una almohada de lana y los dejaban allí mientras la madre se dedicaba a otras tareas.

En Ribera Alta (A) el niño menor de un año, de no estar durmiendo en su cuna estaba en la cocina metido en una media fanega, vigilado por su madre o por los familiares que viviesen en casa.

En Mendiola (A) tenía una asa en el costado frontal que servía para mecerla y en su interior se ponían sacos a modo de colchón, también tenía una lámina metálica que bordeaba toda la parte superior para que no se estropeara la madera. En Moreda (A) el robo[1] solía ser un cajón de madera con forma de trapecio invertido.

En algunas poblaciones vizcainas y guipuzcoanas hay constancia de que la media fanega se utilizó para sacar los niños a la calle cuando sus madres tenían que ir a trabajar (Abadiano, Orozko-B; Beasain, Zerain-G).

Además de este cajón las familias humildes utilizaron otros utensilios como cestas y arquillas que les hacían el mismo servicio que las cunas.

En Bermeo (B) aunque en los caseríos fue común la cuna de madera, los arrantzales dejaban a sus hijos en unas cestas grandes que se llevaban a la mar, itxasoko otzarie.

En Viana (N) fue habitual que las familias humildes usaran con el mismo fin una capacilla hecha de anea que se empleaba para llevar el trigo durante la siembra.


 
  1. Recipiente de madera que servía para medir el cereal, equivalente a 22 kg de trigo.