Denominaciones

En castellano es común la denominación raquitismo. En algunas localidades alavesas (Agurain, Amézaga de Zuya, Bernedo) también se utiliza la palabra ruin. En Amézaga de Zuya y Bernedo indican que este mismo nombre se utiliza con los cerdos debido a que, como señalan los informantes de Bernedo, en la camada de los cochos siempre había uno ruin porque cogía la última teta y tenía poco alimento.

En las localidades vascófonas para designar al raquitismo, además del equivalente en euskera rakitismoa, se han consignado los siguientes nombres: aultasuna (Zerain-G), auldadea (Astigarraga-G), bildurik egon (Eugi-N) y eskastasuna (Goizueta-N). Para raquítico los vocablos registrados son: erkitua (Berastegi-G), erkiña o mirriña (Telleriarte-G), aula (Lekunberri-N), xokorra (Arraioz-N), txatxarra, eskasa (Gorozika-B), rakitikoa (Gorozika-B; Astigarraga, Elgoibar, Oñati-G) y merroa (Orozko-B).

Para quien está excesivamente delgado sin que padezca la enfermedad se utilizan expresiones como “estar raquítico” (Amézaga de Zuya-A), “estar esquelético” o “estar en los huesos” (Mendiola-A) y esmirriao (Valdegovía-A). En Moreda (A) se han recogido los siguientes nombres que se aplican al niño raquítico: anémico, roñosillo, espituao, chiquitillo, medio metro. En Obanos (N) a los niños delgados se les llamaba charros o charricos. En euskera del niño que está débil se dice “ume ori meko dabil”.