El bautismo de urgencia. Etxe-bataioa

De Atlas Etnográfico de Vasconia
Saltar a: navegación, buscar

Los nacidos en casa con problemas para pervivir, erkinek, o los nacidos antes de tiempo, zazpikiek, (Nabarniz, Zeanuri-B) solían ser bautizados de inmediato por la partera o el médico. Este rito conocido generalmente como "bautismo de urgencia" recibe otros nombres; "bautismo de socorro" (Amézaga de Zuya A), "bautizo de auxilio" (Moreda-A), "bautizo de primera necesidad" (Portugalete-B), "agua de socorro" (Moreda-A), "etxe-bautismue" (Markina-B), "e txe-bautizoa" (Abadiano y UrdulizB).

La fórmula empleada para bautizar tanto en castellano como en euskera, difiere poco de unos lugares a otros; la aprendían en el catecismo según la mayoría de los informantes, o en las instrucciones religiosas los adultos (Orozko-B). Se trataba de la misma fórmula en lengua vulgar que emplea el sacerdote en latín. Algunos añadían la conjunción -y- enfatizando cada una de las personas de la Trinidad, mientras se echaba agua sobre la cabeza del niño haciendo la señal o las señales de la cruz. En castellano se dice: "Yo te bautizo en el nombre del Padre [+] (y) del Hijo [+] y del Espiritu Santo [+] ". En euskera Nik bateatzen zaitut Aitearen (eta) Semearen eta Espiritu Santuaren izenean. Amen.

Cuando se dudaba que la criatura estuviera viva o muerta se empleaban fórmulas con condición. En Mezkiriz (N) al niño que parecía estar muerto le bautizaban de la siguiente manera: Kapaz bazera bataio sandua artzeko, nik bataiatzen zaitut Aitaren eta Semearen eta Espiritu Sanduaren izenean, amen (Si eres capaz de recibir el santo bautismo, yo te bautizo en nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, amen). Después se le dejaba en un lugar calentito durante cuatro o cinco horas para ver si vivía[1]. En Bermeo (B) una de las fórmulas recogidas reza así: Ur berinkatu santue / zeruen konzebidue / lurrien berinkatue, / onegaz kendu deitez / gure enemiguek. / Aittiaren eta Semiaren eta Espiritu Santu izenien, / zutako Bautismo santue / balio deitsela (Agua bendita santa / concebida en el cielo / bendecida en la tierra / que con ella desaparezcan / nuestros enemigos. / En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. / Que el Santo Bautismo / tenga validez para ti).

También los abortos eran bautizados "por si acaso" (Hondarribia-G). En Artajona (N), la comadrona lo cogía en la mano, le abría un poco la bolsa y le echaba agua con una pequeña jarra pronunciando estas palabras: "Por si tienes vida, yo te bautizo..." haciendo a la vez tres cruces con el agua al pronunciar los nombres del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. En Allo (N) también decían "Por si vives, yo te bautizo...". Esta misma fórmula en condicional se empleaba en Abadiano (B) cuando se dudaba de que el niño viviera: "Bixi bazara, nik bateatzen zaittut..." (si vives, yo te bautizo...)[2].

Se llegaba a bautizar incluso antes de que naciera del todo la criatura. Una mujer de Obanos (N) lo contaba así: "Ayudando en un parto, el niño sacó la cabeza y estaba amoratado. El médico, rápidamente, cogió agua y lo bautizó. Como el niño sobrevivió, el párroco me hizo jurar que había sido bautizado en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Al decir yo que sí, el cura completó las partes del ritual que faltaban (nombre, sal, óleos, paño blanco, etc.)".

6 El antiguo catecismo de Olaechea, redactado a finales del siglo XVIII, muy extendido en Bizkaia hasta los años veinte daba precisas instrucciones sobre este punto:

"- ¿Cer eguingo dá galdu, edo botaten dán seina bada dempora bacua, eta chito chicarra? -Batiatu ardura baga, ura botaten danian berba onec esanaz; BICITCIA badaucazu; Nic batiatuten zaitudaz Aitiaen, eta Semiaen, eta Espiritu Santubaen icenian Amen".

(- ¿Qué se hará en caso de un aborto o cuando la criatura expulsada sea inmadura, de tamaño muy reducido? - Bautizarlo sin duda alguna, diciendo a la vez que se echa el agua estas palabras: "Si tienes vida, Yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amen"). Vide: Bartolomé OLAECHEA. Cristinauben dotrinia. Bilbao, 1792, p. 101.

Estaba muy generalizada la creencia de que en estos casos había que utilizar agua bendita de la que se llevaba a casa el día de Pascua; aunque sabían que valía igualmente el agua natural (Goizueta-N).

Aunque lo habitual ha sido limitarse a completar el rito en la iglesia, caso de sobrevivir el niño, ya que lo que se hacía en casa era sólo "la sustancia del sacramento" (Bernedo-A), en muchas localidades se repetía el rito completo "bajo condición" (Amézaga de Zuya, ApodacaA; Urduliz-B; Hondarribia y Legazpia-G). En Orozko (B) señalan que la persona que hubiera bautizado al niño en casa repetía ante el sacerdote la fórmula empleada. Si no era la correcta el niño era bautizado de nuevo.

Con el bautismo de casa, etxeko bautizue, se consideraba que el niño ya era cristiano y, si moría, podía ser enterrado junto a los demás creyentes. Estos hechos se registran en los libros sacramentales de las parroquias. Es frecuente encontrar en los libros de bautizados el registro de "bautismo de urgencia". En el caso de que el bautizado no hubiera sobrevivido figura inscrito sine nomine "niño sin nombre"; en ocasiones aparece citada la persona que realizó el bautizo de urgencia (Gamboa-A; Elgoibar-G; Sangüesa-N) 7.

En otros tiempos fue la comadrona y más recientemente el médico, quien con más frecuencia bautizaba de urgencia. Pero como señalan los informantes podía hacerlo cualquier persona "con uso de razón" (BerganzoA; Carranza, Durango-B; Aoiz, Garde-N) o cualquiera "con intención de hacerlo" (Amé-zaga de Zuya, Gamboa, Mendiola, Salvatierra, Treviño y Valdegovía-A), incluso niños (Abadiano-B).

Frecuentemente era la mayor de la casa y

7 Hasta mediados del siglo XX el riesgo de muerte en el parto era muy elevado y la necesidad de administrar en casa el bautismo de socorro debió de ser muy frecuente. Una instrucción del visitador oficial del Obispado de Pamplona, dada el 6 de noviembre de 1810 en Tolosa, dice así:

"Ytem. siendo de tanta necesidad la administración del Sacramento del Bautismo, procurará el Párroco instruir sobre el modo de administrarlo legítimamente a sus feligreses, con especialidad a los cirujanos y mujeres prácticas que ordinariamente suelen hallarse en casos de urgencia siendo de daño incalculable cualquier falta en la materia". Vide: Archivo del Obispado de San Sebastián. 20 Libro de visitas 1609-1848. Tolosa.normalmente la abuela, la que administraba este bautismo (Oñati-G); y en algunos lugares los padres (Urduliz-B; Bidegoian-G) o la misma madre quien "tenía derecho a hacerlo" (Ajuria-B; Ezkio-G; Goizueta y Viana-N); en Orozko (B) cualquier persona excepto los padres.

Estaba muy arraigada en todo el territorio de Vasconia la creencia de que el bautizado que había muerto se convertía en un ángel, aingerutxoa. Por ello, a la madre que había perdido un niño recién bautizado, se le consoloba diciendo: "ya tienes un angelico en el cielo" (Navarra) o frases similares en los otros territorios.


 
  1. Perpetua SARAGUETA. "Mezkirizko etxe-barnea" in AEF, XXXI (1982-1983) p. 40.
  2. El antiguo catecismo de Olaechea, redactado a finales del siglo XVIII, muy extendido en Bizkaia hasta los años veinte daba precisas instrucciones sobre este punto:  
    "- ¿Cer eguingo dá galdu, edo botaten dán seina bada dempora bacua, eta chito chicarra? -Batiatu ardura baga, ura botaten danian berba onec esanaz; BICITCIA badaucazu; Nic batiatuten zaitudaz Aitiaen, eta Semiaen, eta Espiritu Santubaen icenian Amen".
    (- ¿Qué se hará en caso de un aborto o cuando la criatura expulsada sea inmadura, de tamaño muy reducido? - Bautizarlo sin duda alguna, diciendo a la vez que se echa el agua estas palabras: "Si tienes vida, Yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amen"). Vide: Bartolomé OLAECHEA. Cristinauben dotrinia. Bilbao, 1792, p. 101.