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El cadaver en el lecho mortuorio

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En algunos lugares se habilitaba otra habitación de la casa para depositar el cadáver que se colocaba sobre la cama, o también sobre unas angarillas.
En el País Vasco continental, el cuerpo del difunto se cubría con un lienzo blanco, ''hil-mihisia, ''que le llegaba hasta el busto, formando pliegues para que «hiciese bonito», decorándolo con hojas de laurel, ''erramua, ''bendecido el Domingo de Ramos. Así se ha constatado en Arberatze-Zilhekoa (BN) . En Hazparne (L) el cadáver era envuelto por el carpintero en un lienzo bordado, ''hil mihisia, ''a modo de sudario. En Beskoitze (L), donde también se observaba esta práctica, señalan que a los sacerdotes no se les ponía. En 1931, Arcuby diferenciaba el antiguo ''hil-mihisia ''del que se usaba por esos años que era mucho más corriente<ref>A. ARÇUBI. “Usages mortuaires a Sare” in ''Bulletin du Musée Basque'', IV, 3-4 (1927) p. 19.</ref>. En Heleta (BN) se denominaba ''hil-ohia ''y se decoraba con hiedra, ''huntzostoa''.
En Zuberoa antiguamente el cadáver quedaba descubierto sobre el lecho fúnebre. A partir de los años treinta se le tapaba con un velo blanco transparente<ref>D. ESPAIN. “Des usages mortuaires en Soule” in ''Bulletin du Musée Basque'', VI, 1-2 (1929) p. 23.</ref>.
En Ezpeize-Undüreiñe y Urdiñarbe (Z) se recubría al muerto con un lienzo especial, ''hil-mihisia, ''que llevaba un entredós de encaje formando una gran cruz, al que a veces se le prendían hojas de boj o de laurel. Señalan los informantes de Urdiñarbe que este lienzo formaba parte del ajuar doméstico y lo guardaban junto al cirio de la casa, ''ezkua, ''y las prendas femeninas de duelo, ''kaputxinak. ''
Además de presentar decorosamente el cadáver, también se ornamentaba el propio lecho. En Vasconia continental eran las vecinas quienes se encargaban de ello disponiendo en su derredor hojas de laurel formando cruces (Lekunberri-BN, Itsasu, Sara-L), u hojas de boj y flores (Beskoitze-L) . Por contra, en Vasconia peninsular los testimonios recogidos aluden a una mayor sobriedad en la decoración de la cama del difunto que estuvo más al cuidado de los familiares (Zerain-G y Lekunberri-N) .
En Baigorri y Lekunberri (BN) la cama se decoraba con una sábana, perteneciente al ajuar de la casa, con las iniciales de la familia bordadas a la que prendían con alfileres hojas de hiedra ''y ''flores destacando el borde. Para las mujeres se recurría a margaritas silvestres, ''páquerettes, ''rosas..., siendo más austera la decoración, simples hojas, para los hombres.
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