Desván o sobrao, ganbara

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Para llamar al desván se han consignado en nuestras encuestas distintos nombres: sobrao o tablao (Álava), kamarea (Bizkaia), ganbara (Gipuzkoa) o granero (Navarra). Ha prestado y sigue prestando distintos servicios según las épocas del año. Aquí se trata de describir el ajuar que en él se halla y el destino que se le daba como pieza de la casa.

Con carácter general cabe señalar que los desvanes han sido los lugares donde se almacenaba el grano. También se utilizan como almacén y secadero de productos domésticos hortícolas y frutos. En ellos se colgaban para que fueran curados los productos de la matanza del cerdo y otros animales. En algunas casas en una parte de él se almacenaba la hierba seca y la paja, aunque por lo común estas hierbas se conservan en otra dependencia, el pajar. En el desván se han guardado útiles y herramientas agrícolas de escaso uso o en la época en que no se precisaban. Es común que sirva de dependencia en la que se dejan los trastos viejos e inservibles. En algunas localidades se ha señalado que ocasionalmente en el desván se ha ubicado algún dormitorio.

Granero

El dato de que después de la cosecha del cereal servía de almacén de grano es común a las localidades encuestadas. Así en Bernedo (A) en el desván se guardaba el grano en los alorines que eran unos espacios de baja altura formados con tabiques de un metro de altura y contra la pared. Hoy día no se usan por su poca capacidad y porque el grano va directo de la finca a los silos. También en Berganzo (A) en los tablados almacenaban el grano en los trojes o alorines. En Añana, Moreda, Pipaón, Ribera Alta y Valdegovía (A) los datos recogidos son similares. En el Valle de Zuia (A) señalan que eran las arcas de menor capacidad, generalmente de roble, de seis a ocho fanegas de cabida las que se encontraban en el desván.

En Agurain (A) las casas de labranza de los arrabales tienen en el mismo edificio la vivienda, la cuadra, el henil o pajar y el granero. Cuando estas casas están contiguas les resulta difícil la ampliación a no ser que uno adquiera la limítrofe en cuyo caso habilita una de ellas para vivienda y el resto se destina a granero, cuadra, pajar, almacén de maquinaria y aperos de labranza. La vivienda dispone de acceso a las otras dependencias, en las que se instala la cocedora para el pienso del ganado. En el núcleo urbano, al reformarse las casas que antes las ocupaba una familia y ahora lo hacen dos, en plantas independientes, el desván está al servicio de los dos pisos. Al reducirse su espacio se utiliza para guardar patata, leña y barreñones, siendo los muebles antiguos, libros y objetos los elementos sacrificados por la falta de espacio.

Secado de alubias en el desván superior, goiko ganbara. Zerain (G), 1983. Fuente: Karmele Goñi, Grupos Etniker Euskalerria.

En Bedarona (B), en el desván, koltzie, se encontraban los arcones, kaixak, para guardar el trigo y la harina. También en Orozko (B) en el camarote, kamarea, se guardaba el grano, trigo y maíz. En Gautegiz-Arteaga (B) era en el rellano de la escalera, eskilaraburue, donde se tenían las arcas, kaixak, que disponían en su interior de una balda, kaixa-baldie, en la que se llevaba la dote en metálico cuando se transportaba el arreo. Las arcas solían ser de siete y nueve anegas de capacidad. En ellas se guardaba, entre otras cosas, la harina de maíz tostado, labartoa, bien prensado.

En Arrasate y en Oñati (G) en el desván denominado arto-kamaria, situado sobre las habitaciones, se encontraban las arcas, kutxak, de guardar maíz y trigo. En Beasain (G) el desván, ganbara, solía estar dividido en tres secciones, no con tabique pero sí con tablas o cercado, esie, que se conocen con los nombres de ganbara, mandioa y sapaia. Allí se guardaba, entre otras cosas, el grano.

En Elosua (G), en una parte del desván llamada ganbaria están las arcas, arkia, en las que antaño se guardaba el trigo, y los arcones, ku txak. Debajo de la claraboya por donde entra la luz, se encontraba una mesa de carpintero con todo lo necesario para los arreglos de la casa y los útiles de labranza. También en Telleriarte (G) se conservaba en las arcas, kutxak, del desván el trigo y el maíz.

En Zerain (G) por una escalera del camarote, ganbara, se sube a un segundo desván llamado goiko ganbara que corresponde a la zona central del tejado y fachada. La parte que daba a la fachada solía tener piso firme y paredes de tabla, en ella estaban los arcones, ku txak, con capacidad de 14 añeas o las arcas, arkea, con 40 añeas de capacidad donde se guardaba el trigo, aunque había variedad de modelos y capacidades. En Izurdiaga (N) en el desván, ganboike, de las casas antiguas se guarda el cereal.

En Ataun (G) en algunas casas había antiguos hórreos que llaman arkea. Se trata de arcas de gran capacidad hechas de tabla, sostenidas sobre cuatro patas y cubiertas con techo a dos vertientes, una de las cuales es puerta levadiza, baldie.

Secado de pimientos rojos en el desván. Sara (L), 2000. Fuente: Michel Duvert, Grupos Etniker Euskalerria.

En Allo (N) los desvanes, conocidos como graneros, que se encontraban en la parte más alta de las casas, servían para almacenar el grano. En Monreal y en Murchante (N) el granero era el lugar donde se encontraba el arca para guardar el grano destinado al ganado. En Viana (N) en el cuarto del granero se almacenaba en sacos o en montones el trigo y la cebada.

En Améscoa (N) el grano se guardaba en arcas, también el pienso de harina en que predominaba el yero y a la que llamaban el arca del zaldane. En Lezaun (N) en el granero además de los compartimentos para el grano, denominados argorios, solía haber un arca para el pienso. Conforme los abonos y las nuevas especies de siembra lograron un incremento de las cosechas se fueron habilitando otros lugares para el grano.

Depósito de productos hortícolas

Junto a la función de servir de granero, es común el dato recogido en nuestras encuestas de campo de que el desván servía de almacén de patata; además se tendían en el suelo las hortalizas y productos de la huerta, manzanas y peras, nueces, castañas y avellanas. Se colgaban vainas de alubia sin desgranar, cebollas encordadas, ristras de ajos y pimientos choriceros. También se dejaban allá la miel, las mermeladas caseras y las plantas medicinales.

En Elosua (G) se depositan estos productos en una parte del desván llamada arta-ganbaria o baba-ganbaria. Las patatas esparcidas en el suelo se clasificaban en tres grupos: para comer, para la siembra y las muy pequeñas para los cerdos. El entrepiso, llamado sagarganbaria, es el lugar donde se ponen a secar y se guardan las manzanas. También en Arrasate y en Oñati (G) estos productos se dejaban en el desván llamado arto-kamaria. En Oñati (G) si el techo del camarote era muy alto se sacaba otro recinto para secadero al que se llama kamauria, zurruna o bandiuria. En Eugi (N) en el sabayao o desván estaban los arcones con las alubias, el azúcar y otros alimentos.

Curado de la matanza y almacenamiento de manzanas. Zeanuri (B), 1980. Fuente: Ander Manterola, Grupos Etniker Euskalerria.

En Lezama (B) anotan que el dejar estos productos en el desván se debía al ambiente aireado que mantiene esta dependencia lo que permite su mejor conservación. En Orozko (B) las nueces y las avellanas se ponían en el suelo extendidas sobre arpilleras para que se secaran bien.

En Murchante (N) en los canceles y falsas o graneros solían guardar los productos del campo para que se secaran. Las linternas y solanas ejercían la labor de secaderos, sobre un entramado de cañizos dejaban secar los frutos y los productos hortícolas. Su uso desapareció en los años cincuenta. En Obanos (N) en el desván había cañizos separados por ladrillos, a modo de bandejas paralelas en las que se ponían a secar uvas, manzanas, etc. En Viana (N) en un rincón del cuarto del granero se colocaban las tinajas para el aceite, y los higos sobre alguna criba para que se secasen, algunos racimos de uvas atados con hilos y colgados. En Allo (N) en el desván se guardaba el tino del aceite así como los hilos de uvas pasas.

Lugar de curado de la matanza

El tercer servicio que con carácter general presta el desván es como lugar en el que colgar los productos de la matanza del cerdo para su curado. Ahí estaban las latas o palos de madera de donde pendían los mencionados productos.

En Obanos (N) indican que en las vigas del desván había cantidad de grandes clavos de hierro que servían para colgar las agas, varas de colgar el embutido, o los perniles para que se secaran. En San Martín de Unx (N) en algunas casas los heniles se dedican a curar jamones o desecar frutos. En Valtierra (N) el secadero estaba orientado siempre al norte para que se conservaran bien tanto los productos de la matanza como los del campo. En Sangüesa (N) la falsa o granero sirvió de almacenamiento y secadero de embutidos, pero al ir desapareciendo la costumbre de criar animales, sobre todo cerdos, ha perdido su antigua función. En Pipaón (A) en el desván estaba la despensa con el cajón de sal y el tocino, las tinajas con los chorizos y los lomos. En Bedarona (B) había una balda colgada del techo para secar los quesos, gaztainarie, y otra para los chorizos, barrenuek.

Almacén de aperos y trastero

Es común, tal y como se ha recogido en las localidades encuestadas, que en el desván o en un departamento de esta estancia se guarden los aperos y herramientas de las labores agrícolas fuera de la temporada en que se necesitan, y los que han caído en desuso. También se encuentran en el camarote otros elementos tal y como consignan en algunas localidades que mencionamos a modo de ejemplo.

Así en Gorozika (B) se citan el celemín; la criba, artzie; el cuartal, kuartie; las pesas, txingak; y los pesos, pisuek. En Abadiño (B) el cedazo, galbarie; y el utensilio de aventar el trigo, artzie. En Arrasate (G), en el desván denominado arto-kamaria se encontraban los cedazos, galbaiak, y las pinzas para manipular las castañas. En Mélida (N), en los graneros se tenían los enseres relacionados con la preparación de productos de la matanza como la báscula de pesar los perniles, y piedras y tablas para prensarlos, los instrumentos para elaborar embutidos; el cedazo y las medidas de peso de cereales. En esta localidad navarra sobre la puerta de entrada a la cocina podía haber una puerta falsa de madera, la falsa, que daba acceso al cielorraso, un espacio hueco entre el tejado y las habitaciones. En Agurain (A), en el desván de las casas del núcleo urbano se guardaban objetos que se usaban de tarde en tarde como barreñones, choricera, brasero y otros; muebles retirados de la vivienda, revistas y libros.

El desván cumple también funciones de trastero donde se guardan trastos viejos que se utilizan de ciento en viento o que son ya inservibles.

Sokak, cuerdas, en el camarote. Elosua (G), 1983. Fuente: Mirentxu Goñi, Grupos Etniker Euskalerria.

Había localidades en las que el horno de cocer el pan estaba ubicado en el desván, como se describe en otro capítulo de esta obra, el referido al hogar. En esos casos, obviamente, además del propio horno se encontraban los utensilios necesarios para realizar esa labor. Se aportan algunos ejemplos: En Bernedo (A) indican que en el desván estaban el cilindro de amasar el pan, el palo para barrer el horno y la pala del pan. En algunas casas de Allo y de Obanos (N) la masandería o habitación destinada a la fabricación de pan estaba en los graneros y allí se encontraban los aparejos específicos a tal fin como la artesa, los cedazos, los rodillos de sobar el pan, etc. En Murchante (N) señalan que en los graneros de muchas casas estaban la artesa, la adelgazadera, la capoladora y el molino de mano para hacer harina. Hoy día, según indican en San Martín de Unx (N), en algunos desvanes se sigue conservando el propio antiguo horno de pan o mueble-harinero.

En tiempos pasados, el desván sirvió también de palomar (Abezia, Agurain, Berganzo, Bernedo-A). En este caso, el espacio dedicado a los animales se separaba del resto mediante una malla. En la fachada se abrían pequeñas ventanas para permitir su entrada y salida.

En algunas localidades en el camarote se guardaba también hierba seca y paja, si bien generalmente estas hierbas se almacenaban en una estancia independiente o en una parte específica del camarote, situada encima del establo. Había caseríos que disponían de rampa para que el carro de bueyes o el tractor pudieran acceder directamente al punto donde debía descargar el acarreo.

Una última función a consignar que cumple el desván es la muy extendida costumbre de tender en ese recinto la ropa recién lavada, sobre todo en invierno. Para el secado se ponían unos alambres sujetos a los cabrios o unos tendederos que servían de colgadores. En alguna localidad han señalado que a partir de mediados de los años cuarenta, cuando se llevó a cabo la traída de aguas a las casas, en los desvanes se instalaron los depósitos de agua (Ribera Alta-A).

Con el fin de facilitar el paso del aire tanto para que se secaran los productos allí almacenados como la ropa tendida, las casas que tenían ventana en el camarote la tenían siempre abierta; en otras el cerrado exterior era con tablas mal casadas que facilitaban el aireado (Hondarribia-G).