Denominaciones castellanas

En localidades castellanohablantes se han consignado las siguientes denominaciones en los distintos grados de parentesco, que son similares de unos lugares a otros[1].

En Moreda (A) han facilitado los siguiente nombres en la línea descendente y ascendente, respectivamente: padres, hijos, nietos, biznietos; abuelos, bisabuelos, y tatarabuelos. La línea familiar tradicional está constituida por hermanos, primos, tíos y sobrinos. Son carnales cuando lo son en primer grado, luego vienen los primos de segundo y tercer grado. La línea familiar nueva está constituida por los esposos, suegros, nueras, yernos, cuñados y consuegros. La línea familiar creada de segundas nupcias da padrastros, madrastras, hermanastros e hijastros.

Padres son los progenitores de los hijos, e hijos se denomina a los descendientes directos de los padres. Nietos son los hijos de los hijos o descendientes en segundo grado; biznietos los hijos de los nietos. Abuelos son los padres de los padres; bisabuelos los padres de los abuelos, y tatarabuelos los padres de los bisabuelos. Hermanos son los hijos de los mismos padres; tíos los hermanos de los padres respecto de los hijos de éstos. Sobrinos los hijos de los hermanos, y primos los hijos de los tíos.

Suegros o padres políticos son los padres de la mujer respecto al marido y los padres del marido respecto a la mujer. Nuera o hija política es la mujer del marido respecto a los padres de éste; yerno o hijo político el marido de la mujer respecto a los padres de ésta. Cuñado-a o hermano político es el hermano-a de la mujer respecto al marido, o el hermanoa del marido respecto a la mujer. También los maridos y las mujeres de los hermanos casados. Consuegros son el padre y la madre del marido de la hija y de la mujer del hijo respecto a ellos mismos. Hermanos de leche son los hijos de distintos padres pero que han sido amamantados y criados por una madre que tuviera leche porque la otra carecía de ella.

En Abezia, Agurain, Apodaca, Berganzo, Bernedo, Pipaón, Valdegovía (A); Trapagaran (B); Elorz y San Martín de Unx (N), los datos recogidos son similares.

Es común que los nietos y los sobrinos llamen a los abuelos y tíos con estas mismas denominaciones, a veces seguidas del nombre, por ejemplo: tío Agustín, tía Irene, mientras que a la inversa les llaman por el nombre de pila. Los hermanos y los primos entre sí se llaman por el nombre propio.

En San Martín de Unx (N) se ha consignado que un género de parentesco peculiar, no necesariamente sanguíneo, era el de ser híjano (ahijado-a), o sea el parentesco de padrinazgo, que en ocasiones llegaba a infundir el espíritu de hijo al ahijado para con su padrino o madrina, aunque la relación hacia uno u otro podía intensificarse. Al ahijado, mayormente de niño, se le mimaba especialmente, se le educaba, se le protegía. Esta situación ha ido desapareciendo.

En Agurain (A) se han consignado también las denominaciones de nene-a utilizados con los niños, y el vocablo bicarros[2], gemelos. En Bernedo (A) señalan que al padrastro y a la madrastra se les llama tío y tía. En Trapagaran (B) al hijastro se le llama antenao, antenado. Se han introducido los nombres más comunes de los familiares en euskera: aitite, abuelo; amama, abuela; aita, padre; ama, madre; osaba, tío; e izeko, tía.

En Obanos (N) parientes directos o parientes en primer grado se consideran los miembros de la familia ya sea extensa o nuclear. En este segmento, las denominaciones son: abuelo/abuela; tío abuelo/tía abuela; padre/ madre; tío/tía; hijo/hija y hermano/hermana. Parientes en segundo grado son los primos y los hijos de los primos de los padres. Se dice tío segundo al primo del padre o de la madre, y sus hijos serán primos segundos. Dentro de la familia tienen nombre especial los padres: el amo y la dueña. También el matrimonio joven que se “quedan p’a casa”: el amo joven y la dueña joven (o en plan despectivo: la de fuera, se oye menos el de fuera). El marido al referirse ante otros a su mujer, en tono jocoso, le suele llamar: la parienta, la jefa o por su nombre de pila.

A mediados del siglo XX sólo en algunas familias se decía papá y mamá si bien hoy día se ha generalizado esta denominación, lo habitual era decir padre o madre y siempre con tratamiento de usted; a los abuelos en pocas familias se les llamaba abuelito-a. A los tíos abuelos se les llama habitualmente tío-a sin concretar más.

Otra figura son los cuñados, llamados así el marido o mujer de una hermana o hermano. También son cuñados los hermanos de la mujer propia o del marido respectivamente. Es conocido el dicho: Todo lo que empieza por “cu”, p’a tú, queriendo señalar que las relaciones no suelen ser buenas y frecuentemente se generan conflictos por motivos de temperamento o de herencia.

En Sangüesa (N) a la mujer se le denomina dueña en relación con la economía, en término más popular la parienta y en plan jocoso la contraria o la media naranja. A la nuera se la llama la joven o dueña joven y al yerno, el joven. A los padres a veces se les decía los viejos, término que también en nuestros días se ha puesto de moda. Los hermanos entre sí se llaman tato y tata, y a veces tata, también a la niñera; a los hijos pequeños se les llama nenes-as.

En Apodaca (A) se ha consignado que los niños pequeños utilizan los nombres adaptados a la jerga infantil, así a los abuelos: agüeloa; a los hermanos: tato-a. También en Moreda (A) se ha consignado lo de tato-a. En Valdegovía (A) anotan que recientemente para denominar al abuelo y a la abuela se escuchan las formas euskéricas de aitona y amona.

En Valtierra (N) antiguamente a los padres lo normal era llamarles padre y madre, sin diminutivos. Se utilizaban diminutivos con los abuelos, yayo-a, como señal de confianza y cariño, y les “encizañaban” para que renegaran un poco. Al familiar incorporado a la familia (pegado), por ejemplo por matrimonio, se le llama apegao.

El que el marido se refiera a su mujer como la parienta está muy extendido y así lo han registrado nuestras encuestas de Obanos, Sangüesa (N) y Abezia (A), localidad esta última donde muchas informantes señalan que no es un término del agrado de las mujeres.

Los amigos entre sí utilizan el nombre de pila. En Moreda (A) se ha consignado que, en ocasiones también lo hacen por el primer apellido. Si el amigo no está presente, cuando se habla de él se emplea el mote.

En Navarra, según se recogió a principios del siglo XX, los segundos cónyuges denominaban a los hijos del anterior matrimonio ensenados y éstos a los primeros, padrastro o madrastra[3].


 
  1. Además de las denominaciones que aquí se mencionan, hay otras referidas a hijos naturales, etc. en otros capítulos de esta parte de la obra referida a la familia.
  2. Bicarros = gemelos. Tienen la virtud especial de curar los dolores de vientre de personas o animales, trazando una cruz con los dedos sobre los enfermos; sólo uno de los bicarros tiene esa eficacia saludadora, siendo su señal una crucecita debajo de la lengua. Gerardo LÓPEZ DE GUEREÑU. Voces Alavesas. Bilbao: 1958.
  3. EAM, 1901 (Arch. CSIC. Barcelona).