Duración de la cuarentena

En muchas poblaciones encuestadas se recuerda que la puérpera aguardaba a que transcurriesen los cuarenta días después del parto para acudir al templo a recibir la bendición: Amézaga de Zuya, Apodaca, Artziniega, Berganzo, Bernedo, Gamboa, Mendiola, Moreda, Pipaón, Treviño, Valdegovía (A); Bermeo, Carranza, Durango, Gorozika, Lezama, Muskiz, Orozko, Portugalete, Urduliz, Zeanuri, Zeberio (B); Arrasate, Beasain, Elgoibar (G); Aoiz, Garde, Izal, Mezkiriz, Obanos y San Martín de Unx (N).

Sin embargo, según las mismas encuestas, este periodo de referencia religiosa[1] se fue acortando con el transcurso del tiempo y acomodándose a las necesidades prácticas de la parturienta.

En Bernedo, Pipaón (A); Carranza, Durango, Lezama, Orozko, Urduliz, Zeanuri (B) y Aoiz (N) especifican que si bien la norma era aguardar hasta los cuarenta días, de hecho el rito de entrada en la iglesia solía tener lugar a las dos o tres semanas, una vez que la madre se había repuesto del parto.

En Ribera Alta (A); Muskiz (B); Berastegi, Elgoibar, Ezkio, Getaria, Hondarribia, Zerain (G); Allo, Artajona, Ezkurra, Goizueta, Jzurdiaga, Lekunberri, Sangüesa y Viana (N) anotan que tal bendición se hacía entre los ocho y quince días después del alumbramiento; en las poblaciones vizcaínas de Abadiano, Amorebieta-Etxano, Busturia, Lemoiz y Markina también entre los quince y veinte días; y en las guipuzcoanas de Elgoibar y Beasain al mes de nacer el niño. En esta última localidad, lo mismo que en Bidegoian, se adelantó con posterioridad a los quince días.

En Salvatierra (A) y Lezaun (N) recuerdan que no había un tiempo establecido; la madre acudía a la iglesia cuando estuviera repuesta del parto, lo que según los informantes de la última localidad nunca ocurría antes de los veintiuno o veintidós días. En Nabarniz (B) tenía lugar cuando la parturienta se había repuesto y podía ser a los quince días, al mes o a los dos meses del parto. Otra informante manifiesta que entre los dieciocho y veinte días después del parto. En Gamboa (A) las que vivían en los caseríos asistían cuando podían. Tampoco en Urdiain (N) se atenían las mujeres a un calendario prefijado para la salida de casa, etxetik ateratzia, y entrada en la iglesia, elizan sartzia; si comúnmente tenía lugar a los ocho días, por razones particulares bien podía demorarse a los tres meses[2]. En Ezkio (G) solían acudir por primera vez a la iglesia transcurrida una semana.

En Vasconia continental los plazos eran similares: en Donoztiri (BN) la madre efectuaba la salida a los veinte días después del parto; en Iholdi (BN) a los quince y en Uharte-Hiri (BN)[3], Liginaga (Z)[4] y Sara (L)[5] cuando estaba curada.


 
  1. Este periodo de cuarenta días encuentra su expresión en el calendario religioso; es el tiempo que transcurre entre la Natividad del Señor, 25 de Diciembre y la fiesta de la Purificación de Nuestra Señora, 2 de Febrero, llamada popularmente la Candelaria.
  2. José M.ª SATRUSTEGUI. Euskaldunen seksu bideak. Oñati, 1975, p. 185.
  3. José Miguel de BARANDIARAN. "Matériaux pour une étude du peuple Basque: A Uhart-Mixe" in Ikuska. N° 6-7 (1947) p. 168.
  4. José Miguel de BARANDIARAN. "Materiales para el estudio del pueblo vasco: En Liginaga (Laguinge)" in Ikuska. № 10-13 (1948) p. 81.
  5. José Miguel de BARANDIARAN. "Bosquejo etnográfico de Sara (VI)" in AEF, XXIII (1969-1970) p. 104.