El clima

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Los informantes han mencionado la influencia que los fenómenos atmosféricos ejercen sobre la salud; así elogian la bondad de la lluvia, la nieve y las heladas en invierno; llaman la atención sobre los perjuicios del exceso de humedad o consideran que el viento norte, ipar-aizea, es más saludable que el bochorno ocasionado por el viento sur.

La lluvia es considerada signo de salud porque limpia el aire y resfresca el ambiente; los días de calor, en los que la gente está nerviosa mejora si descarga una tormenta, calmando tanto a las personas como a los animales. También la nieve se considera fuente de salud; piensan que los años en que las nevadas son copiosas son mejores para la salud pues creen que se “mueren los virus”. En cambio, los años calurosos son temidos porque aumentan las enfermedades.

El aire de la noche, gaueko haizea

No existe hoy en día un criterio común que defina si el aire nocturno es bueno o malo; a unos parece beneficioso y a otros perjudicial siendo más abundantes los testimonios en este último sentido.

Entre los efectos beneficiosos del aire nocturno se mencionan el de limpiar el ambiente contaminado por las actividades diarias, el de ayudar a dormir mejor y relajar la cabeza y los pulmones (Bernedo-A, Aoiz-N). En Amorebieta (B) y en Telleriarte (G) se cree que el aire de la noche es beneficioso siempre que no sea húmedo; dormir con las ventanas abiertas y en lugar ventilado es mejor para los pulmones.

En Murchante (N) piensan que la fresca, ligera brisa nocturna que se levanta los días calurosos, así como el aire de madrugada son muy sanos porque producen un efecto relajante en el cuerpo. En Aoiz buena parte de los informantes habla de las apacibles noches veraniegas durante las cuales bajaba la temperatura y corría un vientecillo agradable que invitaba a salir a la calle “a tomar la fresca”. En Eugi (N) el aire de la noche, cuando refresca, se considera más saludable que el del día.

Por el contrario, en Améscoa (N) el aire de la noche se considera insano. Hay que cerrar bien ventanas y rendijas para que no se filtre. En Astigarraga (G) lo tienen también por malo para personas, animales y plantas. En Gorozika (B) dicen: “gabeko aizea ez da ona; bildurgarria da; lorik egiten ez dau izten; aizea gelditu ondoren, euria” (el aire de la noche es temible; no deja dormir; cuando cesa, llueve). En Moreda (A) se tiene al aire de la noche como peligroso o perjudicial. Hay que procurar no trasnochar hasta el rocío de la mañana. En Bedarona (B) el estar por la noche largo tiempo a la intemperie se consideraba malo para los pulmones.

En Agurain, Amézaga de Zuya (A); Aoiz, Valle de Elorz (N); Hondarribia (G) y Donoztiri (BN) el aire de la noche no se ha solido considerar bueno en ninguna época del año y menos aún con tiempo frío o invernal ya que provocaba catarros.

El sereno y el relente, ihintza

Entre los aires propios de la noche están el sereno y el relente.

Ha estado muy extendida la práctica de curar orzuelos aplicándoles la llave de la puerta que previamente se ha dejado expuesta al sereno. Son también numerosos los remedios en los que era condición dejar todos sus componentes o algunos de ellos al sereno de la noche antes de ser ingeridos como medicina al día siguiente.

En Aoiz (N) se considera el aire nocturno fresco y muy limpio ya que permite respirar bien y oxigenarse. En Beasain (G) creen que este aire mata microbios y desinfecta. Por ello, se sacaban al sereno una o dos noches el colchón, sábanas, mantas y demás ropas de los enfermos y fallecidos. En Oñati (G) cuando alguien moría su ropa se solía sacar al sereno durante varias noches.

En Carranza (B) donde son conscientes de que facilita ciertas curaciones, sin embargo dormir al sereno no se considera saludable ya que afecta a la garganta provocando ronquera. En Elosua (G) ven perjudicial dormir al sereno incluso cuando el día haya sido caluroso.

En Zerain (G) se han recogido estas expresiones: Gaueko aizea, geienean txarra (El aire de la noche es, generalmente, malo); Gaueko serenokin kontuz, goizeko serenoa, ona (Hay que tener cuidado con el sereno de la noche, el sereno de la mañana es bueno); Gaueko aizea, gaixoendako, oso txarra (El aire de la noche es muy malo para el enfermo).

Esta percepción negativa del aire nocturno ha sido ampliamente constatada; pero, posiblemente, es más reciente que la de su consideración beneficiosa.

En Bidegoian (G) llaman al sereno iintza o serenoa. Se considera perjudicial para la salud porque cierra los bronquios y endurece los huesos a los reumáticos. Incluso en verano, por mucho calor que haya hecho durante el día, se consideraba perjudicial. En Oñati (G) se conoce con el nombre de gau serenoa.

Para la gente de Aoiz, Lezaun y Valle de Erro (N) el sereno o aire del amanecer es perjudicial porque contiene mucha humedad que afecta negativamente a los que padecen problemas de bronquios o respiratorios.

En Aoiz el relente se considera como el aire propio de la noche y se tiene por beneficioso por ser fresco y muy limpio; permite respirar bien y oxigenarse y cura los orzuelos al igual que el sereno.

En cambio en otros lugares dicen que hay que protegerse del relente nocturno para no coger catarros lo que se logra tapándose la cabeza (Amézaga de Zuya-A; Muskiz-B; Izurdiaga, Murchante-N).

Vientos, haizeak

El viento norte tiene comúnmente connotaciones beneficiosas aunque hay que tener cuidado con él si es frío o sopla con fuerza; en cambio, el viento sur y también los que soplan del este y del oeste se consideran más perjudiciales para el cuerpo porque producen desgana y malestar y agravan la situación de las personas enfermas.

Al viento del norte se le denomina también cierzo (Mendiola, Valdegovía-A; Izal, Lezaun, Obanos, Tiebas-N) y matacabras (Allo, VianaN). En euskera se le llama comúnmente ipar-aizea o iparra; también aize otza (Astigarraga-G) o aize freskoa (Bidegoian-G). En Liginaga (Z) al viento arremolinado se le conoce como bahumeta.

Entre sus características, comunes a la mayoría de las localidades encuestadas, se mencionan que es el más saludable de todos los vientos porque resulta fresco y natural, que purifica la sangre y el ambiente, limpia los cielos de nubes y regenera las vías respiratorias tanto de las personas como de los animales (Amézaga de Zuya, Bernedo, Mendiola, Moreda, Pipaón, Ribera Alta, Valdegovía-A; Aoiz, Eugi, Goizueta, Izal, Obanos, Tiebas-N). En Goizueta la brisa, aize emea, así como el viento que trae la lluvia, euri-aizea, proceden ambos de la mar y no se estiman perjudiciales. Tienen la consideración de aires buenos para la salud también los vientos noroeste o castellano y noreste o salinero. (Mendiola).

En Astigarraga, Bidegoian, Elgoibar (G) apuntan que es malo cuando este viento es frío y fino, aize meea, aize mina, izotz-aizea. En Goizueta al viento gélido proveniente de la mar se le denomina orma-aizea, en Zeanuri (B) ipar gorria.

En Liginaga (Z) se decía que los vientos tempestuosos salen de ciertas cavernas.

El viento tenido por insano es el sur o bochorno. En euskera es común la denominación ego-aizea. También recibe los nombres de aize beroa, emakume-aizea o andraizea (viento caliente, viento femenino) (Astigarraga-G). En Gernika (B) se ha recogido la denominación de erriko aizea. En Berastegi (G) se dice del que tiene malas ideas “aize txarrak jota dabil”, que está bajo la influencia del viento sur.

El viento del sur o bochorno es calificado como viento débil, caliente y pegajoso; el peor para la salud (Mendiola-A). Dicen que acarrea cambios de temperatura que producen catarros y perjudica a los enfermos (Apodaca, Berganzo-A). Causa cansancio, especialmente a la mujer que está con la menstruación; también afecta desfavorablemente a aquellas personas que padecen problemas circulatorios y respiratorios (Aoiz-N).

El viento sur, ego-aizea, acompañado de bo- chorno, sargoria, produce irritabilidad, cansancio y fiebre en personas mayores y niños. Cuando sopla se dice que es tiempo de enfermos, gaiso denporea da (Bedarona, Lemoiz-B). Se piensa que es malo para la salud ya que conlleva dolores de huesos, asma y una acentuación de las afecciones que padecen las personas mayores. Solamente en otoño se considera beneficioso (Lemoiz-B; Astigarraga, Bidegoian-G).

En Amézaga de Zuya (A) el viento sur se conoce como solano; provoca intensos dolores de cabeza, cansancio y problemas de respiración. Quienes tienen la tensión alta se ven negativamente afectados por el mismo, así como los locos, que “se vuelven más locos todavía”. En Valdegovía (A) es conocido como ábrego y se considera perturbador; ya que con él se alteran las personas desequilibradas. En Elgoibar, Hondarribia, Oñati (G); Eugi, Goizueta y Lezaun (N) se ha consignado también que afecta especialmente a los enfermos y sobre todo a los locos.

En Eugi para el viento del este se ha recogido la denominación iruzki-aizea (eguzki-aizea). Dicen que se asemeja al viento del sur en sus efectos pero que es más saludable. En Liginaga (Z) el viento del este se conoce como iparra y el nordeste como aide gorria.

En Apodaca, Mendiola y Pipaón (A) se considera que el solano[1] es un mal viento ya que desazona el cuerpo y origina diarreas y problemas estomacales. En Bernedo (A) señalan que el solano o bochorno que sopla del sureste es malo, provoca dolor de cabeza y de riñones y sensación de cansancio. En Moreda (A) dicen que los aires sur, solano y bochorno son fríos en invierno y calientes en verano; producen tontera, mareos y cansancio. Piensan que también son perjudiciales los aires fríos que se forman después de las tormentas; del aire nublado dicen que posee maldad.

La denominación regañón para denominar al viento del oeste se emplea en localidades alavesas (Amézaga de Zuya, Apodaca, Pipaón, Mendiola-A); resulta un viento frío y perjudicial para la salud que en invierno trae heladas negras y nieve y es causa de enfriamientos y gripes. En Liginaga (Z) el viento oeste se denomina aize beltza.


 
  1. Existe cierta confusión en llamar viento solano unas veces al sur y otras al este. Dice Baraibar que “aunque etimológicamente se llama solano el viento que corre de donde nace el sol, el nombre vulgar se refiere muchas veces más a las propiedades del viento que a su rumbo”. Vide Federico BARAIBAR. Vocabulario de palabras usadas en Álava. Madrid: 1903. Voz solano.